El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima por dos razones: sapita y táctil. En cuanto a la primera, sobresale exquisitamente la presencia de la avellana del Piamonte, que llega a representar el 68%, que aporta un fino amargor potenciado por el chocolate y compensado con una delicada dulzura. Sabe, insistimos, principalmente a avellana, luego a chocolate y el azúcar aparece muy atenuada. En lo que respecta a la segunda, no puede ser más cremosa, funde su consistencia y sustanciosidad de una manera evanescente, acariciando el paladar.