Esplendoroso en nariz, con múltiples sensaciones frutales -moras y grosellas-, también de bosque, que se entremezclan con otras derivadas de la crianza: tostados y ahumados. Elegante, potente, compensado, traslada la encantadora complejidad olfativa al paladar, en el que prevalece la fruta muy madura, con notas dulces, sobre un fondo de madera ilustrador, perfectamente ensamblado, con una tanicidad muy dúctil.
96% tinta fina, 3% cabernet sauvignon y 1% merlot. Permaneció criando en barricas nuevas de roble francés durante 24 meses. Se encuentra en botella desde mayo de 2012.
Este 2e cru classé ofrece una relación calidad-precio interesantísima. Potente, sustancioso, estructurado y tánico, pero con esa elegancia innata y aprendida, ese refinamiento francés que distingue a los vinos de Burdeos y que les ha encumbrado a la gloria. Terruño y saber hacer.
Por la nariz y...
