Piel de Sardina con Anchoa en Salazón

Nacho Manzano es uno de los cocineros españoles con mayor capacidad para dictar un mensaje personal, que, por lo general, tiene acento asturiano. Vamos, que conoce de la bondad, mejor, de la manjarosidad de los productos de su tierra, que pone en escena dándoles relevancia. Otra virtud de la que hace gala es la clarividencia mental. Construye con soltura y posee un don innato del buen gusto para transmitir sabores refinados y armónicos. Todas esas cualidades se dan cita en este poema, poema genial dedicado al Cantábrico.
Seguramente habrá a quien le parezca una simpleza. Otros pensamos que no existe nada más difícil que marcar la diferencia con tan sólo dos elementos. Si esto ya es harto complicado, se acrecenta el mérito si esos dos ingredientes forman parte del patrimonio gastronómico. Juntar dos pescados y dos tradiciones, superponerlos y lograr algo magnánimo, es algo excepcional. Aquí tenemos una anchoa en salazón recubierta de piel de sardina con un milímetro de sus carnes incrustadas. La primera aporta sabrosura y la segunda grasa y gelatinosidad. Frio y caliente. Se complementan idílicamente. Compatibiliza lo, a priori, inmejorable. No desmerece de las anchoas en salazón ni de las sardinas asadas. Repetimos, minimalismo genial.