El crianza de la Ribera del Duero con mayor éxito en la restauración en la dos últimas décadas. Se suele acabar en la mayor parte de las cartas gastronómicas a mitad de año. Las razones son incontrovertibles: la magnífica calidad que atesora y el interesantísimo precio en el mercado. Este 12 refrenda tanto la filosofía como su trayectoria histórica.
Evidentemente frutoso, tanto en nariz como en boca, fruta negra impregnada de notas tostadas, con unos taninos dulces, muy agradables, mostrando bastante carácter. Fuerza, vida, estructura, untuosidad, armonía...todo muy compensado y ciertamente estimulante.
91% tinta fina, 6% cabernet sauvignon y 3% merlot. La fermentación la hizo en pequeños depósitos de acero inoxidable y en tinas de roble francés. Permaneció criando en barricas de robles francés y americano durante 12 meses. Se encuentra en botella desde abril de 2014.