Pablo Payo y Dominga Ortega abrieron este encantador y rústico establecimiento en el Año Santo Compostelano 1965. De entonces a ahora se ha convertido y así es proclamado, Mesonero Mayor del Camino de Santiago. Ello por un doble motivo, por su grandeza en el noble arte de asar y por los miles de sopas con los que ha obsequiado a miles y miles de peregrinos. Su virtuosismo y su bondad le han proporcionado la popularidad, que se ha visto recompensada con un segundo negocio, también ubicado en la Plaza Mayor, que lleva el nombre de Mesón Los Templarios, más voluminoso y sofisticado. Los cuatro hijos del matrimonio de Pablo y Dominga atienden hoy los mesones: José María, Dolores, Javier y Pablo, siendo este último el que se ocupa de asar para los dos locales, en un horno de panadería sito al lado de ambos, del que se transportan las viandas. Alimenta el fuego con leña de castaño, roble y cepas viejas. El tiempo de estancia al fuego va de 120 a 135 minutos. Al cuarto de lechazo se le desposee previamente de la «tela», se sazona con sal fina el día anterior y, a veces, según plazca al maestro asador, se le unta levemente con unas pinceladas de manteca; no siempre. Se deposita en una fuente hermosa de barro, se rocía con un poco de agua, que se vuelve a incorporar mínimamente al dar la vuelta a la pieza, a mitad de cocción. Los lechazos se meten al horno en diferentes tandas, de manera que vayan saliendo según llegue la clientela, aunque siempre lo más inteligente es llamar y señalar la hora exacta en que se va acudir, para así garantizarse el punto de asado y la jugosidad perfecta.
Además del lechazo, que congrega parroquia numerosísima los fines de semana, llegando a asar entre 20 y 25 diariamente, hay que darse el gustazo de una morcilla rústica realmente gratificante, de cebolla y arroz, poco picada y forrada en tripa natural de cerdo, que destella aromas a anís, comino y pimienta, lo que le aporta complejidad a la suculencia. Y si la morcilla, hecha en casa, es soberbia, la sopa castellana merece encendidos elogios, por lo delicada que resulta, con un pan deshecho e impregnado de sutil sabor y atractivos tropiezos de jamón. Y de postre, los hojaldritos almendrados.
Pablo Payo
Restaurant;: Mesón de Villasirga
Pays: España
Localité: 34448 Villalcázar de Sirga (Palencia)
(+34) 979888089japaor@live.es Jours de fermeture: De enero a junio, las noches (de lunes a jueves) y en Navidades
Prix à la carte: 17,50 € la ración
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Dos décadas hace ya que Mariano Cuesta instaló su asador en una bonita casa rural rehabilitada, con agradable ambientación. Es uno de los «clásicos» de la zona, por lo que los fines de semana son muchas las personas que acuden aquí a saborear sus asados, lo que hace imprescindible la reserva y el encargo de la pieza.
El horno es de ladrillo de recocho, que tiene la virtud de absorber la humedad. Se alimenta con leña de encina. Los corderos, de raza churra, se traen de La Velilla. A la hora de proceder, se les conserva la «tela», como es clásico en toda esta zona segoviana. No añaden manteca de cerdo y las piezas van al horno con un poquito de agua. A eso de una hora y cuarto u hora y media de cocción se les da la vuelta y se adiciona un chorrito de vino blanco, para aportar sus aromas. El tiempo total de permanencia del cordero en el horno está entre las dos horas y las dos horas y media.
La Posada de Javier ofrece una carta que sobrepasa los límites convencionales de un simple asador. De su cocina, además de la clásica ensalada para acompañar al lechazo, salen platos de línea casera, tradicional, dignamente resueltos. Así, las posibilidades abarcan cosas como los judiones de La Granja, el revuelto de setas y mollejas, la menestra de verduras, los calamares en su tinta, alguna propuesta de caza en temporada, buena carne de vacuno...
En el apartado de los postres, buenas tartas caseras. En cuanto a la bodega, no faltan conocidos tintos de La Rioja ni de la Ribera del Duero; uno de esta última procedencia, joven, es el vino de la casa. En resumen, La Posada de Javier se mueve en un buen nivel en lo referente a su condición de asador que se ha ganado su fama a pulso, sin perder de vista la posibilidad de que no todo el mundo sea aficionado al lechazo y prefiera comer otra cosa, algo que aquí puede hacerse sin problemas.
