El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Lo mejor del espárrago, la yema y zona colindante, aproximadamente un tercio de cada pieza. De color marfil y de un grosor medio-alto, del calibre 8-12, sin excesos que repercutan en textura y sabor. Corte limpio al cuchillo. Cremosos, con consistencia, sin llegar a estar al dente. Poseen un sabor asombrosamente natural, muy propio de la hortaliza fresca, en nada asociado con la conserva, con notas terrosas, dulces y amargas, apenas cítricas, harto delicadas.