El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
No me pregunte para que sirve este mole. Eso es cuestión de echar una mirada al costumbrismo mejicano (alegrar nachos, burritos, tacos, quesadillas, etc.) o de echarle imaginación calenturienta (diluir en aceite y avivar ensaladas y verduras, por ejemplo). En realidad nos encontramos con una pasta densa granulada, en la que se masca la nuez, también cacahuetes, almendras y pan, que sabe a todos estos ingredientes y otros, y que pica, y tanto que pica por aquello del chile, que le aporta, además de carácter, una tonalidad rojiza. Extraordinariamente gustoso y harto agradable, transmitiendo enorme calidez y permaneciendo en boca durante muchos segundos, hasta más de un minuto. Muy particular y un tanto ancestral.
Distribución en España:
International Cooking Concepts
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