El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Piezas pequeñas, de apenas 8 centímetros de largas por 1,5 centímetros de anchas, que denotan una delicadeza extraordinaria en sus carnes, que además no han sufrido un exceso de cocción, con una textura entera y prieta, carnosa y tierna. Creo que en asunto de pescados son una conserva única, que puede competir, si no superar a las anchoas microscópicas de esta casa, tamaño 40/50. Sabor muy natural y nada repercutido por el aceite de oliva, que aporta untuosidad.