El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Estamos ante una salsa vinagreta de autor, verdaderamente curiosa, que aporta mucho sabor a los ingredientes llamados a condimentar. Si la singularidad es una virtud, la nobleza otra todavía más importante. Confeccionada con aceite de oliva virgen extra (43%) y vinagre balsámico de Módena (31%), ambos de primeras marcas, a los que se ha añadido mostaza, piñones y hierbas, entre otros elementos, que la convierten en muy aromática. Prima en boca, además de la exquisitez, el carácter y la complejidad, deparando una sensación agridulce impregnada de calidez, insinuando un picante que no llega a cuajar. Dada su intensidad...aplicar con cuentagotas.