7,5

El Rincón de Antonio

Antonio González
Antonio González
Nazionalita: España
Localita: 49001 Zamora.
Indirizzo: Rúa de Los Francos, 6
mapa
(+34) 980535370
Chiusura:: Domingos noche.
Prezzo: 50/80 €
Menu di degustazione: 49 y 55 €


  • Sopa de tomate
  • Sopa de tomate
  • Garbanzos de Fuentesaúco al ajoarriero con hongos
  • Garbanzos de Fuentesaúco al ajoarriero con hongos
  • Bacalao ahumado con caracolillos, macadamaias ralladas y polvorón de naranja y o
  • Bacalao ahumado con caracolillos, macadamaias ralladas y polvorón de naranja y oliva
  • Cigala con morcilla y quesos zamoranos fundidos
  • Cigala con morcilla y quesos zamoranos fundidos
  • Pichón de Tierra de Campos con chutney de frutas secas
  • Pichón de Tierra de Campos con chutney de frutas secas

Una y otra vez hemos aseverado que pocos cocineros han demostrado una vocación artística comparable a la de Antonio González, profundamente comprometido desde hace décadas con la alta cocina moderna. También hemos repetido, por activa y por pasiva, que siendo todas las propuestas de su carta atractivas, casi siempre ha alcanzado los mayores logros en las articulaciones fundamentadas en los productos y el sentimiento zamorano, construidas, eso sí, con indudable personalidad y notoria imaginación. Ahora el chef, en su madurez, parece habernos dado la razón. Ha centrado y atemperado el mensaje, buscando la perfección, que logra proyectando sabores elegante y armónicos, que proporcionan resultados bastante más convincentes.
La carta alterna grandes éxitos con sus últimas ocurrencias. Entre los primeros hemos de resaltar el que lleva por título “nuestros escabeches con encurtidos de Zamora”, en esta ocasión tuvo por protagonista a una perdiz apenas acidulada, en compañía de láminas de queso de la tierra y pera. Mayor luminosidad supuso otro incunable: el tomate emulsionado con pan de Zamora y aceite de oliva, más anchoas y, todo ello, coronado con una escarcha de la misma crema. Sin lugar a dudas, una lúcida versión del salmorejo. Hay que levantar la voz para hablar de los antológicos garbanzos de Fuentesaúco al ajoarriero con hongos, que son, por calidad, cocción y sencillo y placentero aderezo los mejorcitos que se pueden papear en Castilla-León. Todo un platazo. Al igual que las carrilleras de ternera de Aliste bañadas en una reducción de vino de Toro con popurrí de setas de la Sierra de la Culebra.
Vamos con algunas novedades. Un alarde de cremosidad y gustosidad atesora la sopa de queso de cabra con mejillón, verduras frescas, patata y pan de hogaza. En el otro extremo el pulcro y original bacalao sutilmente ahumado con bígaros, macadamias ralladas, polvorín de naranja y olivas; un mundo de sensaciones refinadísimas. Carácter y arrojo volvió a demostrar la cigala a la plancha sobre un lecho de morcilla de Almeida con un fundido de quesos locales y piña confitada con miel de Sanabria. Antológico, por calidad intrínseca y materialización, el pichón de Tierra de Campos: las pechugas sangrantes, las alas escabechadas, los muslos a baja temperatura, todo impregnado de una reducción de sus interiores y alegrado con un chutney de frutas secas. En fin, uno acaba dando vivas al cocinero y a Zamora.



9

Combal.Zero

Davide Scabin
Davide Scabin
Nazionalita: Italia
Localita: 10098 Rivoli
Indirizzo: Piazza Mafalda di Savoia. En el Castillo de Rivoli
mapa
(+39) 0119565225
Chiusura:: Lunes y martes.
Prezzo: 100/200 €
Menu di degustazione: 100-160 €


  • Vitello Tonnato
  • Vitello Tonnato
  • Check salad pasta
  • Check salad pasta
  • Matrioska de Tropea
  • Matrioska de Tropea
  • Alcachofa baccarat con atún marinado
  • Alcachofa baccarat con atún marinado
  • Risotto con erizos de mar, sesos e hinojo
  • Risotto con erizos de mar, sesos e hinojo
  • Espaguetis con almejas al gusto bretón
  • Espaguetis con almejas al gusto bretón

