7

Food Art

Matteo Toretta
Matteo Toretta
País: Italia
Localidad: 20140 Milano
Dirección: Via Vigevano, 34.
mapa
(+39) 0289423599
Cierra:
Precio: 50/90 €


  • Patata con anchoa ahumada
  • Patata con anchoa ahumada
  • Croquetas
  • Croquetas
  • Risotto alla milanese
  • Risotto alla milanese
  • Minestrone
  • Minestrone
  • Carrilleras de ternera
  • Carrilleras de ternera

En los fogones  Matteo Torretta, un jovén  milanés con experiencia junto con grandes chefs como Marchesi, Cracco, Perbellini, Vinciguerra y Martin Berasategui, donde estuvo 4 años. 
Matteo vende juventud y frescor en un ambiente informal e innovador. Ofrece una cocina que se pasea entre la tradición lombarda y la italiana, entre la carne y el pescado, entre los recuerdos de la infancia y el instinto por indagar nuevos caminos. Convincentes los aperitivos: el fragante panzerotto (empanadilla) relleno con tomate y mozzarella, la croqueta de queso de cabra y el ñoqui frito relleno con de pasta de anchoa. Del mismo nivel, los dados de patata hervida cubiertos de anchoa ahumada. Después de los entrantes, cabe señalar la calidad del atún crudo con caviar, polvo de mejillones y aceite de eneldo; el frescor de las anchoas crudas sobre gelatina de pepinillo, piel de limón y crema ligera de leche. Otro plato interesante, el pichón, apenas asado, sobre unas gotas de tinta de sepia, endivia belga salteada, limón confitado, barquito crocante y bogavante (este último es optativo, ya que la combinación entre la carne y la sangre, el ligero perfume de la piel de pichón asada y el toque de limón confitado ya es, de por sí, óptima e innovadora). Pero la verdad es que Matteo conquista con el servicio de los primeros platos. En primer lugar con el risotto alla milanese: clásico, con azafrán, con el tuétano en el centro, frito en pasta para buñuelos, con unas gotas de consomé de ternera. Aquí el cocinero introduce un nuevo concepto, superior, de cremosidad y persuasión en la consistencia del risotto, más allá del tratamiento del tuétano: ya no ablandado en la masa del arroz con el caldo, sino presentado en el centro, otorgándole toda su identidad, sin mezclarlo con el resto (ver risotto alla milanese de Cracco). La innovación reside en la cocción del tuétano que, frito en masa de buñuelos, se presenta como un elemento aún más diferenciado, porque al estar cristalizado por la fritura, no se saborean las virtudes del ingrediente hasta el momento en que se decide romper el envoltorio. Estamos al límite del difícil arte del risotto. La minestrone también se ha reinterpretado de manera inteligente e innovadora. Sobre una crema de espinacas se añaden las distintas verduras cocidas por separado: tomate confitado, patata hervida, apio, calabacín, brotes, brécol y granos de arroz inflados. Un perfeccionamiento y una evolución de la menestra de verduras que los italianos llevan en su ADN. La larga cocción conjunta de las verduras cede el paso a tiempos cortos de cada ingrediente por separado. Resultado: más contrastes de sabores y texturas en el plato ¿Será Matteo el primero en reinventar este plato clásico de las mammas italianas? Entre los platos de resistencia no podemos olvidar la finura de las carrilleras de ternera cocida al vacío con salsa de vino y puré de patatas. Aquí, al cocer las carrerillas al vacío solitas en vez de hacerlo con el fondo de cocción al vino (utilizado solamente para glasear las carrerillas cocidas), vuelve a evitar la retórica, mejorando el gusto y la digestibilidad.
Una cocina interesante, estimulante y muy prometedora.
 



