Mucha fruta, mucha complejidad aromática, con secuencias de cerezas, ciruelas, especias y tostados, con una buena compensación entre materia prima y crianza. En boca se muestra elegante de entrada, para sacar un gran armazón, sobresaliendo la fruta, así como un amargor que le da mucha personalidad, con tanicidad y acidez muy pulidas, con un final persistente, compacto y redondo.
60% cabernet sauvignon, 30% merlot y 10% cabernet franc. Permanencia en barrica 18 meses. En botella desde el mes de mayo de 2002.
Este 2e cru classé ofrece una relación calidad-precio interesantísima. Potente, sustancioso, estructurado y tánico, pero con esa elegancia innata y aprendida, ese refinamiento francés que distingue a los vinos de Burdeos y que les ha encumbrado a la gloria. Terruño y saber hacer.
Por la nariz y...
