8,5

Le Cerf

Carlo Crisci
Carlo Crisci
País: Suiza
Localidad: 1304 Cossonay-Ville
Dirección: Rue du Temple, 2
mapa
+(41) 0218612608
Cierra: Domingo, lunes y martes al mediodía
Precio: 100/200 €
Precio menú degustación: 160 €


  • Mozzarela de coco en curry d'encre de seiche
  • Mozzarela de coco en curry d'encre de seiche
  • L'oeuf mou et son cannelloni de caviar en velours de choux fleur
  • L'oeuf mou et son cannelloni de caviar en velours de choux fleur

¿Qué se espera de uno de los grandísimos de la cocina suiza? Relojería de lujo. Eso y algo más personifica Carlo Crisci. Un chef evolucionista en su clasicismo que se distingue por la elegancia, la sabiduría, la precisión..., en definitiva, por una profesionalidad supina. Un refinado, un erudito, un técnico, un estilista que plasma en los platos su identidad: superarse paulatinamente en consonancia con los tiempos. Todo cuanto hace y ofrece está estudiado, requeteestudiado; probado y requeteprobado. El comensal tiene asegurado el festín. Un festín equilibrado, armónico, admirablemente armónico. Armónico y sorprendente, asombra tanto, y tanto y tanto saber hacer. Una culinaria magistral con una personalidad evidente, que se aprecia en las formas de construir, en la composición de los sabores, en el cromatismo...y, por supuesto, en un don proverbial del buen gusto. En definitiva, he aquí una mesa eminentemente gastronómica llamada a gustar a todos los gourmets, independientemente de su predilecciones y tendencias. Se sitúa, y eso tiene todo el mérito del mundo, más alla del bien y del mal, en la excelsitud.

La pasión por las hojas silvestres la deja patente Carlo Crisci desde el aperitivo, al ofrecer un primer abreboca con cinco clases diferentes bellamente dispuestas, y se refrenda en multitud de salsas, guarniciones y adornos; naturaleza verde que se expresa centradamente, alejada de todo extremismo y extravagancia. La originalidad reflexiva también se percibe en la composición de los elementos sobre la vajilla, con formas muy curiosas que repercuten sapida y visualmente. En fin, hay muchos motivos para impresionarse, de todo tipo.

Es difícil destacar uno u otro plato porque el virtuosismo está garantizado y la imaginación resulta siempre sosegada. Estelar el muy laborioso milhojas de ternera y tocino de Arnad, en capas superpuestas y equilibradísimas de magro y grasa, al tusilago con morillas rellenas, pure de patatas ratte, glasa de carne, ajos confitados...uno de los más inteligentes y logrados platos de ternera que recordemos. En similar tono de reforma y perfección histórica el potaje de foie gras y verduras servido en tarro de cristal herméticamente cerrado para preservar la intensidad aromática de los ingredientes y del perfume de canela que lo impregnaba. Otra maravilla arquitectónica y gustativa: mosaico de bacalao fresco y buey de mar – triángulos del pescado prácticamente crudos, rellenos del marisco y forrados con láminas de puerro, dispuesto en plano y a lo alto – que se acompañan con una delicadísima salsa de oxálida. La tortuga, por aquello de la apariencia, de cigala, simplemente caliente, envuelta en finas rodajas de espárragos verdes y blancos, más tiras de ambos colores, a su vez pasadas un instante por la sartén, con minestrone de hortalizas y salsa de cerrillo (Flouve) es otra disposición admirable desde todos los sentidos. Y lo mismo podemos señalar de los salmonetes en costra de hiedra terrestre con matelote de médula Y de tantas y tantas maravillas que lleva a decir: Chapeau!



7,5

Vintage 1997

Pier Luigi Consonni
Pier Luigi Consonni
País: Italia
Localidad: 10121 Torino
Dirección: Piazza Solferino 16
mapa
(+39) 011535948
Cierra: Del 1 al 7 de enero, del 6 al 31 de agosto, sábados al mediodía y domingos
Precio: 60 - 100 €
Precio menú degustación: 45, 65 y 75 €


  • Penne de farro con salmonetes al pesto, calabacín y albahaca
  • Penne de farro con salmonetes al pesto, calabacín y albahaca
  • Pequeños macarrones con tomate y albahaca
  • Pequeños macarrones con tomate y albahaca

