Cebolla Blanca Dulce con Caldo de Bacalao y Pimiento Verde

Cebolla Blanca Dulce con Caldo de Bacalao y Pimiento Verde
Nerua
Cuisinier: Josean M. Alija
Pays: España
Localité: 48001 Bilbao (Vizcaya)
Adresse: Abandoibarra Etorbidea, 2
(+34) 944000430

Probablemente Josean M. Alija sea el mejor cocinero de verduras del mundo. Tan solo René Redzepi podría competir con él. Nadie ha creado una colección de platos comparable teniendo a las verduras cocinadas, que no crudas, que no en ensaladas, como elemento central de obra. Ahí están los asombrosos y exquisitos tomatitos rellenos de jugo de albahaca, alguno levemente ahumado, nadando en un consomé de alcaparras. Ahí están las celebérrimas berenjenas asadas con regaliz sobre un yogur de aceite de olivos milenarios. Ahí están los inconmensurables, insuperables guisantitos lágrima tibios con yema de huevo encebollada a la vainilla. Ahí están las endibias rojas y blancas, crudas, cocidas a baja temperatura y confitadas aliñadas con nuez y cítricos. Ahí está el genial, más genial y más y más genial foie gras vegetal (aguacate). Y así siguen sucediéndose interminables escenas entre las que nos permitimos estas cebollas en salmuera guisadas y pasadas por la brasa que adquieren pinta y entidad de bacalao. No es la primera vez que este chef merece un 10 con las cebollas, recordemos las láminas de cebolla roja confitadas sobre caldo de lentejas verdes, que también figura en Grandes Platos.



La Recette



 

INGREDIENTES PARA 4 PAX:

PARA EL CALDO DE COCCIÓN DE LA CEBOLLA:

Ingredientes:
500grs de agua
30grs de laminaria digitata en sal

Elaboración:
Desalar el alga en un bol con abundante agua durante 5 minutos.
Juntar el alga con el caldo de verduras en una bolsa de vacío. Envasar a tope y dejar 30 minutos a temperatura ambiente. Pasado el tiempo introducir en una roner a 60ºC durante 45 minutos. Colar el caldo resultante.

PARA LA ELABORACIÓN DEL FONDO DE BACALAO Y PIMIENTO VERDE:

Caldo de pieles de bacalao.
Ingredientes:
400grs de pieles de bacalao desaladas y escurridas
120grs de agua
24grs de cebolleta
3gr de dientes de ajo aplastados
1 punta de cayena

Elaboración:
Meter todos los ingredientes en una bolsa de vacío, sellar y cocer a 62ºc durante 4h en una roner, después colar y pasar por una estameña para eliminar las posibles escamas o partículas, guardar y mantener en cámara hasta su uso.

Aceite de pimiento verde y albahaca
Ingredientes:
100grs de aceite de oliva virgen
150grs de pimiento verde sin rabo ni semillas
2grs de hojas de albahaca

Elaboración:
Juntar el aceite y el pimiento en la Thermomix y darle a toda ponencia durante 15 segundos, pasar a una bolsa de vacío, junto con las hojas de albahaca y envasar a tope. Introducir en un horno a 100º vapor durante 60 minutos. Acto seguido sacar de la bolsa, pasar por un lito apretando bien para que salga todo el liquido que habrá absorbido el pimiento. Decantar en un chino dosificador para separar el agua que haya soltado el pimiento por un lado y el aceite. Reservar este y el jugo resultante destinarlo a otros usos.

FONDO DE BACALAO Y PIMIENTO VERDE
Ingredientes:
200grs de caldo de pieles de bacalao
80grs de aceite de pimiento verde y albahaca
2grs de ajo laminado (sin germen)
sal fina
Elaboración:
Poner el aceite de pimiento verde y albahaca junto con el ajo, desde frío, en un cazo y acercar al fuego. Cuando empiece a pilpilear retirar del fuego y dejar templar un poco. Colar.

Poner el caldo de bacalao al fuego a templar. Triturar con la turmix para airearlo y montarlo ligeramente e ir agregando a hilo fino el aceite de pimiento verde sobre el caldo, montando hasta agotar el aceite y lograr la emulsión. Poner a punto de sal. Reservar hasta su uso.

