El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Un picual jienense en absoluta plenitud comprometido con la máxima calidad y contemporaneidad. Expresiones determinantes e innovadoras. No verde, verdísimo, pistacho; más intenso y brillante imposible. En la nariz se manifiesta incluso por encima de la tonalidad, con total rotundidad, aromas francos, frescos, sobre todo frutados, propios de la oliva verde, la manzana y el plátano, con presencia de otras sensaciones: hierba fresca recién cortada, fundamentalmente hierba de trigo, aromáticas, también a tomatera y a almendra tierna ...una exuberancia de matices campestres digna de encomio. En boca sobresale su magnánima vitalidad, aceituna y vegetales, armonizada con asombrosa elegancia. Posee una entrada dulce tras la que aparece el amargor, un amargor que se convierte en valor relevante y permanente, sutil y noble en pocas palabras, para sacar con posterioridad un final picante, que sin eclipsar al amargor, sobresale sobre él, marcando carácter. Enjundioso, con mucho carácter.
Ha merecido innumerables Premios: Mejor Almazara de España 2013 de AEMO, Alimentos de España 08/09, etc., un número uno.