El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Cautiva a la nariz, tanto por intensidad como por complejidad y redondez. Imperan las sensaciones frescas y francas, vegetales, frutosas, tomate, manzana, con la inconfundible presencia de la aceituna y el aceite, con un leve amargor. En el paladar resulta extraordinariamente frutoso, recuerda a rúcola, alloza y tomate, con una primera impresión dulce, que da paso al amargor , para terminar con un atemperado y sostenido picor.
En su composición intervienen un 75% de picuda y un 25% de hojiblanca.