El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Es un canto y un homenaje a la almendra: desde su presencia hasta su sabor, pasando por su textura, la almendra, de la variedad marcona, llena los ojos, amarga dulcemente, cruje con estruendo, a lo que también contribuye la miel de romero, escogida con lupa, como los ingredientes con los que trabaja este artesano, Alfredo Mira. Añadamos que los turrones A. Mira Monerris se distinguen por su armonía, refinamiento y nobleza. Su producción es limitada, vendiéndose únicamente en los despachos que la familia posee en Santander, donde se ha hecho célebre. Recibe pedidos de todas las comunidades de España y envía hasta a países americanos. Los vende a peso, tanto el de Jijona, la estrella, como el de Alicante y el de avellanas. También hace unas tortas imperiales de aúpa.