Los hermanos Vañó están haciendo un esfuerzo sobrehumano por la calidad que se ve recompensado con su acceso a la élite de los aceites españoles. Ahí se sitúan los Reserva Familiar de Castillo de Canena, que se comercializan de las variedades Picual y Arbequina. De esta última se producen aproximadamente 35.000 botellas de medio litro por campaña; selección de las mejores aceitunas que entran en la almazara cada noviembre.
Destaca por su extraordinaria delicadeza, redondez y enorme complejidad, dentro de una apreciable intensidad y buen cuerpo, y, sobre todo, su excepcional frutosidad, aromática y gustativa. Exuberantes fragancias vegetales: piel de limón, hierba luisa, hojas de tomate y aceitunas. Y en boca atesora un paladar creciente, muy evolutivo, donde la entrada, aterciopelada, acaba convirtiéndose en una explosión de sensaciones verdes impregnadas de un fino amargor y un insinuación picor final.