CEBOLLAS EN SALMUERA
Ingredientes:
4 unidades de cebolla seleccionada
500grs de salmuera al 15%
ELABORACIÓN:
Pelar las cebollas e introducir en la salmuera a temperatura ambiente. Poner un peso encima para que no floten y dejar en la salmuera 60 minutos. Pasado el tiempo escurrir las cebollas y reservar.

CEBOLLAS EN SALMUERA GUISADAS
Ingredientes:
4 cebollas en salmuera
200grs de caldo de laminaria digitata
Sal fina
Elaboración:
Introducir las cebollas en salmuera en una bolsa de vacío junto con el caldo de laminaria digitata. El peso del líquido sobre la cebolla es del 30%. Envasar a tope y cocer en un horno a vapor sobre rejilla durante 90’. El tiempo es aproximado varia en función de las cebollas. Han de estar enteras, pero con una textura melosa, aunque ligeramente tersa al tacto. Escurrir del líquido, sobre rejilla durante 10 minutos. Introducir en una estufa durante 30-40 minutos a 80ºC para que sequen ligeramente y al calentarlas después para el pase no suelten líquido en el plato.

PIELES DE BACALAO CONFITADAS
Ingredientes:
2 pieles de bacalao
20grs de aceite de cayenas
Elaboración:
Untar las pieles con aceite de cayenas y disponer entre papeles sulfurizados. Poner otra encima y meter en una bolsa de vacío. Hacer vacío total en la envasadora y confitar en un horno a vapor sobre rejilla durante 25 minutos. Cortar las pieles del tamaño necesario.

 

ACABADO:
Quitar la capa exterior a las cebollas. Cortar simulando un taco de bacalao. Sahumar las cebollas en la brasa hasta que adquieran gusto a parrilla. Colocar sobre cada pieza de cebolla un trozo de piel de bacalao, simulando un taco de bacalao con su piel. Colocar sobre una bandeja, filmar y regenerar en un horno a vapor.
Tener el fondo de bacalao y pimiento verde caliente y puesto a punto de sal.
Tener aceite picante y aceite de pimiento verde en pipetas para la terminación del plato. Dar un golpe de salamandra a la cebolla.

EMPLATADO:
Colocar unas cucharadas de fondo de bacalao y pimiento verde en el plato. Aliñar la cebolla con unas gotas de aceite picante y otras de aceite de pimiento verde y apoyar sobre el fondo de bacalao y pimiento verde.



El Mercado en el Plato

El Mercado en el Plato
Paco Morales
Cuisinier: Paco Morales
Pays: España
Localité: 46880 Bocairent (Valencia)
Adresse: Ctra.Ontenient-Villena, Km. 16.
(+34) 962355175

Paco Morales es ya uno de los mejores cocineros de España y bien se puede situar entre los 10 mejores del mundo, con un porvenir inmenso, ya que es el más joven de los números uno planetarios. Cocina, la suya, muy técnica, conceptual y en métodos, pero a la vez muy naturalista, en sintonía con la que puedan representar Rene Repzepi “Noma”, Andoni Luis Aduriz “Mugaritz”, Josean M. Alija “Nerua”, Paolo Lopriore “Il Canto”. Quizás inspirada en Michel Bras, quien hizo de la naturaleza, de los vegetales y las hierbas, toda una filosofía, que le llevara en la década de los noventa del siglo pasado al liderazgo mundial y que ha influido en el movimiento culinario verde que hoy triunfa en la alta cocina, representando una de las corrientes más brillantes y pujantes. Precisamente el plato estrella del cocinero de Laguiole, junto al archicopiado “coulant” de chocolate, fue la “Gargouillou” de verduras, que ha deparado infinidad de versiones creativas, entre las que esta puede ser la más artística de todas y, en cualquier caso, la más vanguardista de cuantas hayamos probado, dado su ingeniosa exposición de sabores inéditos, su exquisitez, su liviandad, sus contrastes y su cromatismo. Es complicado jugársela, pero valga como elogio de su magnimidad: probablemente estamos ante la creación más importante de este chef hasta el 2011.