“El Vintage 1997 es una apuesta segura: nunca te llevas una mala sorpresa” ha afirmado Ferran Adrià, que, cuando está de paso por Turín y no tiene otros compromisos, viene a este restaurante para que le mimen. Y no le falta razón: en menos de diez años, el establecimiento de Umberto Chiodi Latini (en la sala) y Pier Luigi Consonni (en cocina) se ha convertido en una toda una institución en la ciudad. Profesionales, políticos, gourmets y gourmands se suceden en este “lujoso” salón tapizado de muaré rojo.
El punto fuerte del Vintage 1997 es la materia prima, que en los últimos años se han encargado de seleccionar cuidadosamente los dos propietarios. La gallina bionda de Villanova, el salmón salvaje ligeramente ahumado, el salchichón de Varzi y Felino, el jamón de Langhirano, las cebollas de Tropea, las lentejas de Castelluccio, el culatello di Zibello (corazón de jamón), las gambas de Sanremo, la excelente carne de ternera fassone, los fabulosos quesos: Gorgonzola Paltrinieri, Nostrale dell' Elva, Bettelmatt Alpe Forno, Gruyère y Emmenthal curados en grutas, Fontina de pastoreo alpino, Robiola de Murazzano… Los mejores productos caen en manos de Pier Luigi Consonni, que los elabora con religioso respeto, creando una cocina de impronta neoclásica pero con la vista puesta en las últimas tendencias (en la carta hay homenajes a Quique Dacosta y a Martín Berasategui).
Para empezar, Umberto, el erudito y apasionado dueño de la casa, nos propone catar una serie de productos crudos y desnudos: un soberbio Parmigiano delle Vacche Rosse de añada, unas atractivas lonjas de tocino de Cinta Senese y un suntuoso jamón de Mora Romagnola curado durante 3 años. Tras una golosa degustación de anchoas en salsa verde dispuestas sobre gruesas rodajas de patata de Entracque con mantequilla de montaña, pasamos a un clásico de la casa: la pasta, que en este local se hace como en ningún otro de la ciudad, tanto por calidad intrínseca de los productos que emplea como por el preciso punto de cocción que aplica, saliendo siempre con una textura impecable. También por la variedad de condimentaciones, predominando fórmulas populares emblemáticas de Italia. Es difícil superar los pequeños macarrones con tomate y albahaca, donde la salsa, primorosa y el perfume, realzan en su justa medida la pasta fresca sin huevo. Los espaguetis con aceite de oliva virgen extra – Umberto es un doctor en la materia y tiene por costumbre ofrecer una degustación de las primeras etiquetas del país – y lascas crudas de hongos representa una eximia exaltación de los aromas primarios. Los penne de farro de la prestigiosísima Latini con lomos de salmonetes, uno natural y el otro empanado con pesto, más jugo del propio pescado, habas y laminas de calabacín constituyen una de las propuestas más sofisticadas de la casa sin que por ello pierda el ingrediente principal su manjarosidad y pureza. En plan más gulesco, los espaguetis impregnados de salsa de tomate enriquecida con unas nobles tiras de carrillera de Cinta Senese levemente calentadas en compañía de una juliana de cebolla roja personifican una opción rotunda y harto gratificante. Como complemento de alguna o algunas de estas recetas, que han de formar el núcleo central del festín, tenemos otras dos verdaderamente memorables: el risotto Carnaroli con lúpulo, ortigas y pistilos de azafrán, sobre el cual, en el último momento, se dispone un carpaccio de foie gras y el cabrito al horno, suculenta manteca.
Para gozar como un enano sin subirse a las altura.



7,5

Villa Crespi

Tonino Cannavacciuolo
Tonino Cannavacciuolo
País: Italia
Localidad: 28016 Orta San Giulio (NO)
Dirección: Via Fava, 8-10
mapa
(+39) 0322911902
Cierra: Martes y miércoles al mediodía
Precio: 100/200 €
Precio menú degustación: 65 y 80 €


  • Risotto con gambas
  • Risotto con gambas
  • Crema de Burrata con anchoas en vinagre
  • Crema de Burrata con anchoas en vinagre

La verdad es que resulta imposible discernir quién es más entusiasta de la cocina de Tonino Cannavacciuolo, si él o su mujer, Cinzia Primatesta. Hacen una pareja perfecta que vive con verdadera intensidad la profesión. El se ocupa de guisar y ella de sincronizar tan palaciego marco sobre el lago de Orta; donde vivio extasiado el último maharajá. Tanta grandeza, tanta pasión y tanta ambición les llevará lejos; juegan a ganadores. Y la verdad es que el chef está en verdadera expansión, creciendo, madurando, apostando por una cocina comprometida con el arte culinario. Si recorre mundo, si se convierte en un esclavo de la perfección, si ejerce la autocrítica un poco...este treintañero irrumpirá en el olimpo culinario de su país. Por de pronto, ya ha accedido a un lugar de honor.

