El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Una versión muy particular y actualizada de una de las tapas tabernarias más emblemáticas de España. Una receta que nació para conservar el pescado, que en este caso ha sido reinventada inteligentemente por Ahumados Domínguez, que ha sabido mejorarla. Ha minimizado la desnaturalización del pescado hasta cuanto ha podido, meta que no han conseguido ni de cerca ni los bares más avezados, ni la más selecta industria de delicias gastronómicas.
Naturalidad, insistimos, que entra por los ojos: anchoas seleccionadísimas, grandes, inmensas, inmaculadas, pulcrísimas, plateadas, brillantísimas y carnosas. El vinagre aparece rebajado sustancialmente, atemperando su sabor sobre los boquerones. La salsa, bastante distinta de la costumbrista, aunque inspirada en ella, cuenta con aceite vegetal, tomate., cebolla, ajo y vinagre, resultando ciertamente conseguida, sutil en su gama.
En pocas palabras, los más puros boquerones en vinagre conocidos para ser lo que son y, dada su suavidad y curioso sabor, muy fáciles de comer, incitan a la gula.
La parte a mejorar, si es que es posible, reducir la presencias de un par de E- en la etiqueta.