El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Es el Idiazabal más laureado, y con neta diferencia. Ha ganado todos los grandes concursos a nivel nacional e internacional: Ordizia, Huarte-Arakil, Elgoibar, Londres, Dublín...su grandeza no tiene fronteras. Hace gala de una enorme regularidad y de una constante superación, ya que los triunfos se repiten e incrementan.
Elaborado por Ricardo Remiro con la leche de las 400 ovejas latxas que tiene en Urbasa, dónde pastan. Cada queso viene a pesar unos 1.200 gramos. La curación mínima es de 60 días, pudiendo adquirirlo con mayor madurez. Salvo un porcentaje anecdótico todo el queso es sin ahumar.
Tanto en nariz como en boca se aprecia una excelentísima materia prima, lo que permite que sature el paladar de un sabor noble, nobilísimo, a leche de oveja, muy sustanciosa, concentrada. Hay motivos muy tenues, tanto amargos como ácidos, incluso salados, expresados en perfecta conjunción, sin que sobresalga ninguno. Textura cremosa, salvo que tenga una curación larga. Color de la pasta marfil, sin ojos ni ningún resquebrajamiento.