Un vino evidentemente frutal que ofrece intensas sensaciones a bosque: moras, zarzamoras y regaliz, impregnadas de una leve y enriquecedora madera, con notas torrefactadas y especiadas: canela y clavo. En boca hay a su vez muchas cosas: sobre todo fruta en plena sazón, en consonancia con la nariz, como corresponde a una añada magnifica, así como matices balsámicos y alguna especia. Fuerte, intenso, sustancioso, largo, estructurado, tánico, cálido... un cierto rusticismo bien entendido.
100% tinta fina. Elaborado con tinta fina, ha realizado la maloláctica en barrica de roble Allier, en la que reposó por espacio de 22 meses. 3.000 botellas y 200 mágnum.