Nos gusta de Tonino la manera con que ha sabido compaginar lo mejor del norte y el sur de Italia. Coge los productos de Sicilia, se inspira en la cocina napolitana que le vio nacer, y que le da carácter y la trabaja con el saber hacer de un chef del norte. Esa simbiosis de culturas la maneja con proverbial equilibrio. Luego pone un poco de imaginación y cromatismo, a veces de liviandad y se convierte en un autor. Ahí es donde debe incidir este joven personaje: en la creación sensata con referencias históricas; campo en el que obtiene muy buenos resultados.

La crema de burrata con sopa de escarola, anchoas al vinagre y crujiente de maíz es un plato para vitorear; para vitorear por su colorido, frescor, contrastes sápidos y táctiles..., en resumen, por su sibaritismo e inteligencia. Otro maravilloso testimonio de naturalidad, ligereza y modernidad con memoria gustativa lo tenemos en la sepia, en tartar con forma de quenelle y los tentáculos salteados como prolongación de su cuerpo, sobre una reinventada salsa de tinta, muy estirada y pura. De esta composición esencial se pasa a otra realmente recargada e igual de meritoria, o más: los raviolis de brécol con aire de agua de almejas, navajas y caviar, que lleva no sé cuantas cosas más y en la que la pasta pasa a ser una sublime guarnición de los manjares marinos. En un plan más tradicional y gourmand tampoco conviene perderse los linguine de Gragnano con calamares y salsa de pan y cebolla tostada; intensos. Ni los insolentes “macarrones” al ragú napolitano: que en realidad están impecablemente hechos con pasta fillo y rellenos de carne con un tomate antológico y un crocante de parmegiano-reggiano colosal. El cordero, el pichón en crepineta y el rabo de vaca con escalope de foie gras ponen un buen colofón al festín

El padre del chef fue uno de los mejores pasteleros de Italia y toda su cultura la ha heredado Tonino, que borda los postres, que trabaja en todas las direcciones, desde el clasicismo napolitano hasta construcciones etéreas y superrefrescantes: suflé al limón, babà, cannolo de ricotta .



7,5

Locanda nel Borgo Antico

Massimo Camia
Massimo Camia
País: Italia
Localidad: 28018 Barolo (NO)
Dirección: Via Boschetti, 4
mapa
(+39) 017356355
Cierra: Martes y miércoles al mediodía
Precio: 80/100 €
Precio menú degustación: 50 y 60 €


  • Plin con tartufo
  • Plin con tartufo
  • Pequeños bocados de cochinillo con echalotes al barolo y pure de manzana al curr
  • Pequeños bocados de cochinillo con echalotes al barolo y pure de manzana al curry

Precioso restaurante de diseño ubicado en medio del viñedo con una encantadora perspectiva bucólica. Al frente de los fogones se encuentra Massimo Camia, un chef inteligente que sopesa milimétricamente su oferta, sus ejecuciones...un pragmático que sabe lo que tiene que hacer y cómo debe hacerlo. En consecuencia, ofrece una cocina fundamentalmente piamontesa rejuvenecida. La impregna de refinamiento, técnica, modernidad, cierta complejidad conservando sus esencias. Sabores históricos distinguidos y actualizados. También escenifica muy bien, con construcciones bellas dentro de un estilo sobrio y efectivo. Muchas otras palabras definen y ensalzan su quehacer, pero por encima de todas sobresalen dos: tiene un paladar privilegiado que trasmite mediante sabores puros y deja constancia de un equilibrio asombroso, todos los elementos están dispuestos sopesadamente.

Cinco platos de un nivel estelar. Una antológica crema de patata de montaña ¡Qué manjar! ¡Qué liviana! con calamares, breve y precisamente hechos, aceite de guindilla y motas de albahaca. Repetimos; sublime. Audaz y muy linda la cebolla grande con piel y cortada a un centímetro de uno de los extremos, como si fuera una sopera natural, que contiene en su interior una exquisita sopa de la propia cebolla trufada y con tropiezos de codorniz, que se adorna sobre un lecho de sal, con hierbas del campo, con un crujiente de polvo de amapola...un poema a la liliácea. La estrella de la corona: unos mantequillosos “plin” relleno de queso de cabra fresco salpicados de un sutil picadillo de aceitunas y sobre un fondo de agua de tomate; la pasta fresca rebosante de cremosidad y sustanciosidad. Otro momento vibrante lo brinda un impecable risotto carnaroli impregnado de una salsa de ragú de ternera con médula de ésta y pimientos rojos; sabrosísimo y con un contraste de textura – al dente el arroz y gelatinosa la médula – conmovedor. Y los bocados de cochinillo envueltos en panceta y con ligera fritura de sémola y sésamo, más pure de manzana al curry y echalotes caramelizadas al vino tinto, son otro acierto pleno.