La Recette



 Ingredientes para 4  personas:                                                                                                            

Tomate Muchamiel

0,5 kg.        Tomate rosa

1 l.              Agua

30 grs.        Sal fina

Agua/Hielos/Sal

 2 grs.         Gelespesa        

1 unid.        Mini- Coliflor

1 unid.        Mini- Brócoli

12 unid.      Moras silvestres

1 unid.        Melocotón de viña

100 grs.       Rebozuelo (32 láminas)

100 grs.       Amanita Cesarea ( 32 láminas)

100 grs.       Boletus pinícola   ( 32 láminas)

8 unid.         Puntas de mini-esparrago verde

1 unid.         Endivia roja

40 ml.          Aceite de arbequina

Flores de rosa

Flor de lavanda

Alsine

Oxalis

Brotes de zanahoria silvestre

Verdolaga

Pimpinela

Pistilo de lirio

Sal de escamas

 

Para el tomate Muchamiel:

Con la ayuda de una puntilla cortar 12 trozos de 2x2 cm. Por pax. Reservar

Para el gel de tomate rosa:

Triturar el tomate en rama y dejar colar durante 12 h. en la nevera con un lito limpio. Reservar. Por cada 200 grs. De agua de tomate transparente poner 2 grs. De gelespesa, poner a punto de sal y reservar en un dosificador de salsas.


Para la mini-coliflor:

Con la ayuda de una puntilla cortar la parte de la coliflor no mas de 2 cm. Cocer en un agua con sal fina durante 30 segundos. Enfriar en agua/hielo. Reservar

Para el mini-brocoli:

Con la ayuda de una puntilla cortar la parte del brocoli no mas de 2 cm. Cocer en un agua con sal fina durante 30 segundos. Enfriar en agua/hielo. Reservar.

Para las moras silvestres:

En un papel sulfurizado secar en la deshidratadora durante 30 min. a 55º C las moras. Congelar en el abatidor de temperatura. Reservar en congelador en un recipiente de plástico con tapa.

Para el melocotón de viña:

Pelar el melocotón con un pelador y en la cortadora corta-fiambres al número 3 cortar 4 láminas. Hacer cilindros con ellas y cortar 2x2 cm. Poner 3 por pax. Reservar.

Para el rebozuelo:

Con la ayuda de una puntilla rasgar el tallo de la seta, la parte del sombrero limpiar con la ayuda de un lito limpio y húmedo. Cortar con una puntilla super-afilada láminas y solo guardar las más perfectas. Reservar en una placa de porcelana con papel encima húmedo. Reservar


Para la amanita:

Con la ayuda de una puntilla rasgar el tallo de la seta, la parte del sombrero limpiar con la ayuda de un lito limpio y húmedo. Cortar con una puntilla super-afilada láminas y solo guardar las más perfectas. Reservar en una placa de porcelana con papel encima húmedo. Reservar

Para el boletus pinícola:

Con la ayuda de una puntilla rasgar el tallo de la seta, la parte del sombrero limpiar con la ayuda de un lito limpio y húmedo. Cortar con una puntilla super-afilada láminas y solo guardar las más perfectas. Reservar en una placa de porcelana con papel encima húmedo. Reservar

Para las puntas de mini- esparrago verde:

Cortar las puntas de mini-esparrago a 3 cm. Aprox. 2 por pax . Poner un agua a punto de sal fina, cocer durante 1 min. Enfriar y reservar.

Para la endivia roja:

Cortar juliana bien fina por la parte más larga, guardar las hojas más pequeñas 1 por pax.

ACABADO Y PRESENTACIÓN:

En un plato hondo poner el fondo de gel de tomate encima , seguido esparcido es cous-cous de brócoli y coliflor, seguido haciendo un triangulo equilatero , en el hueco al lado el melocotón, encima las 3 tipos de setas, poner las puntas de min-esparrago, la endivia roja , poner en armonía las hierbas y flores recolectadas ,al final la arbequina y la sal de escamas.



Panacota de Apio e Hinojo Con Jugo de Pepino y Algas

Panacota de Apio e Hinojo Con Jugo de Pepino y Algas
Casa Marcial
Cuisinier: Nacho Manzano
Pays: España
Localité: 33549 Arriondas (Asturias).
Adresse: La Salgar, 10; 4 kilometres from city centre.
(+34)985840991.

