La Rioja Alta, S.A.
Fiel a su identidad histórica, se compone de un 80% de tempranillo, procedente de Fuenmayor y Cenicero y un 20% de garnacha, uvas plantadas en Tudelilla, en la Rioja Baja. Permaneció en barricas de roble americano durante 36 meses el tempranillo y 30 meses la garnacha. Ingresó en botella a finales de 2009.
Por tanto, un vino que ha madurado bien y que expresa esa madurez en sus cualidades, entre las que prevalece la elegancia y la armonía en nariz y en boca. Muestra más color y viveza que en anteriores añadas, con aromas a frutas maduras, que evocan cerezas y ciruelas, impregnados de los aportes de la crianza, especias clásicas: clavo, vainilla, café y chocolate. Hace gala en el paladar de una potencia atemperada, de una sutil acidez y de una manifiesta sobriedad, para destacar la calidad del conjunto por encima de los motivos concretos.