El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Parece un producto japonés, que entronca con la cultura del crudo, esa es la sensación que depara, si bien se diferencia en que estando semicrudo, tiene la fuerza que proporciona una breve estancia en sal, que potencia sobremanera el sabor, sin afectar a la pureza del bonito, que se saborea y masca, como si estuviese recién llegado a lonja, tierno y sonrosado. En verdad crudo si no fuese por la sal que le confiere carçacter.