Sin tantos méritos, si bien en una buena línea, claramente más gourmand, el bacalao mantecato con puré de alubias blancas de Pigna, los “tajarin” de huevo con salchicha de Bra y guisantes frescos y los trozos de ternera fassone en costra de pan y hierbas con semolino dolce fritto (una variante de leche frita).

El surtido de quesos es tentador. Y la bodega responde a la calidad del paisaje: solo se divisan cepas.



8

Casa Vicina

Claudio y Anna Vicina
Claudio y Anna Vicina
País: Italia
Localidad: 10126 Torino
Dirección: Via Nizza, 224
mapa
(+39) 01119506840
Cierra: Domingos, lunes, y mediodías
Precio: 100/140 €
Precio menú degustación: 60 - 70 €


  • Nuove versioni della passata di verdure
  • Nuove versioni della passata di verdure
  • Ravioli vecchia eporedia al sugo d'arrosto
  • Ravioli vecchia eporedia al sugo d'arrosto
  • Pasta con ragu de conejo
  • Pasta con ragu de conejo
  • Risotto carnareli mantecato ai carciofi
  • Risotto carnareli mantecato ai carciofi
  • Huevo con brioche y tartufo
  • Huevo con brioche y tartufo

La cocina típica piamontesa refinada y actualizada a cargo de la familia Vicina, que lleva cuatro generaciones dedicada a la hosteleria, conviviendo en la actualidad padres e hijos en tal menester. Bajo la atenta mirada de Bruna ¡Mamma mia, qué guisandera! Claudio y Anna desarrollan platos de siempre con renovada vitalidad. En bastantes casos con ingenio, siempre con sensatez y respetando la memoria histórica. Se impregna la tradición populista de saber hacer y, sobre todo, de refinamiento. En fin, costumbrismo con aires de alta cocina moderna en una simbiosis llamada a satisfacer a todos los gustos. Y si el estilo resulta infalible, la práctica lo refrenda: meticulosidad inquebrantable servicio tras servicio. Los resultados estan asegurados. En definitiva, se papea fenomenalmente.
Lo mejor es dejarse aconsejar por otro miembro de la familia, Stéfano, que ejerce en sala con máxima diligencia y silenciosidad. En cualquier caso, se ofrecen dos menús degustación claramente explicados. Y para disipar cualquier duda que pudiera tenerse, la carta adorna con 7 corazones las más señeras especialidades de la casa: batsuà in insalata all´agro di senape; girello di fassone in salsa tonnata, agnolotti vecchia eporedia pizzicati a mano al sugo d´arrosto; lasagnette aperte al ragout di coniglio al rosmarino; gnocchi de patata al filo; rognone “à la coque” con vellutata di senape e aglio in carmicia; faraona novella az. agrícola greppi disossata e composta in salmi y dolce y dolcezze. Y de verdad que todas ellas son pequeñas joyas gastronómicas llamadas a configurar el menú degustación.
Expliquemos algunas. La primera, por ejemplo, consiste en unas tiras de pie de cerdo maceradas en vinagre, impregnadas levemente de este sabor y empanadas, que se sirven con una multisaborida ensalada; primorosa y a la vez gourmand como sucede en general con todos los platos. Los agnolotti aúnan dos texturas, manifestadas de manera impecable, al dente de la pasta y cremosa del relleno, con un gusto uniforme e incuestionable incentivado por el meritorio jugo de carne sobre el que se depositan. Los ñoquis se funden en boca con el realce de dos quesos, una crema que los barniza y un crujiente de parmegiano-reggiano a las hierbas que los embellece escénica y sápidamente. La lasagneta se configura como una apetitosa cama de pasta sobre las que descansan infinidad de pequeños trozos de conejo guisados con inusual sabrosura y perfumados con romero; para darse a la gula. La gallina de guinea, sublime en sí misma, un manjar 10 en su género, se ofrece en salmis, tanto la pechuga como el ala. Y los pastelitos son artesania golosa: bombones, merengues...una peligrosa tentación.
Entre las últimas novedades, que atesoran una enorme brillantez, cabe resaltar el bacalao mantecato al aceite de oliva virgen extra con tomillo, la lasaña piamontesa, el milhojas de lengua de ternera con gelatina de carne y salsa verde, la berza cocida rellena de picadillo de cerdo con crema de brécol y las albóndigas de Mamma Bruna, platos, repetimos, excelentes que no han de faltar del menú ideal.



