La tortilla con mayor presencia de huevo de cuantas se ofrecen en las barras de Donosti y, consecuentemente, bastante más jugosa que casi todas. Obedece a uno de los estilos más habituales: patatas confitadas en aceite de oliva, que se presentan en trozos pequeños, entremezcladas generosamente en huevo y enriquecidas comedidamente con cebolla, que prácticamente no se ve y palpa y que se atisba que está ahí. Una tortilla de patatas y huevo muy equilibrada, melosa, donde el huevo se funde con la patata, mostrándose yemosamente sin asustar a nadie. Nítida, refinada y elocuente. Llamada a gustar a todo el mundo, dada su inmaculabilidad, sensatez y armonía.
Téngalo en cuenta, ya que la cocinera tiene muy clara su estrategia: “Yo hago una tortilla y cuando quedan tres pinchos empiezo a preparar otra. Puede ser que entre una y otra no haya tortilla, o que no la demanden en ese momento y día, y quede fría. Simplemente procuro que haya pinchos y que estos estén calientes, para lo que vengo a oficiar entre 6 y 10 por la mañana y unas 4 o 6 por la tarde. El horario más seguro: 11.30 a 13.30 y de 19.00 a 20.30. Se puede encargar entera ( equivalente a 8 pinchos) para comer o cenar en las 6 mesas que hay en el local o en la terraza.”
¡Ah!, para que no haya decepciones: taberna pequeña y austera en su decoración, pese a estar en el mismo centro de la ciudad. Sin embargo, la atención es cercana.