Davide Scabin es siempre imprevisible. Ahora, en plena madurez, cambia de estilo. Quienes conocen profundamente su obra, aseguran que por cuarta vez. Etapa que no tiene nada que ver con la provocación irreverente y los alardes tecno de los primeros tiempos ni con la doctoralidad personal de los últimos años. Se encuentra en un estado de creatividad pura, en el que lo que verdaderamente importa es la originalidad y su consumación. Pureza y naturalidad intelectual y sápida. Concreción creativa y perfeccionismo. Nada es por que sí, nada resulta banal. Ideas clarividentes muy reflexionadas, productos estelares, técnica prodigiosa, elegancia y armonía, sobriedad y afinidad, escenificaciones tan bellas como sencillas. Todo está muy…………. muyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy pulido. El mensaje es profundo y se transmite con exquisita tranquilidad y sencillez.
Davide marca la diferencia interpretando el “vitello tonnato”: dispone dos coquetos e inmaculados raviolis de ternera cuasi cruda, por aquello de la forma, que esconden la sibarítica salsa tradicional de atún, tan sólo con dos adornos: cebolla roja de Tropea y hierbas del canónigo. Esencialidad mental y palatal que vuelve a quedar de manifiesto en el lomo de conejo con otra adaptación de un realce clásico: salsa “brüsca”, a base de vinagre y huevo cocido, más una insuperable juliana de zanahoria, calabacín y cebolla y unos brotes. La genial “check salad” en versión pasta: espaguetis al tomate; penne a la mantequilla y salvia; chioccole a la carbonara; fusilli con aceite, ajo y pimienta y unos mágicos espaguetis negros que saben a caviar, en homenaje a Gualtiero Marchesi. Otra genialidad sin ningún aspaviento: matrioska de Tropea, una cebolla con forma de milhojas, por aquello que se deshoja con los dedos, impregnado cada gajo de una salsa: regaliz, etc., todo sobre un fondo de yogur con caviar. Minimalista y antológica visión de la esqueixada: láminas de bacalao crudo con apoteósico tomate macerado en Cointreau y aceite de oliva virgen extra. No se puede ofrecer más con tan pocos elementos. Más de lo mismo: alcachofa frita (hojas) y cocida (tallos) con atún marinado. Langaroll: rollitos de carne cruda y foie gras rellenos de verduras y patatas con un bol de ensalada y salsa de soja en los que los baña el comensal, que ejerce de salsa y guarnición. Fortísimas sensaciones: risotto con hinojo, sesos de cordero y bisque de erizos de mar. Igual de temperamentales los alucinantes riñones a baja temperatura con pepino y ginebra. Y magistrales las dos ideas de la lengua de ternera, la mejor de Italia, la clásica asada con salsa de barolo y puré de patata ratte y la novedosa ahumada con emulsión de aceite de oliva virgen extra y ceps.
Recordemos algunos platos que han hecho historia. Sigue quedando patente la audacia en fórmulas tan clarividentes como la “check salad”, en la que ofrece un nuevo concepto de las ensaladas al disponer seis verduras crudas e independientes unas de otra, en distintos espacios, tan sólo pulverizadas con agua con sal ante la atenta mirada del comensal y adornadas con unos mínimos detalles de almendra, trufa y caviar. Nunca la cocina vegetal fue tan verde, ni tan natural. Los Candele Gerardo di Nola (la mejor pasta del sur de Italia) con cabracho, garbanzos, almejas y brécol significan llevar un plato de pasta a un grado de complejidad inenarrable sin afectar a la inmaculabilidad de todos los componentes, que se manifiestan en estado de gracia. Virtuosismo que queda patente, una vez más, en el arroz Acquerello (marca que goza máxima puntuación en este guía) mantecato con suculentos tropiezos carnosos de foie gras y láminas crocantes de alcachofas; exaltación de texturas y caracteres. Y así siguen sucediendo escenas y momentos gastronómicos estrepitosos: el filete de rodaballo con salsa de ostras, patatas fundentes al limón y caviar “Calvisius y una estrepitosa carne de ternera fresona, sonrosada, jugosa, suculentamente empanada con pan de grissini y camomila ¡Verdadero toque mágico de frescor!, que gusta de la compañía de un milhojas de patatas ratte y tartufo.
Qué no quepa la más mínima duda, Davide Scabin está en la etapa más dulce de su vida. 



7,5

La Tenda Rossa

Maria Salcuni
Maria Salcuni
Nazionalita: Italia
Localita: 50020 Cerbaia Val di Pesa (Firenze)
Indirizzo: Plazza del Monumento 9/14
mapa
(+39) 055826132
Chiusura:: Domingos y lunes al mediodía
Prezzo: 125/160 €
Menu di degustazione: 68, 75 y 92 €


  • Dados de hígado de añojo a modo de farsa aromática con salsa de Marsala, puerro
  • Dados de hígado de añojo a modo de farsa aromática con salsa de Marsala, puerro fundente y láminas de trufa blanca de San Miniato
  • Embutido de cerdo Cinta Senese acompañado de flor de col verde con un ligerísimo
  • Embutido de cerdo Cinta Senese acompañado de flor de col verde con un ligerísimo perfume de ajo y daditos de foie de oca

Ostenta dos estrellas Michelín. Se las merece, ya que responde plenamente a las características y filosofía de la citada guía. Una familia de gran categoría, Silvano, que se dedica en cuerpo y alma al negocio; un marco señorial y lujoso; un servicio con mucho oficio; grandes vinos por copas, por ejemplo Gaia 90; amplio surtido de panes, con formas, texturas y aromas muy diversos; un esmerado carro de quesos... en definitiva, un establecimiento con empaque.
La cocina, al frente de la cual se encuentra Maria Salcuni, responde al tipismo toscano impregnada de distinción. Clásica actualidad cargada de suculencia y, curiosamente, nada espesa. Sabores rotundos sustentados en productos impecables, a veces excelsos. Cuando uno come el plato de los pescados fritos (fritto de paranza), encuentra unas pescadillitas, cariocas, inmensas de frescor, igual que los pequeños salmonetes, repetimos, recien pescados; tampoco están nada mal los calamarcitos, todos ellos tratados con una técnica de hechura encomiable, saliendo crujientes y al punto rosa. Vamos, la simplicidad del mar realzada por una sencillez sabia a la que pone gracia unas verduras, a su vez, magistralmente cristalizadas.
La oferta de pasta es amplia y siempre gustosamente resuelta, sea con complementos del mar o de carne. Los espaguetis a la guitarra son en sí mismos artesania, que, conservando su identidad, se ve reforzada por los complementos, un estimulante perfume de albahaca, infinidad de calamarcitos enanos como una uña con una pincelada de su tinta, láminas de huevas de muggine (mújil, o mujol, o lisa)... vamos, una orgía para no decir basta. Sigue el alarde de sabrosura y elementos con los tortelli rellenos de calabaza amarilla (zucca gialla) con una leve sensación de humo, también de parmesano-reggiano, enriquecidos manjarosamente con amanita caesarea y tartufo blanco. Gulescos los saccottini, que cobijan en su seno unos nobilísimos tropiezos de “cinta senese”, el más considerado cochino de Italia, que se ven engalanados con unos ramilletes de brécol y unos dados de foie gras, apareciendo un fondo de ajo.
Académicas las carnes: hígado de ternera relleno de aromáticos en salsa de marsala con puerros fundentes y tartufo; el escalope de filete de ternera “chianino” con cazuela de hongos en diversas cocciones; el carré de cordero perfumado con hierbas y el célebre pichón, que se sirve la pechuga en una cocción media y la pata, ilustrada con foie gras, crocante, todo ello poseído por una agridulce salsa de mosto de uva, que impregna a la chicha de gusto a frutos negros.
En definitiva, una cocina muy apegada al territorio, al mercado, a la tradición... maravillosamente burguesa y muy gratificante.