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Matteo Toretta
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País: Italia
Localidad: 20140 Milano
Dirección: Via Vigevano, 34.
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(+39) 0289423599
Cierra:
Precio: 50/90 €


  • Patata con anchoa ahumada
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  • Croquetas
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  • Risotto alla milanese
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  • Minestrone
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  • Carrilleras de ternera
  • Carrilleras de ternera

En los fogones  Matteo Torretta, un jovén  milanés con experiencia junto con grandes chefs como Marchesi, Cracco, Perbellini, Vinciguerra y Martin Berasategui, donde estuvo 4 años. 
Matteo vende juventud y frescor en un ambiente informal e innovador. Ofrece una cocina que se pasea entre la tradición lombarda y la italiana, entre la carne y el pescado, entre los recuerdos de la infancia y el instinto por indagar nuevos caminos. Convincentes los aperitivos: el fragante panzerotto (empanadilla) relleno con tomate y mozzarella, la croqueta de queso de cabra y el ñoqui frito relleno con de pasta de anchoa. Del mismo nivel, los dados de patata hervida cubiertos de anchoa ahumada. Después de los entrantes, cabe señalar la calidad del atún crudo con caviar, polvo de mejillones y aceite de eneldo; el frescor de las anchoas crudas sobre gelatina de pepinillo, piel de limón y crema ligera de leche. Otro plato interesante, el pichón, apenas asado, sobre unas gotas de tinta de sepia, endivia belga salteada, limón confitado, barquito crocante y bogavante (este último es optativo, ya que la combinación entre la carne y la sangre, el ligero perfume de la piel de pichón asada y el toque de limón confitado ya es, de por sí, óptima e innovadora). Pero la verdad es que Matteo conquista con el servicio de los primeros platos. En primer lugar con el risotto alla milanese: clásico, con azafrán, con el tuétano en el centro, frito en pasta para buñuelos, con unas gotas de consomé de ternera. Aquí el cocinero introduce un nuevo concepto, superior, de cremosidad y persuasión en la consistencia del risotto, más allá del tratamiento del tuétano: ya no ablandado en la masa del arroz con el caldo, sino presentado en el centro, otorgándole toda su identidad, sin mezclarlo con el resto (ver risotto alla milanese de Cracco). La innovación reside en la cocción del tuétano que, frito en masa de buñuelos, se presenta como un elemento aún más diferenciado, porque al estar cristalizado por la fritura, no se saborean las virtudes del ingrediente hasta el momento en que se decide romper el envoltorio. Estamos al límite del difícil arte del risotto. La minestrone también se ha reinterpretado de manera inteligente e innovadora. Sobre una crema de espinacas se añaden las distintas verduras cocidas por separado: tomate confitado, patata hervida, apio, calabacín, brotes, brécol y granos de arroz inflados. Un perfeccionamiento y una evolución de la menestra de verduras que los italianos llevan en su ADN. La larga cocción conjunta de las verduras cede el paso a tiempos cortos de cada ingrediente por separado. Resultado: más contrastes de sabores y texturas en el plato ¿Será Matteo el primero en reinventar este plato clásico de las mammas italianas? Entre los platos de resistencia no podemos olvidar la finura de las carrilleras de ternera cocida al vacío con salsa de vino y puré de patatas. Aquí, al cocer las carrerillas al vacío solitas en vez de hacerlo con el fondo de cocción al vino (utilizado solamente para glasear las carrerillas cocidas), vuelve a evitar la retórica, mejorando el gusto y la digestibilidad.
Una cocina interesante, estimulante y muy prometedora.
 



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Matteo Toretta
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País: Italy
Localidad: 20140 Milano
Dirección: Via Vigevano, 34.
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(+39) 0289423599
Cierra: Lunes
Precio: 50/90 €


  • Patata con anchoa ahumada
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  • Croquetas
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  • Risotto alla milanese
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  • Minestrone
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  • Carrilleras de ternera
  • Carrilleras de ternera

