Este viticultor y bodeguero, expresión máxima de la artesanía, se ha convertido junto a Gaja en los mayores símbolos del Barbaresco. Sin alcanzar la grandiosidad del 01, que le situó entre la élite mundial, este 04 refrenda la pasión por la viña y el saber hacer. Tiene garra, carácter, enjundia...hay materia prima y hay saber hacer enología. Floral, frutal y madera, en perfecto equilibrio, en sintonía. Bosque, confitura de ciruelas, regaliz, balsámico, especiado, sustancioso, con cuerpo, calidez, carnosidad, tanicidad y complejidad. Predomina el tono amargo, expresado con sutilidad, sobre un fondo ácido. Personifica muy bien la zona, el terruño y al autor. Nobilísimo.
100% Nebbiolo. 18 meses en barricas de roble de Allier, 30% nuevas. Se embotelló en julio 2008.