9

Denis Martin

Denis Martin
Denis Martin
País: Suiza
Localidad: 1600 Vevey
Dirección: Rue du Château, 2
mapa
+(41) 0219211210
Cierra: Domingo y lunes. Del 18/07 al 9/08
Precio: 100/200 €
Precio menú degustación: 290 €


  • Cigala al aceite de oliva virgen con liofilizado de cereza
  • Cigala al aceite de oliva virgen con liofilizado de cereza
  • Pizza margherita
  • Pizza margherita
  • Fondue de gruyère y vacherin con agua de tomate
  • Fondue de gruyère y vacherin con agua de tomate
  • "Girolle" suiza de Omble Chevalier
  • "Girolle" suiza de Omble Chevalier
  • Sopa thai crujiente con hierbas y flores
  • Sopa thai crujiente con hierbas y flores
  • Rouge: salmonete, remolacha y cerezas
  • Rouge: salmonete, remolacha y cerezas
  • Merluza en costra negra con panais a la vainilla y yogur a las rosas
  • Merluza en costra negra con panais a la vainilla y yogur a las rosas
  • Swiss Air
  • Swiss Air
  • Sachet coca “ini”
  • Sachet coca “ini”

La cocina de Denis Martin tiene vertientes insuperables. En primer lugar, técnicamente raya en el 10; investiga todos los procederes hasta su conocimiento exhausto. Desde el prisma imaginativo, tampoco se marca límites, cada plato es un volcán en erupción que desprende ocurrencias fantásticas. Al paladar no puede ser más delicada y sorprendente, siempre proponiendo sabores futuristas rebosantes de matices, expuestos con sutileza y en consumada armonía. El estómago, después de haber probado 25 bocados, no la siente; extremadamente liviana. Su puesta en escena no puede ser más fotogénica y espectacular. Cada plato es un show cargado de magia.
Estamos, para que no haya dudas, ante el mayor y mejor seguidor a nivel mundial de la cocina de Ferran Adrià. Idéntico espíritu, la misma estructura… con secuencias distintas. Porque Denis es un creador, un artista, del mismo estilo con vivencias muy personales y siempre diferentes. Sus platos son aventuras inimaginables y convulsas que acaban felizmente.
Los contrastes en increíble conjunción son una constante. Tras el título de “la bleue des graciers” aparece un granizado de limón y anís estrellado con aire de absenta. El nitrógeno líquido toma mil formas: una tartaleta helada con sabor a piña colada debajo de la que se sitúa un almíbar de ron y una crema de cacahuetes. Hay momentos en que se da un giro de ciento ochenta grados al mensaje y se pasa de lo tecno sicodélico complejísimo a la esencialidad naturalista más absoluta: cigala con aceite de oliva virgen Verdale y liofilizado de cerezas. También hay inspiraciones en quesos suizos y fórmulas italianas. Un ejemplo lo tenemos en los inmaculados y dietéticos raviolis de vacherin friburgués con nueces frescas y consomé de albahaca. Otro, en la alucinante pizza margherita, en la que aparecen invertidos los elementos y las cantidades. Y una tercera maravilla que nos acerca al paisaje gastronómico local: fondue de gruyère y vacherin, en dos texturas, con un merengue de agua de tomate con forma de baguette. Hay en el quehacer de Denis cierta insolencia. Yuzu: cerdo, berberechos, manzana y hierba limón. Se vuelve al minimalismo y a la exaltación del producto con “rebozuelos suizos” de Omble Chevalier del lago Léman: un lomo de pescado cubierto por una seta, por aquello de la visualidad, de mantequilla, que se funde con un soplete ante los ojos del comensal, que ve cómo se integran idílicamente ambos ingredientes. No podía faltar el paraíso sonado: sopa thaï crocante, con sabor a marisco y aspecto de hamburguesa, se come con la mano, dispuesta sobre hierbas y flores. Inspiración plena en el “Rouge”: salmonete con jugos de remolacha y cerezas. La merluza rebozada sobre salsa de chipirones toma cuerpo en un lomo con gabardina negra, la mejor gabardina que nunca comimos, a la que acompaña un panais de vainilla y un yogur perfumado con rosas. Swiss Air: un sobre aéreo, que se entrega al comensal, quien lo abre, rompe la bolsa de vacío que está dentro y vierte su contenido sobre el plato. Un pichón cocido a baja temperatura empapado en su jugo acaramelado. Y la repostería igual de genial: los petit fours más imaginativos que existan sobre el planeta, entre los que nos permitimos nombrar el alucinante sachet coca “ini”.



