El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Un queso muy curioso, que asume la tradición francesa y que está muy en consonancia con las texturas más triunfadoras. Cremoso, fluido, líquido…, corre por el plato a nada que la madurez sea la apropiada y la temperatura de servicio la idónea. En cuanto al sabor, parece inspirado en una mantequilla salada, hasta diríamos que es ésta, suavizada y llevada a queso. Sabor lácteo neto que se ve enriquecido con suma sutileza por el perfume de un marc de Borgoña. Muy particular. Mereció la Medalla de Oro París 2004 en el Concours Général Agricole.