El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Postre inspirado en la más célebre golosina creada en las últimas décadas: el archifamoso y omnipresente “Coulant” de Michel Bras, que han ofrecido y ofrecen cientos de restaurantes y que ha inspirado múltiples variantes. El propio cocinero de Laguiole lo ha industrializado; igual que ha hecho esta gran pastelería tolosana, que ha desarrollado una gama industrial de recetas consagradas verdaderamente encomiables. Es el caso de este fondant, que brinda una corteza exterior crocante y muy gustosa, en la que se deja notar sabores intemporales: cacao, mantequilla, yema de huevo y almendra, tras cuya ruptura corre el chocolate líquido, que se expresa con nitidez. Tiene un encantador contraste táctil y depara un sabor fácil y gratificante.
Necesita un poco más de calor que el que señalan las indicaciones de la caja: 15 minutos a 200 grados en el horno.