El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Andrea Paternoster lleva a cabo una apicultura de tipo nómada: ha seleccionado por todo el territorio italiano zonas especialmente aptas a las que llevar sus abejas, siguiendo el ciclo de las floraciones para producir miel monofloral (acacia, azahar, castaño, madroño, brezo, alfalfa, eucalipto, girasol, rododendro, sulla, romero, diente de león, tilo, trébol) o multifloral (milflores, milflores de los Alpes y diente de león y manzano). Quintessenza es la mejor selección de la casa: la miel procede de una zona específica, de un terruño, y es un "cru" que se obtiene a partir de los néctares que recolectan las abejas cuando la floración alcanza su punto culminante, por lo que presenta altísimos grados de pureza.
La miel Quintessenza de diente de león 2007 proviene de néctares del altiplano de Asiago, en Lavarone. Es de un precioso color amarillo vivo y dorado con reflejos blancos. Perfume intenso, floral, con aromas de amoníaco y heno fresco. Exquisito en boca, gusto envolvente, sugerente, dulce pero no empalagoso, y con una pequeña nota amarga al final. Textura perfecta, ni demasiado pastosa ni demasiado dura, se desliza bien sin adherirse a los dientes ni al paladar. Larga persistencia floral en boca. ¡He aquí que las abejas nos han obsequiado con una crema de alta pastelería! Paternoster recupera la máxima calidad de un producto antiguo y arcaico, base de nuestra alimentación desde sus albores.