Mariano Cuesta
Restaurant;: La Posada de Javier
Pays: España
Localité: 40160 Torrecaballeros (Segovia)
(+34) 921401136info@laposadadejavier.es Jours de fermeture: Domingo noche, lunes y en julio. Abre cenas viernes y sábado
Prix à la carte: 41,20 € el cuarto
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En una rectoral del siglo XVIII impecablemente restaurada y decorada, junto a la iglesia románica de Torrecaballeros, se encuentra este establecimiento, que también fue en el pasado posada y parador, que dirige Gregorio Rico y que, aunque trabaja bien el horno de asar, es, en su filosofía y ejecutoria, bastante más que un asador al uso.
El horno, grande, es de ladrillo refractario y se alimenta con leña de encina. Los corderos, de raza churra, suelen proceder de la localidad de Sacramenia, próxima a Sepúlveda. Van al horno con agua y unas gotas de zumo de limón; se les mantiene, como en toda la zona, la «tela». El tiempo de asado está entre las tres horas y las tres horas y media. La cocina, que corría a cargo de Fernando Arribas, sólidamente formado, ahora lo hace a manos de Santiago García.
El cordero llega al comensal en un loable punto de jugosidad, con la piel suficientemente curruscante, sin llegar a ser crujiente. La ensalada que suele acompañar al asado está cuidada e incluye lechuga, tomate, cebolla y berros.
La carta trata de dar respuesta tanto a la demanda del público segoviano como a la del foráneo. De ahí que ofrezca el clásico picoteo –morcilla, chorizo, picadillo, pimientos...– junto a otras opciones de mayor cuantía, como judiones de La Granja con pie y oreja de cerdo o con liebre, chipirones con garbanzos o una atractiva ensalada de escabeche de caza con vinagre de frutas rojas. Hay algún pescado, cabrito, cochinillo y espectaculares cortes de carne roja. Los postres también se salen de la rutina habitual. Buena bodega, con Riojas y Riberas del Duero. (Como vinos de la casa, hace años, servían un crianza de Viña Alberdi en los primeros y un 94 de Viña Sastre en los segundos.)
La preocupación por las cosas bien hechas y el buen gusto que domina en esta casa hacen que La Portada de Mediodía se distancie, en filosofía y entorno, de los sabores de corte habitual.
Gregorio Rico
Restaurant;: La Portada de Mediodía
Pays: España
Localité: 40160 Torrecaballeros (Segovia)
(+34) 921401011hornodeasar@laportadademediodia.com Jours de fermeture: Domingo por la tarde y lunes
Prix à la carte: 39 € el cuarto
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Lechazo Figón Zute el Mayor (Tinín)
En una plaza tan acreditada en cuestión de asadores como Sepúlveda, Martín Antoranz mantiene su Tinín como una de las mejores direcciones. Son muchos años instalado bajo los soportales de la Plaza Mayor, con llenos absolutos los fines de semana, lo que hace imprescindible reservar, cosa que, además, conviene siempre en este tipo de establecimientos para estar seguros del punto del asado.
El comedor es muy sencillo, de tono rústico, animado. Utiliza un horno clásico, de bóveda, de adobe, alimentado con leña de chopo.
El cordero, de raza churra, procede de la propia Sepúlveda y va al horno sin ningún aditamento graso; es suficiente la «tela» propia que se le deja. El tiempo de asado es de dos horas, como media.
La oferta de Tinín, lejos de ampliarse, como ha ocurrido en muchos establecimientos similares, se ha visto incluso reducida, suprimiendo la clásica sopa castellana, para proponer al comensal lo más tradicional de los asadores castellanos; la única opción, aparte del cuarto de lechazo asado y una fresca ensalada, es la cabeza de cordero asada. Aquí se viene, justamente, a comer cordero, buen cordero y bien asado. Buen pan, como es clásico en toda la zona, pan de pueblo.
A la hora de los postres, tampoco Tinín difiere demasiado de los demás asadores: un buen queso con membrillo, cuajada, flan y, como rasgo distintivo, el clásico ponche segoviano, especial para golosos.
El vino de la casa es un Ribera del Duero rústico pero adecuado para lo que acompaña, servido en jarras. Se puede prolongar la estancia ante alguna copa de un buen aguardiente.
Desde luego, Tinín se mantiene fiel a la tradición, sin buscarse complicaciones, y parece acertar con esta línea, pues lo que hace lo sabe hacer muy bien; de ahí que mantenga contra las modas su línea de siempre, muy bien aceptada por multitud de aficionados que, especialmente los fines de semana, se desplazan hasta esta bella localidad segoviana.
Martín Antoranz
Restaurant;: Figón Zute el Mayor (Tinín)
Pays: España
Localité: 40300 Sepúlveda (Segovia)
(+34) 921540165zutemayor@figondetinin.com Jours de fermeture: Los martes y del 1 al 15 de septiembre
Prix à la carte: 28 € el cuarto
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