Nada. La nada. El vacío. Y la plenitud interior. La introspección generada por la ausencia de estímulos externos es el arcano último para el nacimiento de una vida íntima, secreta, remota, alejada del mundanal ruido y proclive a descubrir olvidadas esencias.
Pero, diréis, ¿esto qué es? ¿De qué nos habla este tipo? ¿Se habrá comido la seta equivocada?
No. Hablo del hotel Les Cols, de unos pabellones que, desde hace pocos meses, complementan el famoso restaurante de Olot y ofrecen una experiencia mística, interior. Puro budismo Zen.