  En los fogones  Matteo Torretta, un jovén  milanés con experiencia junto con grandes chefs como Marchesi, Cracco, Perbellini, Vinciguerra y Martin Berasategui, donde estuvo 4 años. 
Matteo vende juventud y frescor en un ambiente informal e innovador. Ofrece una cocina que se pasea entre la tradición lombarda y la italiana, entre la carne y el pescado, entre los recuerdos de la infancia y el instinto por indagar nuevos caminos. Convincentes los aperitivos: el fragante panzerotto (empanadilla) relleno con tomate y mozzarella, la croqueta de queso de cabra y el ñoqui frito relleno con de pasta de anchoa. Del mismo nivel, los dados de patata hervida cubiertos de anchoa ahumada. Después de los entrantes, cabe señalar la calidad del atún crudo con caviar, polvo de mejillones y aceite de eneldo; el frescor de las anchoas crudas sobre gelatina de pepinillo, piel de limón y crema ligera de leche. Otro plato interesante, el pichón, apenas asado, sobre unas gotas de tinta de sepia, endivia belga salteada, limón confitado, barquito crocante y bogavante (este último es optativo, ya que la combinación entre la carne y la sangre, el ligero perfume de la piel de pichón asada y el toque de limón confitado ya es, de por sí, óptima e innovadora). Pero la verdad es que Matteo conquista con el servicio de los primeros platos. En primer lugar con el risotto alla milanese: clásico, con azafrán, con el tuétano en el centro, frito en pasta para buñuelos, con unas gotas de consomé de ternera. Aquí el cocinero introduce un nuevo concepto, superior, de cremosidad y persuasión en la consistencia del risotto, más allá del tratamiento del tuétano: ya no ablandado en la masa del arroz con el caldo, sino presentado en el centro, otorgándole toda su identidad, sin mezclarlo con el resto (ver risotto alla milanese de Cracco). La innovación reside en la cocción del tuétano que, frito en masa de buñuelos, se presenta como un elemento aún más diferenciado, porque al estar cristalizado por la fritura, no se saborean las virtudes del ingrediente hasta el momento en que se decide romper el envoltorio. Estamos al límite del difícil arte del risotto. La minestrone también se ha reinterpretado de manera inteligente e innovadora. Sobre una crema de espinacas se añaden las distintas verduras cocidas por separado: tomate confitado, patata hervida, apio, calabacín, brotes, brécol y granos de arroz inflados. Un perfeccionamiento y una evolución de la menestra de verduras que los italianos llevan en su ADN. La larga cocción conjunta de las verduras cede el paso a tiempos cortos de cada ingrediente por separado. Resultado: más contrastes de sabores y texturas en el plato ¿Será Matteo el primero en reinventar este plato clásico de las mammas italianas? Entre los platos de resistencia no podemos olvidar la finura de las carrilleras de ternera cocida al vacío con salsa de vino y puré de patatas. Aquí, al cocer las carrerillas al vacío solitas en vez de hacerlo con el fondo de cocción al vino (utilizado solamente para glasear las carrerillas cocidas), vuelve a evitar la retórica, mejorando el gusto y la digestibilidad.
Una cocina interesante, estimulante y muy prometedora.
 



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Matteo Toretta
Matteo Toretta
País: Italia
Localidad: 20140 Milano
Dirección: Via Vigevano, 34.
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Precio: 50/90 €


