El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Igual que José Gómez un día se propuso superar su unánimemente reconocido chorizo cular con el lanzamiento de una pequeña partida de longanizas ibéricas de bellota, unos 4000 kilos al año, que obedecen a un paladar más gourmet y actual, en el 2005 repite la historia con este salchichón vela, que representa también una evolución gastronómica respecto del cular, del que se diferencia en varias cosas. Es mucho más delgado, aproximadamente la mitad de diámetro, lo que determina una menor curación: 4 meses. En boca resulta más delicado, fresco, jugoso, tierno, mórbido....fácil de comer; se ingiere mayor cantidad. Pese a que el picado es el mismo, da la impresión que la carne y la grasa se encuentran más integradas que en el cular. El aderezo, aromático y suave, lleva pimienta, ajo y sal, representa otro acierto.