Siempre hemos aseverado que Nacho Manzano es uno de los cocineros españoles con mayor capacidad para dictar un mensaje personal, que, por lo general, hace gala de una inquebrantable sensatez y equilibrio y una evidente pasión asturiana. En este caso muestra otra vertiente, la universalidad conceptual y sápida que compagina con el amor al territorio a través de sus productos y recetas históricas. Esta hemos de considerarla una de las creaciones más logradas en su carácter cosmopolita, cultura que combina y en muchos casos sintetiza con la autóctona. Una propuesta de evidente cariz universal, de base italiana, con fragancias muy plurales y diversas que el chef resuelve con ese equilibrio palatal y mental que distingue a tan pragmático y maduro artista. Las emociones siempre están ahí pero siempre se manifiestan con la armonía de un exquisito gusto que busca matices sin estridencias, muy compensados. Plato que para mayor alegría nos brinda a un Nacho Manzano desconocido hasta ahora en la gran repostería.



La Recette



INFUSIÓN DE APIO

Ingredientes:
1 l. nata líquida
1 pieza de apio

Elaboración:
Infusionar la nata con el apio a 85º durante dos horas tapado.

SOPA DE PEPINO Y JENGIBRE:

Ingredientes:
125 gr. jugo de pepino
100 gr. jugo de manzana natural
20 gr. azúcar
5 gr. jengibre
5 gr. zumo de limón

Elaboración:
Mezclar los zumos con el azúcar y rallar el jengibre.

PANACOTA DE APIO:

Ingredientes:
600 ml. infusión de apio
150 gr. azúcar
5 láminas de gelatina

Elaboración:
Hidratar las gelatinas en agua fría y mezclar con la infusión de apio el azúcar a 65º y remover con la varilla.
Extender en un molde que quede con un centímetro de altura y reservar en nevera.

GELATINA DE HINOJO:

Ingredientes infusión de hinojo:
1 bulbo de hinojo
250 ml. agua
Ingredientes TPT:
100 gr. azúcar
100 ml. agua
2 gr. sal
2 láminas de gelatina

Elaboración:
Infusionar el bulbo de hinojo con el agua a 85º durante dos horas.
Mezclar el azúcar con el agua a fuego lento moviendo con una varilla.
Mezclar la infusión con la tpt, agregar dos láminas de gelatina, sal, mezclar con la varilla y añadir ramas de hinojo.
Colocar sobre la panacota una vez que haya cuajado y reservar en nevera.

EMPLATADO:
Colocar dos trozos de panacota, dos de pepino baby y sobre ellos ponemos algas, unos bastones de apio, hojas de apio y el zumo de pepino y jengibre.



6

Laury

Laury
Francisco Rebolledo
Pays: España
Localité: 39010 Santander (Cantabria)
Adresse: Avda. Pedro San Martín, 4. Cuatro Caminos.
mapa
(+34)942330109
Jours de fermeture: Domingos y Lunes Noche
Prix à la carte: 30/55 € €


  • Rabas de Calamar Fresco
  • Pulpo a Feira
  • Pulpo a Feira
  • Almejas en Sartén con Aceite, Ajo, Perejil y Guindilla
  • Mejillones en Salsa Roja
  • Mollejas Fritas
  • Mollejas Fritas
  • Callos Caseros
  • Callos Caseros
  • Chuleta a la Brasa
  • Chuleta a la Brasa

  Ubicado en la zona de Cuatro Caminos de la capital cántabra, a 5 minutos de la plaza de toros y del Hospital Marqués de Valdecilla, lo que hace que tenga una nutrida clientela de médicos, así como de un público que valora el producto tal cual, las recetas tradicionales y la parrilla, en especial el capítulo de carnes, del que se siente orgulloso Pago Rebolledo, quien se ocupa de dar vida y dirigir este distinguido y cómodo local clásico. Mariscos de primera: percebes, ostras, nécoras, camarones, centollos…y no sólo del Cantábrico. Se sirven crudos, en general cocidos y en algunos casos con recetas de gran raigambre. Los mejillones en salsa roja, mariscada, con un regusto de americana, brillan en su ortodoxia: una cocción convencional que gusta a todos y una salsa refinada en su suculencia populista. Más directas e igual de efectivas las almajas abiertas en sartén; nobleza ante y sobretodo. No dejar de probar por nada del mundo las rabas de calamar fresco, un súper chipirón cortado en hermosísimas tiras, tiesas, prietas, bravías y dulces, ataviadas de una dorada tonalidad con liviana capa de harina, que para mayor atractivo se sirve en cantidad. En buen tono el pulpo a feira, con una consistencia que sin brillar por prieta, mantiene buena musculatura, que repercute en el sabor, alegre por el pimentón, un punto picantito y el aceite de oliva virgen extra, noble y untuoso. Los callos, que presumen de caseros, lo demuestran de hecho, con la presencia de algo de morro y pata, en un conjunto sabroso y hasta gulesco, gulesco por cantidad y caracteres. Estos platos populares se desarrollan atinadamente y tienen una magnífica relación calidad-precio; por lo que se puede comer bastante bien a un precio interesante siempre que no se centre el menú en opulentos mariscos. Las mollejas salteadas están en la misma honda.
La mayoría de la clientela opta por una carne a la brasa. Las chuletillas de cabrito quizás sean las más relevantes. También se ofrece este a la parrilla; así como entrecot y chuletones de vacuno. El nivel es notable; sin aspirar a ser uno de los mejores asador del país.
Fáciles postres, entre los que goza de fama el flan de naranja con natillas.