7

Il Tufo Allegro

Domenico Pichini
Domenico Pichini
Nazionalita: Italia
Localita: 58050 Pitigliano (Grosseto)
Indirizzo: Vicolo dela Costituzione, 2
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(+39) 0564616192
Chiusura:: Martes y miércoles al mediodía
Prezzo: 40/60 €


  • Raviolis de patata rellenos de hongos al aroma de calamenta
  • Raviolis de patata rellenos de hongos al aroma de calamenta
  • Carpaccio de pies de cerdo, alubias de Sorano y tripa de bacalao de Islandia
  • Carpaccio de pies de cerdo, alubias de Sorano y tripa de bacalao de Islandia

Domenico Pichini es un personaje bohemio que se realiza cocinando. Su estado de felicidad se trasluce en el plato. Ofrece fórmulas regionales impregnadas de impronta y actualizadas que se distinguen por su inmaculabilidad y liviandad. En definitiva, la suya es una cocina sencilla y encantadora que conquista paladares y corazones precisamente por su naturalidad y buen gusto.
Un ejemplo de esa exquisitez de andar por casa la tenemos en la crema de alubias con picatostes y hierbas aromáticas, delicada y con un leve perfume que marca la diferencia. El plato de chacinería de “cinta senese” expresa la pasión por la nobleza: lomo, salchichón, salami de una calidad extraordinaria. El carpaccio de pié de cerdo con tripas de bacalao y alubias blancas de Sorano, tan solo aderezado con un chorretón de aceite de oliva virgen extra ecológico de la Toscana y un golpe de pimienta es de una sutileza arcangélica. Impresionantemente buenos los raviolis de puré de patata rellenos de cerdo al aroma de “mentuccia” ¡Que suculencia! Y la florentina de raza “chianina” selección “Cecchini”, hermosísima, en su punto de asado, jugosa a más no poder, mantequillosa, irradiando manjarosidad, manifiesta una carne y una estirpe estelares.
En la carta se ofrecen diversidad de opciones de pasta, igual que de setas: ensalada de hongos y amanita caesaria; sopa de ceps; ricotta con tartufo; nido de fettuccine y hongos con escalope de foie gras; paccheri con bacalao de Islandia, tomate fresco, olivas y alcaparras; pappardelle al azafrán con ragú de cordero; etc.; siempre bien interpretadas.
Por lo demás, conseguidos el cochinillo y el carré de cordero con costra de hierbas y patatas al romero, un magnífico surtido de quesos y una pasteleria sencilla y cautivadora: mousse de ricotta con chocolate y pera caramelizada.
El local corresponde a lo que es el negocio de Domenico y su mujer, Valeria: una ilustra casa de comidas con mucho encanto.



8,5

Vissani

Gianfranco Vissani
Gianfranco Vissani
Nazionalita: Italia
Localita: 05020 Civitella del Lago
Indirizzo: Strada statale 448
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(+39) 0744 950206
Chiusura:: domingos noche, de lunes a jueves al mediodía, miércoles y agosto
Prezzo: 150-250 €
Menu di degustazione: 100 Y 155 €


