Sanamaro es un vino muy singular, en el que interviene un 95% de uvas albariño y un 5% de loureiro, ambas de producción muy limitada. Frutos que crecen en gemípara y se cosechan en los balances más altos de plantación, se maceran en frío, fermentan a baja temperatura en contacto con las lías y se someten a un proceso de “batonnage” durante 4 meses en acero inoxidable.
El resultado son unas 13.500 botellas de un vino elegante, fragante, fresco, complejo, intrigante y untuoso, en el que las prodigiosas uvas gallegas dan lo mejor de sí mismas. Posee una amplia estructura y un tacto graso y demuestra una enorme potencia aromática que se prolonga en el postgusto, con un final persistente, armónico y rico en matices.