El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Gusto muy característico de la aceituna negra provenzal, amarga, un amargor noble, conseguido, equilibrado...que deja un maravilloso sabor de boca. Es la sensación predominante, absoluta, que se ve complementada por pequeños matices, derivados del 20% de los restantes elementos: alcaparras, crema de anchoas, ajo, aceite de oliva, aceite de girasol, vinagre, sal y pimienta blanca. Textura muy picada y a la vez natural, se mascan los diminutos trocitos. En definitiva, una tapenade típica y con hechuras muy, pero que muy distinguidas.