Uno de los cocineros más grandes que ha dado Italia. Un chef con impronta que ha universalizado e inmortalizado su nombre. Un comunicador que populariza la gastronomía en la televisión. Vamos, tantas y tantas y tantas cosas simboliza Gianfranco Vissani.
Su restaurante es, nunca mejor dicho, un dispendio de lujo, en el que el cliente recibe mucho más que paga, y eso que no es barato. Espacio, decoración, servicio...un palacio subvencionado por el propietario que expone su obra con magnanimidad. La cocina se caracteriza en primer lugar por su clasicismo vigente. Asume el patrimonio histórico y lo proyecta con personalidad: Gianfranco, sin lugar a dudas, la tiene. En ese sentido hay que decir que tiene propensión a un barroquismo muy meritorio; con independencia de si se sintoniza o no con el estilo. Cada fórmula va cargada de elementos y atesora mucho trabajo. Se constata un esfuerzo ímprobo y extraordinario equilibrio sápido. Sabores a priori intensos o confrontados que se resuelven con manifiesta sutilidad, incluso atenuadamente. Se constata un don innato del buen gusto e infinito saber hacer. Mucho oficio y unas cocciones, salvo excepciones, proverbiales en el arroz, la pasta, los mariscos y los pescados. En definitiva, uno siente en muchos platos el talento innato de un personaje hecho a sí mismo, que expresa la identidad y el sentimiento de un país.
Las anchoas en salazón con mantequilla salada de Normandia un tanto montada es un aperitivo que habla bien a las claras de que se seleccionan productos estelares y que sabe sacarles el mejor partido profesional. Otro detalle magistral para abrir boca: un refinado y suculento lampredotto con puré de calabaza y helado mantecato. Ya en platos, la merluza negra, crocante la piel y al punto rosa la carne, nunca mejor dicho, con sopa de berza al romero, puré de alubias rojas, costra de pan al ajo, diminutas zanahorias, espárragos verdes, cuenco de consomé con hongos crudos...es uno entre mil testimonios de la profusión de componentes y de la generosidad que hay detrás de cada construcción. Los espaguetis, al dente, verdaderamente tiesos, con parmegiano-reggiano espolvoreado a placer y con pimienta son, paradójicamente, una obra de arte que enarbola la sencillez y la humildad. Los raviolis de farro con foie gras envueltos en hoja de col negra y con salsa de erizos de mar terminan convertidos en una mezcolanza gustosa y un tanto pastosa en la que predomina el conjunto sobre la pureza; fáciles y muy gourmand. El risotto de carneroli con ostra, tíras de calabacín cubriéndolo en cruz, pimienta y salsa de albahaca atesora una textura pluscuamperfecta y un sabor del cereal conseguidísimo: mantiene la identidad y a la vez concentra suculencia. Otro momento estelar lo brinda el bogavante salteado con salsa de ternera a la naranja, puré de berenjenas al orégano fresco y una cazuelita de bisque con diminutas albóndigas. Y los apasionados del costumbrismo pueden pedir el canetón a la pequinesa con flan de calabaza amarilla al amarone, gratinado de cebolla cocida con el jugo del pato, garbanzos gratinados, galleta de patata, misticanza...Dios sabe cuantas cosas y todas en comunión con la santa tradición.
En pocas palabras, un restaurante sobresaliente con una culinaria convencional y virtuosa que despierta admiración.



7,5

Cenador de Amós

Jesús Sánchez
Jesús Sánchez
Nazionalita: España
Localita: 39793 Villaverde de Pontones (Cantabria)
Indirizzo: Pl. del Sol, s/n.
mapa
(+34) 942508243
Chiusura:: Domingos noche, lunes, del 24 de diciembre a finales de febrero
Prezzo: 55/100 €
Menu di degustazione: 38, 49 y 78 € €


  • Tuétanos Vegetales con Caldo de Verduras y Tuétano
  • Lentejas de La Armuña, Elaboradas como un Cous-Cous
  • Porrusalda Ahumada de Bacalao con Pimientos del Cristal Deshidratado
  • Arroz con Perretxikos
  • Rabas con Crujiente de Arroz
  • Pichón y su Albóndiga, Caviar y Mantequilla de Anchoas
  • Presa Ibérica con Jugo de Pimientos Rojos Asados y Verduras, además de Colmenillas

 Jesús Sánchez es un gran profesional forjado en los fogones y la buena gestión hostelera, que abarca varios proyectos en Cantábria, siendo este al que dedica su pasión por la alta culinaria. Paso a paso ha sabido convertir la casita rústica y noble, pero casita al fin y al cabo, que cogio hace años en una verdadera casona, en una mansión, que brinda infinidad de prestaciones, algunas lujosas y siempre en constante renovación. Se ha convertido en un emblema gastronómico de Cantabria.
Alta cocina moderna de autor fácilmente asumible. Acumula ya muchos platos consagrados en el tiempo por su cualificada clientela. Ahí está el refinado, sofisticado y sibarítico perfecto caramelizado de hígado de pato sobre bizcocho de vinagre con gelatina de moscatel y flores (Ver en Grandes Platos). Ahí está el lúcido y saciador recorrido por las texturas de varios quesos cántabros ilustrados con anchoas y pimiento. Ahí esta las memorables y preciosistas rabas con caldo de chipirón y crujiente de su tinta (Ver en Grandes Platos). Ahí esta el muy puro y a la vez barroco lomo de bacalao con harina de setas y jugo ligero de buey, un conjunto saciador. Y ahí están los callos, más tradicionales, imposible; más sabrosos, imposible; más gelatinosos, imposible; cuya salsa se sustancia con la esencia que desprende una morcilla lebaniega.
Tan imprescindibles platos no frenan las inquietudes del chef, que prácticamente ha cambiado el 85% de la carta en el último año. Ahora Jesus recibe a su clientela y le traslada a la barra inaugurada en mitad del comedor. Se pone los guantes y prepara ante la atenta mirada de los comensales una anchoa en salazón de Sanfilippo, emplata dos yemas de espárragos de Navarra y ofrece un chupito de un académico consomé clarificado y refrescado con hierba luisa, o citronelle. Un aperitivo de libro al que sigue, ya en la mesa, otro más librepensante: aceituna empanada con mostaza, magdalena de anchoas, crujiente de arroz y ajada y y un rizo de queso Picon-Vejes-Treviso.
Tan próximo recibimiento se mantiene a lo largo de la comida, ya que el cocinero se pasa dos o tres veces, para seguir interesandose sobre el parecer de los clientes. Aparece una ostra de Pedreña en escabeche con alcachofa y borraja; la composición impera sobre la magnitud del marisco. El tartar de carabinero con blini de cebolla y ensalada de algas
La comida alcanza un gran nivel con los tuétanos de verduras, una composición harto pensada y muy laboriosa en la que se da diferentes tratamientos, unos más naturales, otros más transformadores, a borraja, brocoli, alcachofa, zanahoria y nabo, que aparecen nadado en un exquisito consomé de verduras y tuétano, rematando la obra un medallón de éste y una yema de huevo a la que probablemente se haya tratado en salmuera. Una composición formidable a la que siguió otra más mundana y gulesca: una porrusalda ahumada de bacalao tintada con pimiento del cristal y adornada con un puerro tostado. Muy ingeniosa la visión de las lentejas de La Armuña, una vez rotas, trituradas hasta convertir en trocitos, se les da la visión de un cuscús, saliendo ciertamente consistentes, con un sabor muy distinto del de referencia, cuscús engalanado con guisantes lágrima, cebollitas, zanahorias mini, hierbas, bacon, etc. Memorable el arroz con perrechicos, en realidad perrechicos con arroz, este al dente y cocido por igual, impecable, propio de un grande de este cerial en Italia, con un sabor inmaculado, que hacia de formidable complemento de las setas, horniadas y crudas, para alardear de aromas boscosos; sibaritico. Convencional y efectivo el jargo con habitas, soja y jamón. En similar tono e igual de técnico la presa ibérica con jugo de pimientos rojos asados y verduras más  colmenillas. Y una obra de arte el pichón, las pechugas sangrantes, otras zonas en sabrosas albóndigas, coronadas con un caviar, con una esferificación y engalanadas con una mantequilla de anchoas; un mar y montaña en que se magnifica la pechuga de la ave, se le sacar audaz partido a otras partes y se le aporta en contrapunto suculento del estandarte marino cántabro.