7,5

Hertog Jan

Gert De Mangeleer
Gert De Mangeleer
País: Bélgica
Localidad: 8200 St-Michiels-Brugge
Dirección: Torhoutsesteenweg, 479
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(+32) 050673446
Cierra: Domingo, lunes, 13/8 al 31/8 y noviembre
Precio: 90/150 €
Precio menú degustación: 50 y 75 €


  • Patata con café y parmesano
  • Patata con café y parmesano
  • Navajas con arroz frito y pepino
  • Navajas con arroz frito y pepino
  • Sardinas marinadas a la Mimolette
  • Sardinas marinadas a la Mimolette
  • Cigalas con zanahorias confitadas, albaricoque y cardamomo y crema de piel naran
  • Cigalas con zanahorias confitadas, albaricoque y cardamomo y crema de piel naranja
  • Pichón de Bresse con cerezas marinadas, vainilla, regaliz y chocolate
  • Pichón de Bresse con cerezas marinadas, vainilla, regaliz y chocolate

Gert De Mangeleer y Joachim Budens son dos jovencísimos profesionales que se hecieron con la propiedad de este conocido restaurante en julio de 2005, que tras obtener un exito fulminante, dada la esplendida relación calidad-precio del establecimiento, se han marcado conseguir alta metas profesionales. Pertenecen a esa nueva gerenación que emerge vigorosa en Belgica - país clásico y afrancesado -, en pro de la modernización culinaria y que enarbola las banderas de la personalidad y la idiosincrasia. Por tanto, su obra se encuentra en proyección y fase de definición, concibiendo recetas y buscando un estilo, siempre acordes con un espíritu contemporaneo.
Gert De Mangeleer, el chef, demuestra intención y asume riesgos. Se constata desde los aperitivos, siempre originales, siempre refinados, tienen encanto, independientemente de lo más o menos acertados que resulten. Las ostras con pepino, crema agria y mousse de soja, además de imaginación y delicadeza, alardea de excitantes contrastes, llamados a gustar a los gourmets que anhelen intensas sensaciones. El brioche con buey de mar, sesamo y limón confitado es otro maravilloso abreboca que tiene a bien renovar un canapé clásico aportandole contrapuntos sapidos muy ocurrentes y satisfactorios. La navaja con arroz frito y pepino aúna temperamento y fantasia brindando sensaciones inéditas ciertamente placenteras. Algo más convencional y mucho más resultona es el puré de patata con café y parmeggiano-regiano rallado. Y el huevo relleno con crema de coliflor y gelatina de crustáceos refrenda la tendencia a compaginar sabores historicos con otros innovadores; resultando la mezcla muy, pero que muy gustosa.
Ya en platos, las vieiras marinadas a la menta con nabos y avellanas, crema de foie gras de oca y vinagreta de cacao es una composición audaz y con mucho empaque que alegra sin entusiasmar. Colosal la siguiente fórmula: jets d´houblon con jugo de cerveza rubia, puré de colinabo, huevo cocido a baja temperatura y bellisima galleta con flecos de parmegiano-reggiano; para darle a la cuchara hasta que el cuerpo aguante. Muy naturales y a la vez bien vestidas las sardinas levemente marinadas a la mimolette con crema de limón confitado, migas de aceitunas negras, aceitunas verdes, anillas de cebolla y brotes. Clarividente, virtuosísima, harto sofiesticada y preciosista la cigala gigante salteada con zanahorias confitadas, crema de albaricoque y cardamomo, puré de piel de naranja y aceite perfumado con azafrán y zanahoria; un mundo de sensaciones mágicas. Manjaroso, excelso...el pichón de Bresse, impecablemente tratado, que se ofrece con contrastes conmovedores: cerezas marinadas, chocolate amargo, vainilla y regaliz. ¿Quién da más?. Y en similar nivel gastronómico se encuentra el majestuoso cordero de Limousin ¡Qué calidad! Confitado a 65 grados ¡Que precisión! Prolificamente engalanado con patatas confitadas y troceadas con al i oli, salsa con tomates y berenjenas y aceite de oliva a la albahaca; una apetitosa orgia en la que relamer la carnaza. Y los postres nos llevaron a brindar por el futuro, de lo que se ocupo con la diligencia que le distingue Joachim Budens, maitre, sommelier...un maestro en la materia.



