El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Presenta forma de media esfera recubierta de ceniza que esconde una pasta blanca radiante. Posee aromas netos a leche de cabra, así como a avellana y madera. Ofrece un sabor caprino puro, inmaculado, de enorme concentración, así como una extraordinaria densidad gustativa y táctil, también untuosidad. Se paladea y funde la nobleza con suma exquisitez. Tiene una curación en bodega de mes y medio.