Kobe Desramaults es el mayor valor emergente de la cocina belga. Tras su formación con el grandísimo cocinero holandes Sergio Herman volvió a los 23 años a la braseria materna, que era poco más que una casa de comidas, ubicada en plena campiña,...
Domenico Pichini es un personaje bohemio que se realiza cocinando. Su estado de felicidad se trasluce en el plato. Ofrece fórmulas regionales impregnadas de impronta y actualizadas que se distinguen por su inmaculabilidad y liviandad. En definitiva, la suya es una cocina sencilla y encantadora que conquista paladares y corazones precisamente por su naturalidad y buen gusto.
Un ejemplo de esa exquisitez de andar por casa la tenemos en la crema de alubias con picatostes y hierbas aromáticas, delicada y con un leve perfume que marca la diferencia. El plato de chacinería de “cinta senese” expresa la pasión por la nobleza: lomo, salchichón, salami de una calidad extraordinaria. El carpaccio de pié de cerdo con tripas de bacalao y alubias blancas de Sorano, tan solo aderezado con un chorretón de aceite de oliva virgen extra ecológico de la Toscana y un golpe de pimienta es de una sutileza arcangélica. Impresionantemente buenos los raviolis de puré de patata rellenos de cerdo al aroma de “mentuccia” ¡Que suculencia! Y la florentina de raza “chianina” selección “Cecchini”, hermosísima, en su punto de asado, jugosa a más no poder, mantequillosa, irradiando manjarosidad, manifiesta una carne y una estirpe estelares.
En la carta se ofrecen diversidad de opciones de pasta, igual que de setas: ensalada de hongos y amanita caesaria; sopa de ceps; ricotta con tartufo; nido de fettuccine y hongos con escalope de foie gras; paccheri con bacalao de Islandia, tomate fresco, olivas y alcaparras; pappardelle al azafrán con ragú de cordero; etc.; siempre bien interpretadas.
Por lo demás, conseguidos el cochinillo y el carré de cordero con costra de hierbas y patatas al romero, un magnífico surtido de quesos y una pasteleria sencilla y cautivadora: mousse de ricotta con chocolate y pera caramelizada.
El local corresponde a lo que es el negocio de Domenico y su mujer, Valeria: una ilustra casa de comidas con mucho encanto.