Navidad sensata

Nos metemos en la cocina con Rafa García Santos para hablar de los productos típicos de la época navideña (25/12/11).

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Cristino Álvarez

No se Dejen Aguar las Fiestas

Aunque las tradiciones gastronómicas navideñas cambian cíclicamente, ya hace algunos años que la gente parece considerar imprescindible en sus menús navideños el marisco, lo que, dicho así sin matices, asociamos a un precio excesivo... cuando la verdad es que hay marisco para todos los bolsillos.
Lógicamente, hay mariscos y mariscos. El problema suele venir cuando le ponemos apellido, cuando especificamos su origen. No es lo mismo decir 'gamba' que decir 'gamba blanca de Huelva' o 'gamba roja de Denia'; para nada es igual mencionar una cigala que concretar que es "de Marín", o que unas almejas son "de Carril", unas ostras "de Cambados", y así. El pedigrí, el árbol genealógico, se paga aparte; también es cierto que suele ser garantía de calidad.
Pero se puede comprar marisco sin especificar su cuna. Se venderán montones de centollas francesas, de percebes marroquíes, de almejas holandesas, de bogavantes canadienses... y de gambas y langostinos de quién sabe dónde, si de las Malvinas o las Maldivas, si del Pérsico o del Ecuador, de piscifactoría, congelados... y a unos precios que, si uno carece de elementos de comparación, los hace de lo más atractivos.
Hay, además, otro tipo de mariscos, normalmente moluscos bivalvos, a los que hacemos muy poco caso; les damos, en estas comidas y cenas glamourosas, muy poca importancia, no nos parecen adecuados... Hablo de cosas como los berberechos, las navajas, los mejillones... No los solemos incluir en la idea preconcebida que tenemos del marisco. Y mira que unos berberechos abiertos al vapor, unas navajas a la plancha, unos mejillones al vapor o el mismo molusco en escabeche son cosas bien ricas... pero sin 'cachet'.
Son mariscos a los que hasta los preceptores de recetas de principios del siglo pasado, como el coruñés 'Picadillo', se refieren como "mariscos de menor cuantía", propios para sopas, arrocitos, para mostradores de taberna, para merendolas veraniegas entre amigos... En esas condiciones, una fuente de mejillones aún humeantes es recibida con alborozo. No ocurre lo mismo si la mesa está cubierta con una mantelería de hilo sobre la que reposan platos de una vajilla de Limoges y copas de una cristalería de Bohemia... ¿Somos injustos? Seguramente, sí. Pero nos hemos acostumbrado a fijar un sitio para cada cosa, y somos bastante reacios a introducir variaciones.
Pero, de todas maneras, no renunciamos a casi nada. Es muy español, por fortuna, lo de poner "a mal tiempo, buena cara". Y también lo de tirar la casa por la ventana... costumbre que aún se practica, la noche de San Silvestre, en algunas zonas de Italia, como la Campania, Calabria o Sicilia, cuando se tiran a la calle trastos viejos, costumbre que obliga a fijar un horario y a cerrar durante ese tiempo las calles, para evitar descalabros.
Los italianos despiden el año con lentejas. Lentejas con zampone o cotechino, dos considerabilísimos embutidos. Por aquí, las lentejas tampoco parecen tener glamour. Mal visto. Yo pienso abrir mi cena de Fin de Año con un bol de lentejas ilustradas con una royale (un flan, para entendernos) de foie-gras, una combinación deliciosa.
Y respecto a los mejillones... Un par de días antes de Nochebuena, nuestro buen amigo Juan Suárez, al que hemos citado varias veces en estos comentarios como excelente cocinero, nos puso como entrante de la cena lo que el llamó 'tigres en deconstrucción'. Más o menos, la cosa consistió en abrir al vapor los mejillones y cortarlos en tiritas. Los mezcló con una salsa de tomate a la que aportó carácter con algún elemento picante (unas gotas de tabasco, por ejemplo), puso esto en el fondo de unos pequeños cuencos de porcelana y los llenó con una bechamel. Cubrió la superficie con pan rallado fresco, metió los cuencos apenas unos minutos en el horno, y... que me diga alguien que esos mejillones, que fueron convenientemente regados con un buen champaña, no son dignos de una mesa navideña.
Ya he dicho que no estoy de acuerdo con la opinión de los cocineros de vanguardia de que todos los ingredientes son iguales. Para nada lo creo. Pero sí que creo que con cualquier ingrediente, siempre que sea de calidad, se pueden lograr cosas muy interesantes, a poca ciencia y poco (mejor mucho) cariño que se ponga en su elaboración. El problema es que con algunos productos hay que pensar más que con otros, pero suele valer la pena.
Lo que no entiendo es por qué los cocineros más mediáticos guardan para publicar estos días las recetas más cutres de su repertorio. Una cosa económica no tiene por qué ser cutre; uno piensa que si nos aconsejan este tipo de cosas para las comidas festivas por excelencia, en enero nos dirán que volvamos a comer boniatos y algarrobas. No les hagan ni caso. Despidan el año como se merece, o sea, con alivio de que se vaya de una vez el 2011, y tiren la casa por la ventana si es su gusto. Como decía Scarlett O'Hara al final de 'Lo que el viento se llevó'... mañana será otro día.