  • Patata con anchoa ahumada
  • Patata con anchoa ahumada
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  • Carrilleras de ternera
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En los fogones  Matteo Torretta, un jovén  milanés con experiencia junto con grandes chefs como Marchesi, Cracco, Perbellini, Vinciguerra y Martin Berasategui, donde estuvo 4 años. 
Matteo vende juventud y frescor en un ambiente informal e innovador. Ofrece una cocina que se pasea entre la tradición lombarda y la italiana, entre la carne y el pescado, entre los recuerdos de la infancia y el instinto por indagar nuevos caminos. Convincentes los aperitivos: el fragante panzerotto (empanadilla) relleno con tomate y mozzarella, la croqueta de queso de cabra y el ñoqui frito relleno con de pasta de anchoa. Del mismo nivel, los dados de patata hervida cubiertos de anchoa ahumada. Después de los entrantes, cabe señalar la calidad del atún crudo con caviar, polvo de mejillones y aceite de eneldo; el frescor de las anchoas crudas sobre gelatina de pepinillo, piel de limón y crema ligera de leche. Otro plato interesante, el pichón, apenas asado, sobre unas gotas de tinta de sepia, endivia belga salteada, limón confitado, barquito crocante y bogavante (este último es optativo, ya que la combinación entre la carne y la sangre, el ligero perfume de la piel de pichón asada y el toque de limón confitado ya es, de por sí, óptima e innovadora). Pero la verdad es que Matteo conquista con el servicio de los primeros platos. En primer lugar con el risotto alla milanese: clásico, con azafrán, con el tuétano en el centro, frito en pasta para buñuelos, con unas gotas de consomé de ternera. Aquí el cocinero introduce un nuevo concepto, superior, de cremosidad y persuasión en la consistencia del risotto, más allá del tratamiento del tuétano: ya no ablandado en la masa del arroz con el caldo, sino presentado en el centro, otorgándole toda su identidad, sin mezclarlo con el resto (ver risotto alla milanese de Cracco). La innovación reside en la cocción del tuétano que, frito en masa de buñuelos, se presenta como un elemento aún más diferenciado, porque al estar cristalizado por la fritura, no se saborean las virtudes del ingrediente hasta el momento en que se decide romper el envoltorio. Estamos al límite del difícil arte del risotto. La minestrone también se ha reinterpretado de manera inteligente e innovadora. Sobre una crema de espinacas se añaden las distintas verduras cocidas por separado: tomate confitado, patata hervida, apio, calabacín, brotes, brécol y granos de arroz inflados. Un perfeccionamiento y una evolución de la menestra de verduras que los italianos llevan en su ADN. La larga cocción conjunta de las verduras cede el paso a tiempos cortos de cada ingrediente por separado. Resultado: más contrastes de sabores y texturas en el plato ¿Será Matteo el primero en reinventar este plato clásico de las mammas italianas? Entre los platos de resistencia no podemos olvidar la finura de las carrilleras de ternera cocida al vacío con salsa de vino y puré de patatas. Aquí, al cocer las carrerillas al vacío solitas en vez de hacerlo con el fondo de cocción al vino (utilizado solamente para glasear las carrerillas cocidas), vuelve a evitar la retórica, mejorando el gusto y la digestibilidad.
Una cocina interesante, estimulante y muy prometedora.
 



