Un vino extraordinariamente complejo que primero seduce y luego hasta vuelve loco al bebedor, con el que establece un diálogo trascendental con mensajes harto complicados que se perciben pero que cuesta mucho descifrar. Fruta roja muy madura, regaliz, bosque, balsámico, frutos secos, vainilla, cuero,…y madera bien expuesta. En boca reproduce algunas de esas secuencias, sobre todo frutosidad y aportes de la crianza, bien ensamblados, además de sequedad y calidez. Profundo, maduro, aterciopelado, enormemente evolutivo y con un carácter muy particular.
100% nebbiolo. Rendimiento del viñedo: 4.000 kilos por hectárea. Una parte del vino estuvo dos años en botas de robles esloveno y francés de 30 y 35 hectolitros y otra 12 meses en barricas de 225 litros de roble francés. 45.000 botellas.