Asombra en nariz, donde se hace patente la personalidad de la variedad que le da entidad, un 70% de merlot, que se completa con un 24% de cabernet franc y un 6% de cabernet sauvignon. Aromas frutales seductores en los que aparecen y desaparecen referencias a grosellas rojas y ciruelas pasas, también a especias, como canela y vainilla, además de notas yodadas y minerales. Caracteres y elegancia que se trasladan a boca, donde queda constancia de una sutil acidez y de la madera, con una tanicidad melosa y una evidente complejidad. Tiene fuerza y mucha persistencia, si bien le falta mostrarse más compacto. En fin, delicado y expresivo, como corresponde a un primer grand cru classé, cuyas cepas alcanzan los 35 años. Hizo la fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble de primer vino en un 80% y de segundo vino en un 20%, en las que permaneció un total de 18 meses.
Este 2e cru classé ofrece una relación calidad-precio interesantísima. Potente, sustancioso, estructurado y tánico, pero con esa elegancia innata y aprendida, ese refinamiento francés que distingue a los vinos de Burdeos y que les ha encumbrado a la gloria. Terruño y saber hacer.
Por la nariz y...
