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La Réserve de Nice


Calamares con ensalada
Jouni Tormanen
País: Francia
Localidad: 06000 Niza
Dirección: 60, boulevard Franck Pilatte
(+33) 0497081480
Cierra: Domingo, lunes, agosto y navidades
Precio: 90/120 €
Precio menú degustación: 90 €


Encima mismo del Mediterráneo domina una vista incomparable sobre la costa y Niza. Desde su inauguración, a principios de marzo de 2007, está siempre abarrotado, tanto el restaurante gastronómico como el bistrot, sito en el piso de abajo, en el que se come estupendamente a tenor de lo que se paga. Cuenta además con un fenomenal bar en el que se sirven unos cócteles impresionantes. Se ha convertido en el local hostelero más de moda de la ciudad visitado por un público muy diverso.
La cocina está pensada para complacer a cualquier tipo de paladar. Se sustenta en géneros magníficos, repetimos, materias primas estelares a las que se aplica cocciones impecables, siendo los complementos doctórales y refinados. Valga como testimonio el abreboca, una crema de guisantes, dulce y fina, a la pimienta y al tomillo con costrones de pan; plato que no tiene otra cosa que una perfecta expresión de la legumbre con los toques mágicos de los aromas citados. En similar línea se encuentra la pasta de Gragnano, selecta y muy bien ejecutada, al dente, que se dispone con trufa negra, rucola y alcachofas en tres posturas: los tallos al limón y los corazones cocidos y fritos; vamos, que no tiene discusión. Memorables por naturalidad sápida y por consistencia, salen tersos, dignos de ser masticados, los calamares a la plancha, levemente aromatizados con ajo, que se disponen sobre una multicolor ensalada de hortalizas y hierbas aromaticas; de atracón. Sin lugar a dudas, la gran especialidad de la casa. Las cigalas, hermosas, simplemente salteadas, se presentan con unos espárragos verdes a la plancha, con naranja confitada y con dos salsas: una maltaise y otra en la que la fruta se muestra exultante en su ser. El pichón, rechoncho, refrenda el esmero con que se compra y el respeto que se tiene al producto; sale en dos atinadísimas cocciones: la pechuga roja tras su estancia en cocotte y las patas confitadas, dispuesto todo ello con adornos tan sencillos como gratificantes: noquis a la plancha, guisantes, zanahoria, berza, etc. Y la tarta de chocolate fundente es de una insuperable delicadeza gustativa y táctil; podría sofisticarse más, seguro, pero nunca ganaría en exquisitez.
En definitiva, estamos ante una cocina verdadera, sin grandes elocuencias, que brilla en lo principal, demostrando en todo momento honestidad, rigor, profesionalidad, saber hacer... Expresa la cultura y la sensibilidad de dos grandes personajes, el joven cocinero Jouni Tormanen y su socio, Giuseppe Serena, que ha tenido el talento para diseñar con sumo gusto y esmero un negocio nacido para el éxito.