En fin, solidez, sabiduria, efectividad...

 

 



7,5

Aizian

José Miguel Olazabalaga
José Miguel Olazabalaga
Nazionalita: España
Localita: 48001 Bilbao ( Vizcaya)
Indirizzo: Avda. Lehendakari Leizaola, 29
mapa
(+34) 944280039
Chiusura:: Domingos, Semana Santa, última semana de julio y las dos primeras de agosto
Prezzo: 60/ 80 €
Menu di degustazione: 42, 48 y 65 €


  • Tallarines de Chipirón con Alioli de Calabaza y Velo de Tinta Negra
  • Sardinas Semicrudas en Apio-Nabo Asado a la Sal con Crema de Sardinas Viejas y Quenelle de Ajoblanco
  • Vieiras Asadas con Alcachofas Confitadas y en Puré y Salteado de Espárragos y Hongos
  • Falso Risotto de Pulpo y Patata con Alioli de Mejillones
  • Ravioli de Cigala con Sopa de Hinojo y Trazo de Avellanas
  • Bacalao Pil Pil y Vizcaína
  • Rabo de Ternera Deshuesado con Crema de Cebolleta Fresca y Verduras Salteadas
 José Miguel Olazabalaga es un cocinero que domina el oficio sobradamente. Tiene mucho fondo de cocina y sabe articular con suma sabiduria. Platos harto trabajados que proyectan sabores amables y compensados. Nada de excesos, de contrastes fuertes, todo resulta delicado y equilibrado, tanto en las propuestas de corte local como en las universales que de todo hay, incluso entremezcladas, en la carta de este lujoso establecimiento, ubicado en el moderno y ostentoso hotel Melia, visitado por gentes de todos los continentes.
Para facilitar comercialidad, hay un apartado de grandes productos incontrovertibles: ostras Guillardeau, lomo y presa ibérica de Joselito, anchoas del Cantábrico en salazón, gambas de Huelva a la plancha, foie gras con caramelo agridulce y cabello de ángel al romero...entre otras gollerías.
Ya metidos en mayores elaboraciones, ahí estan los inmaculados y jugosísimos lomos de sardinas, semicrudos, dispuestos sobre un lecho de apio-nabo asado a la sal y fileteado, que gustan de una crema a la vieja usanza impregnada de gran refinamiento, que transmite el gusto de las sardinas viejas y que se culmina con una quenelle de ajoblanco. No puede ser más natural, más familiar y, a la vez, tan distinguido. Originalidad asumible y pureza que se repiten en los “tallarines” de chipirón, crudos y calientes, que se engrandecen con un alioli de calabaza y adornan con un velo de las tintas, que aportan belleza y textura, a su majestad el calamar. Pulcrituz que vuelve a quedar patente en la vieira asada, tal cual, que se engalana, como siempre, con varios motivos conmovedores: un exquisito puré de alcachofas, con éstas confitadas, impresionantes y con dos julianas, que sirven de base al marisco, una de espárragos y otra de hongos. ¿A quién no le placen estas composicioes? Mucho más si transmiten sibaritismo sápido. Otro valor seguro: un producto sobresaliente y una crema aterciopelada: ostras Guillardeau templadas, conservando todos sus jugos, sus esencias, sobre sutil crema de coliflor. Un plato más gourmand, el falso risotto de pulpo y patata con suculento alioli de mejillones, que transmite la sensación de un guiso marinero, dados los componentes y el realce. En verdad, sabroso; para saciarse. Académica y cosmopolita las cigalas en ravioli de pasta traslúcida nadando en una sopa de hinojo y con trazo de avellanas.
Lo hemos repetido innumerables veces y no nos vamos a cansar de hacerlo ahora. Siempre que acudimos a este restaurante nos tomanos una degustación de bacalaos. Las salsas, preservando el carácter del pil pil y la vizcaina, no pueden salir más elegantes, mejor acabadas. De cuchara de oro y diamantes.
Otros pescados, impecablemente tratados, el rape con espuma de patata y trufa, además de infusión de champiñones y la lubina, asada en su jugo, con toffee de cebolla morada de Zalla y patata asada.
Entre las carnes, consiguen una gran nota el pichón en dos cocciones, la pechuga sangrante y el muslo confitado, con maíz al azafrán y el rabo deshuesado, embebido de un concentrado fondo de carne, al que acompañan unos brotes de espárragos, una pieza de éstos salteada y una zanahoria, más una crema de cebolleta fresca.
La casa ofrecen tres menús, un ejecutivo, otro tradicional y el degustación a precios muy competitivos, que incrementan su negocio y atractivo, pues la relación calidad-precio no pueden ser más tentadora.