7

Auberge de la Galupe

Stéphane Rouville
Stéphane Rouville
País: Francia
Localidad: 64240 Urt
Dirección: Port d´Urt
mapa
(+33) 0559562184
Cierra: Domingos noche y miércoles. Y también los martes de octubre a marzo
Precio: 80/140 €
Precio menú degustación: 77 €


  • Anguilas
  • Anguilas
  • Lubina con espárragos trigueros
  • Lubina con espárragos trigueros

Stéphane Rouville es un profesional forjado en los fogones. Destaca su saber hacer; la solidez que se aprecia en sus preparaciones. Hay mucho fondo de cocina. Y también amor, vocación. Y coherencia con una forma de ser y entender la vida, serena, tranquila, si bien no estática. Su estilo obedece a un clasicismo actualizado. Sus formulas no van impregnadas de una imaginación impactante; más bien se sustentan en la sabiduría, la técnica, la elegancia y la armonía. La meta del chef es ser honesto – los productos son magníficos –, meticuloso y proporcionar mucha satisfacción, lo cual logra. Y también logra admiración. Estamos ante un artesano sencillo, coherente y feliz, que se gana la vida haciendo lo que siente y le gusta. Por tanto, una mesa para disfrutar, una coquinaria empeñada más en convencer que en impactar.

Hay un sistema de comidas abiertas a todos las apetencias y disponibilidades. Se pueden elegir distinta cantidad de platos a precios fijos, que van de 38 a 68 €, llegando al menú degustación: 77 €. Sea cual sea la opción, de lo que se puede estar seguro es la copiosidad de las raciones. Abundancia que llega con los aperitivos y que culmina con los petits fours. Así la galleta de morcilla y manzana, que llega después de distintos hojaldres y abrebocas de charcuteria, sacia de gusto y suculencia. Fenomenal por la calidad del hígado, verdaderamente hermoso, así como por la hechura, la terrina de foie gras, refinada, cremosa y sutilmente condimentada, que se acompaña de un excepcional pan de avellanas y uvas; llama a la gula.
La anguila del Adour frita, crocante por fuera y jugosa por dentro, se ofrece con un jugo de perejil y una crema de ajos confitados; estupenda en su sencillez. La lamprea pescada en el Adour a la bordelesa merece la consideración de memorable en su ortodoxia: pieza grande, hermosa, muy gelatinosa, sabrosísima, con una cocción precisa, que exalta sus cualidades intrínsecas, y una sibarítica salsa de vino tinto y su sangre, que el comensal puede servirse a su gusta. Y el cordero de leche del Pais Vasco, bien sea en paletilla o en noisettes, preferible la segunda opción, que se sirve con quinoa, mantiene el tono general de la casa.

Otros platos interesantes de la carta, que suma 13 propuestas, son el gratinado de ostras especiales del Marennes con caviar de Aquitania, las cigalas reales a la plancha con raviolis de ajo y salsa americana y el foie gras del Sud-Ouest con manzana y salsa de Jurançon.

Se aprecia la consolidación del negocio, tras la etapa iniciada por la nueva propiedad en 2002, con muy buenas perspectivas.

 

ATENCIÓN: La Galupe ha cambiado de propietario; ya no es un restaurante 'gastronómico', pero la comida sigue siendo de calidad, con productos locales, menú a 16 €, carta de 15 a 30 €. Además consta de un ultramarinos y una librería.



7

Trattoria Ai Fiori

Stanislao Puzzer
Stanislao Puzzer
País: Italia
Localidad: 34124 Trieste
Dirección: Piazza Attilio Hortis, 7
mapa
(+39) 040300633
Cierra: domingos, lunes, del 25 al 1 de enero y del 3 al 25 de julio
Precio: 60 €
Precio menú degustación: 50 €


  • Sopa de frutos de mar
  • Sopa de frutos de mar
  • Crema de patata con pulpo guisado
  • Crema de patata con pulpo guisado

Una cocina con oficio la de Stanislao Puzzer, chef procedente de Eslovenia, que logra una perfecta simbiosis de tradición y vigencia. Por tanto, culinaria evolutiva, muy enraizada en la geografía y el Adriático, eso sí, refinada, aligerada y vestida sobriamente de actualidad. Nada de pretensiosidad ni de alardes de imaginación, saber hacer sensato, que reproduce gustos conocidos con efectividad. Se come bien, con elegancia y siempre armónicamente en un estilo aprendido impregnado de toques personales.

