Es el emblema de una casa que personifica la historia del cava. Por consiguiente, un producto con el que tan acreditada empresa demuestra hasta dónde es capaz de llegar. Un espumoso con enorme personalidad, que le viene dada de las variedades y del porcentaje en que se mezclan – 50% chardonnay, 30% macabeo y 20% parellada –, así como del espíritu con el que ha sido concebido.
Explosión aromática, con extraordinaria potencia y persistencia, además de calidad, en la que predomina netamente la frutosidad, con notas cítricas, con percepción de la crianza. En boca se vuelve a exteriorizar la uva y el carácter de la chardonnay, deparando una sensación muy refrescante, a la que no es ajena cierta acidez y un atisbo amargo, sabores que se testimonian con sutileza, en correspondencia con la elegancia y la armonía que le distinguen. Delicadeza que se compatibiliza con una expresividad chispeante y en cierto modo corpulenta.