 

 



9

The Fat Duck

Heston Blumenthal
Heston Blumenthal
Nazionalita: Reino Unido
Localita: SL62AQ Berkshire
Indirizzo: High Street Bray
mapa
(+44) 1628580333
Chiusura:: Lunes y del 22 de diciembre al 9 de enero
Prezzo: 100/170 €
Menu di degustazione: 88 y 120 €


  • Merengue nitro de vodka y limón verde
  • Merengue nitro de vodka y limón verde
  • Homenaje a Alain Chapel
  • Homenaje a Alain Chapel
  • Foie gras sobre lecho de alga kombu
  • Foie gras sobre lecho de alga kombu
  • Falsa sopa de tortuga
  • Falsa sopa de tortuga
  • Salmón en gelatina de regaliz
  • Salmón en gelatina de regaliz
  • Sorbete de whisky flambeado
  • Sorbete de whisky flambeado

Heston Blumental es un mito de la gastronomía. A ello ha contribuido, entre otras cosas, la importancia que ha dado a la forma culinaria equiparándola con el fondo. En su obra conviven diferentes influencias y pasiones: esta presente la erudición francesa, reinventa recetas populares inglesas, investiga técnicas de vanguardia, desmitificación de valores..., todo ese mensaje, lo comunica de manera espectacular. ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! Son exclamaciones y expresiones que se contemplan constantemente en la clientela. Provoca y consigue una omnipresente escenificación del asombro. Estamos ante una gastronomía que necesita la complicidad del cliente: llamado a vivir, más que a participar, la gran fiesta de los sentidos, de todos los sentidos. La puesta en escena sobrepasa la imaginación y crea una atmósfera mágica.
Heston tiene una mente atómica. Valga como testimonio el frágil y exquisito, además de superrefrescante, merengue helado en nitro de vodka y limón verde perfumado con polvo de té; genial. Expresivo, contrastado, equilibrado y harto cromático el helado de mostaza en grano con gazpacho líquido de lombarda. Muy académico galo y a la vez muy impactante el homenaje que se dispensa a Alain Chapel: un cuenco que contiene por capas un puré de guisantes, una gelatina de codorniz, una crema de cigalas y una quenelle de parfait de higaditos, que se acompaña en otro vajilla con una tosta de trufa negra y se adorna en un tercer espacio con un musgo en neblina que evoca un amanecer en el bosque. Sabores tradicionales y gulescos, si bien siempre elegantes, siempre aterciopelados, en el porridge de caracoles: emulsión de perejil, tiras de jamón Joselito y juliana de bulbo de hinojo. Producto y cocción 10 en ocurrente armonía: foie gras sobre lecho de alga kombu al dente con puré de grosella, motas de vinagre balsámico y crujiente de bizcocho. Alicia en el País de la Maravillas, o la fantástica falsa sopa de tortuga: un caldo instantáneo obtenido a partir de un extracto de carne home made envuelto en una fina lámina de oro, que antes de deshacerse tomaba forma de moneda, para después de diluida empapar un paralelepípedo formado por lonchas de carne de buey y tocino y un falso huevo hecho de gelatina de nabo y azafrán. Alucinante barroquismo resuelto con milimétrica precisión: lomo de salmón envuelto en gelatina de regaliz, huevas de salmón, mayonesa de vainilla, pomelo y alcachofas. El esfuerzo, mental y material, siempre es titánico. Nobleza y meticulosidad que se exhiben por enésima vez en los platos de cordero y pichón, más sólidos y sobrios que otras construcciones. Más juego en la búsqueda y consecución de lo imposible: el sorbete flameado al whisky que se presenta a la mesa dentro de un cuenco inmerso en hidrógeno líquido rodeado de maderas; gracias a este sistema de servicio, el sorbete no se derrite aunque esté rodeado por las llamas. El último truco del mago de Bray, el concepto del caliente / frío llevado al extremo. Torrija con helado de huevo y crujiente de bacon....uno acaba inmerso en una duda irresoluble: si la ficción es realidad, o la realidad es ficción. Blumental es artífice de uno de los mayores espectáculos gastronómicos del mundo.

 