En consonancia con lo dicho, una celebérrima receta del Veneto y por extensión de la zona, el bacalao mantecato, ortodoxo y bien ejecutado, sabroso y cremoso, merecedor de un segundo platito. Lo sirvieron de aperitivo y un maestro en la materia como Víctor Arguinzoniz (Etxebarri 8/10 en esta guía) sugirió repetir; a lo que se sumo Martín Berasategui (9,25/10), con un “eso, eso”, personajes con los que compartía mesa tras asistir al congreso AlpeAdriaCooking, en Udine. El milhojas de tartar de lubina con salsa Nobu tenía tres inmensos méritos: la calidad del pescado, excepcional; el corte en trozos hermosos, que preservaba su manjarosidad y consistencia táctil y el aderezo, sencillo y muy resulton, sumando sin alterar la naturaleza de la lubina. Un tercer momento de gran satisfacción, que refrendo la profesionalidad del chef, fue la sopa de buey de mar, con exuberante guarnición del marisco, apenas cocido, sobre un rico puré de apionabo. El mar en todo su esplendor. Las vieiras con brocheta de zamburiñas sobre crema de puerros es una construcción simple que atesora un certero punto de hechura. En parecidos términos se desenvuelve el pulpo guisado con polenta, suculento y terso el cefalópodo. Menos interesante gastronómicamente hemos de considerar la pequeña lasaña con bacalao en salazón, alcaparras y olivas, en cuanto se convierte en una mezcolanza gustosa, en el que el sabor de conjunto prevalece sobre la pureza sápida de los componentes. Además, el pescado peca de una cocción convencional. Los langostinos especiados con tomate y caponata están bien resueltos y responden al más puro sentimiento italiano. Y los pescados - rodaballo, lubina, etc. - , siempre selectos, casi siempre jugosos, se ofrecen por lo general sin piel, lo que merma su carácter, con fórmulas fáciles y costumbristas: costra de patatas, verduras de temporada y salsa de pimientos; o cebolla confitada agridulce y espárragos gratinados.

Otro mérito del restaurante, que cuenta con la amabilidad en sala de Vlada Fovento, muy a tener en consideración es la fenomenal relación calidad-precio que ofrece.



7,5

Agli Amici

Emanuele Scarello
Emanuele Scarello
País: Italia
Localidad: 33100 Godia (junto a Udine)
Dirección: Via Liguria, 250
mapa
(+39) 0432565411
Cierra: Domingos noche, lunes, una semana en enero y dos semanas en julio
Precio: 60/90 €
Precio menú degustación: 58 €


  • Sopa de vino blanco con ñoquis de patata y erizos de mar
  • Sopa de vino blanco con ñoquis de patata y erizos de mar
  • Tortelli con callos y hortalizas
  • Tortelli con callos y hortalizas

Emanuele Scarello es un cocinero que expresa a las mil maravillas la cultura y el sentimiento italianos. Se inspira en elementos y recetas tradicionales para desarrollar una culinaria eminentemente de autor. Así “la busera di gamberi rossi...oggi” da pasos a unas espléndidas gambas rojas crudas dispuestas junto a una gelatina de pimientos y tomates secos, a un helado de pimiento amarillo, a un trozo de polenta crujiente, a una lámina cebolla crocante... una exuberante demostración de sabores tradicionales revestidos de modernidad y con el común denominador de la exquisitez. La hamburguesa de calamar, dorada por fuera y jugosísima en su interior, con crema de patatas y helado de aceite de oliva, es una nueva demostración de audacia y sensatez, impecable la ejecución y siempre reproduciendo gustos familiares con delicadeza; tan solo el error de no poner un cefalópodo fresco nos impide darle la alta nota que el plato merecería por idea y desarrollo. Logrados, mejor, muy conseguidos los platos de pasta, que tienen el valor de estas hecha en casa. Los raviolis con bacalao y sopa de maíz y vino blanco gozan de una perfecta cocción, de una sabia pureza y de unos complementos que estimulan la mente y el paladar, sin perseguir nunca la excentricidad. Los tortelli, soberbios, enriquecidos con buey de mar, cigalas y zotoleti, más la refrescante impregnación de una infusión de melisa y menta, merecen el calificativo de bravísimos. Igual exclamación se hace extensible a los tortelli con callos y hortalizas, una mezcla antológica desarrollada con un virtuosismo encomiable; emulamos a Pantagruel. Todavía se superaría el chef con el risotto, ilustrado con espárragos y hierbas; absolutamente inmaculado, con el arroz preservando su sabor y textura, si bien mágicamente ilustrado con los vegetales, que le aportaban ricura, naturaleza, ligereza, matices...inolvidable. Lleva el marchamo de Ivonne, la madre de Emanuele, una mujer con mucha sensibilidad y un proverbial don del gusto, que comparte los fogones con el hijo. El cordero Istriano, rosáceo y muy sabroso, con hinojo silvestre se distingue por su nobleza y magistral hechura, siendo los realces armónicos, pues estamos un estilo afable dentro de la innovación. Y los postres refrendan la filosofía y el bien hacer: la terrina de naranja con helado de almendra, la tarta de miel con helado de camomila y la consistencia de la Ricotta de Godo incitan a relamerse.

Por lo demas, Michela, la hermana del cocinero, ejerce en sala de perfecta maestra de ceremonias y entusiasta sommelier.

En pocas palabras, el restaurante más interesante, y con mucho, de Friuli Venecia Giulia.