Si ya Parés Baltà marcó un hito con su Cuvée de Carol, un chardonnay fermentado en barrica, ahora amplia su alta gama con este cava, de similar línea, en que interviene el pinot noir compartiendo protagonismo con la chardonnay y que hace gala a su vez de una fermentación en madera más leve, en concreto el pinot noir, como así se aprecia en nariz y en boca.
Elegante, sumamente elegante y armónico, con un buen cuerpo, con una estimable equilibrio entre fruta y crianza, prevaleciendo la primera y con una complejidad encantadora: hierbas anisadas, almendra amarga, suave acidez, cremosidad y chispeante. Tan sólo 5.500 botellas. En definitiva, su finura única, su frutosidad, su empaque y sus matices le sitúan en la cúspide de los cavas.