En cualquier caso, nos atrevemos a citar, mejor es de justicia, los nombre de Michel Guérard, Alain Chapel, Fredy Girardet, Joël Robuchon, Michel Bras, Ferran Adrià ...y Blumental como los que más nos han impresionado, impactado, anonadado...en la culinaria contemporánea. En consecuencia, Heston es un personaje trascendente que está haciendo historia. Posee un cerebro atómico. Su inteligencia solo admite un calificativo: nuclear. Su fantasia es aún mayor, rebasa todos los límites, se equipara a la de Julio Verne. Demuestra un compromiso permanente con las emociones; las incita. Para ello implica al comensal con el que establece una complicidad mediante juegos infantiles y mágicos. El espectáculo – circense – está asegurando. Triples saltos mortales en sala y constantes ironías que provocan la risa y la admiración. Logra crear una ambientación de ensueño. Alcanza el momento cumbre con el nitro-helado de huevo revueltos con bacon ahumado, torrija y gelatina de té. El maitre ejerce de prestidigitador. Coge una hoja de la rosa blanca que adorna la mesa. Con la mano la va dando botecitos hasta convertirla en un huevo. Sucedido, lo rompe y de su interior sale una especie de crema de huevo en que aparece uniformada la yema y la clara. La tira sobre una sartén y monta sobre el nitrógeno un revuelto que acabara sobre una torrija de pan y al lado de una gelatina de té. Por lo demás, es imposible hacerse a la idea ni viendo la repetición. Evidentemente, el chef logra robar el corazón de su clientela, que no puede resistirse a tanta y tan divertida seducción. El plato esta encantado y encantador. Un cuento de Harry Poter en la cocina.
Dietista de la gula que sabe los momentos precisos en que el gourmet agradece ser refrescado y aligerado para continuar con la orgía gastronomica. Maneja con supina inteligencia y precisión infalible los tiempos, los espacios, las cantidades, las intensidades... los sabores. Qué importantes son estos: la Madre Naturaleza ha dotado a Blumental de un paladar infalible. Por muy vivos que sean los elementos que dispone en el plato siempre impera la sabiduría gustativa: elegancia, sutileza, compensación, armonia...son palabras que se repiten una y mil veces durante un festín. ¡Qué refinamiento! Y este se plasma tanto en las composiciones innovadoras como en las de inspiración clásica. Es curioso observar como se alternan en carta construcciones con formatos y técnicas galácticas junto a otras que son relecturas talentosas de recetas ancestrales en las que se procura preservar en buena medida la memoria sápida. Eso define la clarividencia de su mente, que sabe superar tiempos, compaginar estilos diversos prevaleciendo su impronta y su espíritu inconformista. Estamos, que no quepa ninguna duda, ante un autor genial.
En The Fat Duck no cabe decir no. Hay que asumir los designios del artista. Esa apertura mental le sera recompensada con innumerable momentos estelares. Se suceden, salvo una o dos excepciones en un menú de 15 platos, los sobresalientes. La ostra con gelatina de fruta de la pasión y crema de rábano al perfume de lavanda representa una conjunción arcangélica de alegres matices. El helado de mostaza con gazpacho de lombarda refrenda el aterciopelamiento de los contrastes alardeando de pureza sapida. El film de musgo de roble con tostada de mantequilla de trufas es una alucinante escenificación del bosque, con aromas de amanecer en un día de niebla; el más grandioso homenaje que jamás se haya hecho a Alain Chapel. Las pasiones gourmand se satisfacen plenamente con el costumbrista porridge de caracoles con jamón de Joselito y vituras de hinojo; para darse a la gula. La honorabilidad del producto 10, la destreza en su hechura y la exaltación de la delicadeza, incluida la táctil, tienen un nombre: foie gras con gel fluido de almendras, puré de cerezas y gelatina de manzanilla. El sorbete de tosta de sardinas con ballotine de caballa invertebrada y ensalada de pescaditos y algas es de una audacia inenarrable plasmando añoranzas humildes. Colosal por manjarosidad y punto de asado el carré de cordero, que se ofrece con un etéreo gel de cebolla y con una pantagruélico guiso de patatas, cuello, mollejas y ostras. Una travesura mas: el cuadro de las gelatinas con sabor a Whisky. Y así, entre ¡bravísimo! y ¡bravísimo!, llegamos a la veinteava locura de este solidísimo astro de la docta insolencia: el vino con chocolate.
Heston Blumental es un niño prodigio con corazón de elefante que hace inmensamente felices a los gourmets.
El Fat Duck no tardará a deparar muchas novedades. Por fin aparecerá publicado el esperadísimo The Fat Duck Cook Book –que resume diez años de trabajo de Heston Blumenthal– y antes de finales de 2008 se suprimirá el menú a la carta; así que sólo se podrá pedir el menú degustación, después de muchos años completamente renovado, multisensorial y dedicado a la tradición británica reinterpretada en clave actual.
Probamos en primicia dos platos del nuevo menú, todavía en proceso de estudio. El primero es una falsa sopa de tortuga: un caldo instantáneo obtenido a partir de un extracto de carne home made envuelto en una fina lámina de oro que se vierte sobre un paralelepípedo formado por lonchas de carne de buey y tocino de Colonnata junto con un falso huevo hecho de gelatina de nabo y azafrán. El segundo es un sorbete flameado al whisky que se presenta a la mesa dentro de un cuenco inmerso en hidrógeno líquido; gracias a este sistema de servicio, el sorbete no se derrite aunque esté rodeado por las llamas. He aquí el último truco del mago de Bray, el concepto del caliente/frío llevado al extremo. ¡Genial!
 



7

Combarro

Diego Domínguez
Diego Domínguez
Nazionalita: España
Localita: 28020 Madrid
Indirizzo: Reina Mercedes, 12
mapa
(+34) 915547784
Chiusura:: Domingos noche, Semana Santa y agosto
Prezzo: 100/170 €


  • Percebes
  • Percebes
  • Rape con salsa de erizos
  • Rape con salsa de erizos

