El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Es, con neta diferencia, el lomo de cerdo ibérico alimentado con bellota número uno del país. Se caracteriza por su liviandad en humo y pimentón, lo que redunda en beneficio de la carne, que impera netamente, con toques enriquecedores de los citados ingredientes. La textura es otro valor relevante, ya que, a pesar de estar curado (6 meses), mantiene jugosidad y ternura, por lo que resulta de fácil mordida. Al paladar es una explosión de sustanciosidad, fundiéndose la abundante grasa que posee con la sabrosura del magro, hasta saturar el paladar; infinito. El aroma, exuberante, también incita a darle a la manjarosidad.
Es aconsejable, dada su intensidad gustativa, cortarlo finamente.
La comercialización ronda las 25.000 piezas al año.