Rafael García Santos

Vitoria puso la sal y pimienta: Un sueño hecho realidad

Cuando nació, en marzo de 1.984, el Certamen de Alta Cocina de Vitoria-Gasteiz, convertido en la 8ª edición, en 1.992, en Congreso Nacional de la Cocina de Autor, nunca pensamos que pudiera llegar a tener un papel tan relevante en la historia reciente de la culinaria española. El primer objetivo era afianzar una Semana Gastronómica en un momento en que estas celebraciones ya estaban en franco declive, por repetitivas. Para ello nos exigimos mayor calidad y plasmamos una mentalidad distinta, renovadora y sin fronteras. No sólo cuajó sino que nos permitió, en muy poco tiempo, convertirla en la más importante del país; a la par que poco a poco se quedaba sola. Eso no fue una meta fácil pero tampoco excesivamente difícil de alcanzar. A la par que iba triunfando se asumían nuevas ideas y más altas cotas. Ya en 1.986, dos años después de su nacimiento, se germinaba el concepto de Congreso, tomando el título de Congreso de la Cocina Vasca de los Aromas, desarrollando los chefs aborígenes recetas con hierbas, mientras Michel Guérard, un líder mundial, ampliaba nuestras miras, en un campo inusual y desconocido en nuestros fogones, cuyo papel entonces no iba más allá de poner una ramita de perifollo, estragón, albahaca… en sustitución de las julianas de verduras, para adornar los platos, como posteriormente sucedió con los crujientes y en los últimos tiempos se hace con los microvegetales. A partir de aquella fecha las demostraciones de cocina, los debates y otras actividades paralelas van tomando cuerpo y gestando una nueva etapa que culmina en un salto cualitativo, que toma la dualidad de nombres arriba reseñada, pero cuya configuración evoluciona año tras año.
Por Vitoria pasaron como asistentes miles y miles de cocineros y gourmets. Impartieron su saber, entre otros top mundiales, Michel Guérard, Joël Robuchon, Alain Ducasse, Michel Bras, Marc Veyrat, Pierre Gagnaire, Michel Trama, Jacques Chibois, Harald Wohlfahrt, Gianfranco Vissani, Jean Michel Lorain, Jacques Maximin y Antoine Westermann. Nos enseñaron a pecho descubierto su cocina, nos abrieron nuevas perspectivas mentales, nos animaron a emprender el camino de la coquinaria artística, cuando nosotros éramos lo que éramos y los franceses imperaban en el universo gastronómico. De su mano descubrimos ingredientes, hasta las escamas de sal; aprendimos infinidad de técnicas, deshidrataciones, cocciones a baja temperatura, conservaciones al vacío; nos animamos a desarrollar ideas, en suma, a crear conceptos. Se implantó, triunfó el espíritu de superación. Más aún, nos creímos un mundo sin límites. Y empezó a fraguarse la evolución infinita, o la revolución española.
Coincide en el tiempo el Certamen y el Congreso de Vitoria con un cambio de personalidades en la cocina gala. Se produce el tránsito de la Nouvelle Cuisine que enarbolan Alain Chapel, Michel Guérard, Jean y Pierre Troisgros y Paul Bocuse, por citar a las máximas figuras, a unos estilos más evolucionados, que alcanzan la perfección con Robuchon y Girardet y vanguardistas, que representan en su máximo esplendor Michel Bras y Marc Veyrat. Ducasse y Gagnaire completan la pléyade. Fue una nueva generación y una nueva etapa.
La asunción de aquella nueva realidad, el auspicio de criterios originales, la promoción de jóvenes talentos, todo cuanto propugnaba el evento, en definitiva inconformismo y futuro, fue tomando cuerpo en la sociedad. Se potenciaban lo insólito y lo novel. Ferran Adrià no era considerado, ni mucho menos, entonces el mejor cocinero de España y como tal fue presentado en Zaldiaran. Martín Berasategui, en 1992, con 32 años, se nos revela como lo que después ha llegado a ser: un número uno mundial. Allí acrecentaron su prestigio Hilario Arbelaitz, Carme Ruscalleda, Santi Santamaría y Manolo de la Osa. Se apadrinó a chavales como Andoni Luis Aduriz, Joan Roca y Sergi Arola. Son sólo unos nombres entre decenas. A todos ellos ayudó y está agradecido Vitoria.
Vitoria potenció, en la medida de sus posibilidades, una nueva generación que ha terminado alcanzando la cúpula de la gastronomía española y que hoy es vitoreada mundialmente. Hasta tal punto es así, que salvo Juan Mari Arzak y Pedro Subijana, que también oficiaron en Zaldiaran y ayudaron a grandes figuras en sus cenas, cuya fama se remonta a finales de los setenta, todos los demás seguro que guardan vivencias que les han marcado personal y profesionalmente. Son testigos y protagonistas, protagonistas de lujo, que con su coraje, talento, estudio, trabajo… han hecho realidad aquello con lo que se soñó en Vitoria. Una revolución tan real como irreal. Que hoy se plantea, como en los ochenta y noventa nos cuestionamos, su futuro y el futuro.
Que nos quiten lo comido.
 

