Desde hace más de cincuenta años, la filosofía de base del restaurante Elkano se ha mantenido invariable. Aquí se encuentra siempre el mejor producto. Rodaballos, lenguados, almejas, langostas, kokotxas… Pedro Arregui, que en paz descanse, era inflexible, al igual que lo es Aitor: si el producto no está a la altura, tened por seguro que no llegará a las mesas de su restaurante. Tampoco hay que esperar recetas muy elaboradas: en Elkano el pescado se cocina con técnicas sencillísimas, con un respeto religioso por la materia prima. El triunfo de la esencialidad.