Estamos ante una buena tortilla familiar, sin grandes particularidades, que responde al prototipo más extendido en el país y en la ciudad de A Coruña. Patata en trozos pequeños, bastante deshecha, confitada en aceite de oliva con una jugosidad media, sin que cremosee el huevo. Vende una enormidad por las mañanas, entre otras razones, porque el establecimiento, muy sencillo, muy de andar por casa, está al lado del mercado de San Andrés. Esta muy rica y tiene el aliciente de ver como te la preparan delante de tus ojos, ya que los fogones están en medio del bar.
