El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Sin lugar a dudas, la mejor sal del mundo es la que se recoge a mano en las salinas bretonas de Guerande y luego se seca al sol y al viento. Su principal característica es la tonalidad gris. La de Le Guérandais luce una intensidad muy subida, mantenida intencionadamente para conservar las partículas de arcilla, así como el aroma y el sabor de la alga dunalliela salina. Posee un gusto oceánico pleno, absolutamente natural, que le permite no repercutir ni quemar los ingredientes sazonados. Textura de grano, cristalina.