En esta suntuosísima marisquería se ofrecen piezas descomunales, las más grandes y las mas frescas, con las que los océanos satisfacen nuestras depredadoras y depravadas pasiones carnales. Sólo hay que tener un poco de suerte para encontrarse un dinosaurio marino. Langostas de 3,5 kilos, por ejemplo. ¡Qué nadie tenga envidia! Tan solo nos la enseñaron; como nos tentaron con un rodaballo de 11 kilos, al que no supimos decir que no, que nos sirvieron con memorables patatas y maravillosa ajada, de la que no dejamos ni una gota. ¡Que gelatinosidad! ¡Qué manjarosidad! ¡Hasta que jugosidad! Claro que siempre conviene recordar, ya que el establecimiento tiene tanta y tan variopinta clientela, a la que hay que satisfacer, que gusta el pescado poco hecho. Nunca olvidaremos el gozo que nos brindó tan romboidal pez a la gallega. Por si nos quedase alguna duda ¡Viva su majestad! ¡Viva el rey de los pescados!
Claro que esta visita, en compañía de mis amigos y admirados Cristino Álvarez (Caius Apicius) y Julián Gil (Yemas de Santa Teresa), había tenido ya momentos eufóricos, a los que también contribuyo la generosidad de Diego en descorchar botellas de Valdamor, vino de los Domínguez y del que el gran patrón, don Manuel, se tiene que sentir cada día más orgulloso. Grandes sensaciones que nos habían proporcionado sencillos condumios: un terso, bravío y perfectamente condimentado pulpo a feira; unos primorosos pimientos del Padrón doctamente fritos y dos jugosas empanadas de xoubas y de bacalao y pasas. Tras este picoteo, compartimos un plato de almejas gigantes, dos docenas de camarones, dos nécoras troceadas y un centollo de 1.800 gramos, exultante de frescor y carnosidad. ¿Qué celebrábamos? El último divorcio de Noemí Cambell. ¿O era de Claudia? ¿O de Madonna? Vamos, que había motivos sobrados.
Siempre hay que mirar el expositor y comprobar como llevamos la cartera. Lo mejor de lo fetén de lo excelso: percebes, ostras, cigalas, vieiras, navajas, berberechos, bogavantes, merluzas, lenguados, lampreas…en crudo, cocido o con recetas de gran raigambre.
Señoras y señores: los últimos viajes en busca de los tesoros en perdición.



7,5

DOM

Alex Atala
Alex Atala
Nazionalita: Brasil
Localita: 014411-011 Jardins (Sao Paulo)
Indirizzo: Rua Barão de Capanema, 549
mapa
(+55) 1130880761
Chiusura:: Sábado al mediodía y domingo
Prezzo: 120/180 €
Menu di degustazione: 100 €


  • Ensalada de Jambo y flores
  • Ensalada de Jambo y flores
  • Ensalada de calabacín y cigalas con vinagreta de pimienta de Cheiro
  • Ensalada de calabacín y cigalas con vinagreta de pimienta de Cheiro
  • Consomé de setas con perfume de la Amazonia
  • Consomé de setas con perfume de la Amazonia
  • Foie gras con crocante de arroz salvaje con consome de bonito
  • Foie gras con crocante de arroz salvaje con consome de bonito

Alex Atala es un nombre escrito con letras de oro en la historia de la cocina brasileña. El motivo: haber sido el primer chef de su país en haber obtenido el reconocimiento del mundo. Tiene en su honor dos inmensos honores: haber emprendido el desarrollo de la alta cocina moderna e identificarla plenamente con el territorio. Y un tercero que se deriva de ambos, liderar un movimiento renovador al que se están sumando unos cuantos jóvenes chefs que posiblemente propiciara una potencia gastronómica con neta idiosincrasia. Esa meta, seamos realistas, está por ver, no se improvisa, requiere años y años de esfuerzo, perseverancia, propiciar un cambio social, culturizar al público también , un público que hoy por hoy demuestra tener una encomiable aptitud hacía las nuevas tendencias, abarrotando restaurantes como este, al que acuden la gente más cosmopolita y chic. En definitiva, nos encontramos ante el icono de un nuevo tiempo y probablemente de otra realidad en embrión.
Sus platos brindan ciertamente sabores exóticos. Originalidad que se deriva sobremanera del empleo de ingredientes aborígenes. Productos que deparan sensaciones inéditas, sin referencias, epatantes, que se ven potenciadas por la manera de construir, muy en consonancia con la filosofía imperante en la alta culinaria contemporánea y que incluso se adornan en ciertas ocasiones con técnicas muy en candelero: esferificaciones, aires, espumas...Una simbiosis entre la reafirmación del paraíso terrenal – materias primas desconocidas – y el cielo doctrinal – filosofía moderna – expuesta con un colorido y un exhibicionismo exultante, muy en consonancia con la identidad brasileira. Impacto y visualidad con resultados gustativos notables.
La casa tiene platos legendarios como las ostras empanadas con preciosistas perlas de tapioca marinada; como el inmaculado y sibaritico consomé de setas al perfume de Amazonía con flores; como el honorable foie gras salteado revestido por encima con arroz salvaje crujiente y avellana, coronado con un helado de cambuci y nadando en un consomé de bonito ahumado; y como la suculenta y mantecosa paletilla de cordero al vino blanco con romero; entre otros.
Entre las novedades, especialmente interesantes resultan las ensaladas. La de cintas de calabacín con cigalas, vieiras, piñones, brotes...y salsa de mandarina atesora una pureza gustativa encomiable y alardea de una imaginación profunda y sosegada. Un tanto más rompedora y exultante de naturalidad hemos de considerar la de Jambo con flores, chipironcitos y un toque de soja. Los fettuccine de palmito pupunha con tomate, atún vuelta y vuelta y un rulo de calamar expone una exuberante manjarosidad. El risotto líquido de coco con aceite de menta, elasis y algas nori constituye un alarde de técnica rebosante de matices incisivos. Y así podríamos seguir con una retahíla de propuestas siempre muy trabajadas y más o menos virtuosas.