El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Prestigioso aceite navarro de la variedad arbequina, obtenido de la finca que Alfredo M. Barral tiene en Monteagudo, en un proyecto de agricultura orgánica.
Se caracteriza por su extraordinaria delicadeza, tanto en nariz como en boca, dominando la elegancia y la armonía sobre la potencia. Impera la frutosidad, una frutosidad rebosante de notas vegetales, como hojas de olivo, tomate verde y hierbas, que dan vida y esplendor al carácter del zumo de aceituna, impregnado de un suave amargor que recuerda a la almendra. El picor es, como todo en él, muy sutil. Por tanto, un producto de una finura exultante.