El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Ceferino Trabadelo, que ha triunfado con la distribución de chuletas a los grandes asadores de carne y a los restaurantes gastronómicos, ha hecho algo insólito en el mundo de la cecina: utilizar únicamente la contra de las patas traseras de la vaca, con una alta filtración de grasa, para hacer este producto. En consecuencia, no se parece en nada a lo que es común, pues resulta mucho más graso, infinitamente más jugoso, tierno y suculento. Casi podríamos hablar de un nobilísimo carpaccio de vaca, muy entreverado, levemente curado y con un toque de humo. Único en su género.