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8,5

Lealtanza Artistas Españoles Reserva Gaudí 05


Lealtanza Artistas Españoles Reserva Gaudí 05
Bodegas Altanza

Tipo: Tinto
País: España
Zona: Rioja
Localidad: 26360 Fuenmayor (La Rioja)
Dirección: CN 232, km. 419,5
(+34) 941450860
Año de fundación: 1998
Producción (botellas): 1.300.000
Hectáreas y ubicación: 260
Marcas: Edulis, Lealtanza, Lealtanza Reserva, Lealtanza Reserva Club, Lealtanza Artistas Españoles Reserva Dalí, Lealtanza Artistas Españoles Reserva Gaudí y Lealtanza Reserva Especial
Precio: Sobre 25 €


Un vino muy curioso dentro de su alta calidad, pues en él imperan la ligereza y el frescor, repetimos, en su standing. En nariz aparecen cerezas, bayas negras, cacao, sándalo y tabaco. En boca se muestra aterciopelado, con presencia de tostados y especias, imperando la acidez, una acidez sutil y constante, con una suave tanicidad.
100% tempranillo. Hizo la fermentación maloláctica en tinos de roble francés, para permanecer luego un año y medio en barricas nuevas de Allier.
42.000 botellas. Se venden una a una o en estuches de madera de 3 unidades, vestidas con otras tantas etiquetas distintas de cuadros del pintor. Cada estuche, a 71 €.

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8,5

Lealtanza 05


Lealtanza 05
Bodegas Altanza

Tipo: Tinto
País: España
Zona: Rioja
Localidad: 26360 Fuenmayor (La Rioja)
Dirección: CN 232, km. 419,5
(+34) 941450860
Año de fundación: 1998
Producción (botellas): 1.300.000
Hectáreas y ubicación: 260
Marcas: Edulis, Lealtanza, Lealtanza Reserva, Lealtanza Reserva Club, Lealtanza Artistas Españoles Reserva Dalí, Lealtanza Artistas Españoles Reserva Gaudí y Lealtanza Reserva Especia
Precio: Sobre 13 €


Un vino moderno y amable, al que no es ajena una añada que no por destacada depara sensaciones aterciopeladas. Tiene mucha y muy buena nariz, con las características de la variedad en su esplendor, con motivos típicos: frutos rojos y especias, con un conseguido equilibrio fruta crianza, imperando la primera. En boca vuelve a manifestar elegancia y conjunción, sobresaliendo la fruta, mostrando viveza y complejidad: moras, vainilla, tabaco, torrefactos, acidez, amargor, tanicidad, todo a cuentagotas.
100% tempranillo. Realizó la fermentación maloláctica en tinos de roble francés, con una posterior crianza, en barricas de idéntica madera, durante 18 meses.

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6

Tres Tinas

Carlos Martínez
Carlos Martínez
País: España
Localidad: 31230 Viana (Navara)
Dirección: Serapio Urra, 2
mapa
(+34) 948646039
Cierra: Domingos, Semana Santa y agosto
Precio: 45/50 €


  • Rodaballo en la parrilla
  • Rodaballo en la parrilla
  • Chuleta a la brasa
  • Chuleta a la brasa

Se trata de un típico asador y, por lo tanto, en él se ofrece una propuesta sencilla y natural, a base de productos escasamente manipulados, pero adecuadamente tratados y condimentados.
Lógicamente, la temporada marcará los derroteros por los que deambulará la comida. Así, después de disfrutar de un plato de un correcto jamón, según la estación, serán las alcachofas, los espárragos, las pochas, u otros productos navarros, los que protagonicen la primera parte de la comida. En cualquiera de los casos, la materia prima será buena y la preparación de la misma sintonizará con los gustos reinantes en la zona.
Es destacable la ensalada de ventresca con boquerones, tanto por calidad intrínseca –jugoso y sabroso el túnido y carnosa, más bien tersa y natural la anchoa-, como por el aderezo, pues pese al riesgo de que pudiera tener un protagonismo excesivo el vinagre, éste tiene una presencia muy matizada y sirve más para contribuir al carácter refrescante de la ensalada que para repercutir excesivamente sobre sus elementos.
En la línea de honestidad que caracteriza a esta casa, los pescados a la parrilla ocupan un lugar importante en la carta. Como es lógico el mercado determinará qué se compra cada día. Así, sea lenguado, besugo, o, especialmente, el formidable y gelatinoso rodaballo, por poner algunos casos, lo que haya estará a la altura de las circunstancias en cuanto a calidad y se asará en un punto comercial y respetuoso con la jugosidad y sabrosura de cada pez.
Ni que decir tiene que aquí nadie termina de comer hasta que llega a la mesa la chuleta a la brasa. De nuevo estamos ante más de lo mismo; es decir, una materia prima que, sin deslumbrar, se ajusta a lo que se espera de la casa y que, técnicamente, se trata con adecuada sapiencia.
Teniendo en cuenta que los precios no se desmadran en ningún caso, no es de extrañar, por lo tanto, que las empresas del entorno, utilicen esta casa para satisfacer sus “necesidades gastronómicas”.



8,5

Lealtanza Artistas Españoles Reserva Dalí 04


Lealtanza Artistas Españoles Reserva Dalí 04
Bodegas Altanza

Tipo: Tinto
País: España
Zona: Rioja
Localidad: 26360 Fuenmayor (La Rioja)
Dirección: CN 232, km. 419,5
(+34) 941450860
Año de fundación: 1998
Producción (botellas): 1.300.000
Hectáreas y ubicación: 260
Marcas: Edulis, Lealtanza Autor, Lealtanza Reserva, Lealtanza Reserva Club, Lealtanza Artistas Españoles Reserva Dalí, Lealtanza Artistas Españoles Reserva Gaudí y Lealtanza Reserva Especial
Precio: Sobre 25 €


Un vino que persigue la importancia a través de la enjundia. Ciertamente elegante y conjuntado, como casi todos los de esta bodega, sin que por ello deje de demostrar intensidad, estructura y complejidad. Lo tiene todo, todo muy compensado. Aromas de moras y arándanos, suavemente especiados, con notas de cacao y tostado. En el paladar muestra intensidad, frutosidad, corpulencia, carnosidad, amargor y tanicidad, cualidades expuestas con sutileza, en perfecta armonía.
100% tempranillo. Hizo la fermentación maloláctica en tinos de roble francés, para permanecer luego un año en barricas nuevas de idéntica madera y volver otra vez a tinos durante 6 meses.
42.000 botellas. Se venden una a una o en estuches de madera de 3 unidades, vestidas con otras tantas etiquetas distintas, cuadros del pintor. Cada estuche a 71 €.

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8,5

Lealtanza Reserva 04


Lealtanza Reserva 04
Bodegas Altanza

Tipo: Tinto
País: España
Zona: Rioja
Localidad: 26360 Fuenmayor (La Rioja)
Dirección: CN 232, km. 419,5
(+34) 941450860
Año de fundación: 1998
Producción (botellas): 1.300.000
Hectáreas y ubicación: 260
Marcas: Edulis, Lealtanza Autor, Lealtanza Reserva, Lealtanza Reserva Club, Lealtanza Artistas Españoles Reserva Dalí, Lealtanza Artistas Españoles Reserva Gaudí y Lealtanza Reserva Especial
Precio: Sobre 11 €


No sé si habrá otra bodega que en el mundo del rioja venda más reservas que crianzas, en cualquier caso, si ésta no es la única, aquí está una excepción excepcional, valga la redundancia. Entre todos sus reservas éste es el más conocido. Un vino de corte clásico, actualizado en color y vida, que gusta a tirios y troyanos.
Elaborado únicamente con tempranillo. Permaneció 18 meses en barricas de roble francés de primer y segundo vino, para luego pasar tres meses en tinos de idéntico roble.
En nariz se muestra elegante y complejo, recordando a moras, selecta madera, especias y tabaco. En boca refrenda la fruta y la crianza, en una composición elegante y equilibrada, donde luego salen a relucir valores fundamentales muy matizados: acidez, amargor y tanicidad, en ideal conjunción.

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