9,5

Etxebarri

Bittor Arguinzóniz
Bittor Arguinzóniz
Pays: Spain
Localité: 48291 Atxondo (Vizcaya)
Adresse: Plaza San Juan, 1
mapa
(+34) 946583042
Jours de fermeture: Every evening except Saturdays and Mondays; August and Christmas
Prix à la carte: 100/200 €
Prix menu de dégustation: 120 €


  • Tosta de Anchoa en Semi-Salazón
  • Ostras
  • Ostras a la Parrilla con Algas
  • Mejillones con Jugo de Zanahoria y Polvo de Choriceros
  • Mejillones con Jugo de Zanahoria y Polvo de Choriceros
  • Gamba Roja a la Parrilla
  • Kokotxas a la Brasa con Emulsión de Aceite y Perejil
  • Yema con Crema de Patata y Trufa Blanca
  • Bacalao a la Brasa con Pil Pil
  • Tórtola a la parrilla con remolacha y castañas
  • Tórtola a la Parrilla con Remolacha y Castañas
  • Manzana Asada con Helado de Leche Ahumada a la Brasa

Bittor Arginzoniz has become part of the annals of gastronomy as the creator of haute cuisine on the grill, which makes for a never-ending pilgrimage of chefs and gourmets from all over the world to Axpe. No one gives credit to what this super intelligent grill-master has done; in his investigative zeal, he has replaced oak charcoal with woods, for they are much more aromatic, natural and healthy. He uses one or another depending on the ingredient to be grilled—oak for fish and vines for meats, sometimes olive wood, for others vine shoots. And he has invented ingenious tools: pans with strainer-like grilles, pans with lasered millimeter-sized holes, flat diminutive fish kettles, a grill inspired by an oven and heated from above and below, breaking radically away from all precedents and substantially altering the resulting chop, and the last, a large pot with a hole in the centre, as if it were a volcano, used to wood-steam certain shellfish, such as mussels.
He has incorporated new concepts brimming with ingenuity: omitting the double cooking—in water and saucepan—of eels and submitting them directly to the heat of the embers; he has de-boned and “unfolded” anchovies to spread out both sides of the belly, then superimposed two fish, one opened over the other to make “one anchovy from two” to maximize the juiciness of their meat—it comes out perfectly pink and never better, since they are only cooked on the skin side—he has also learned to magically combine the creaminess of risotto with direct insertion of smoke into the rice; and, among other things, he has consummated a revolution in chops.
The infinity of legendary proposals are all charcoal-grilled. The most famous might be the grilled elvers, so clairvoyant and accurate. Not far behind is the half-salted anchovy, the best in the world, which is synonymous with naturality, freshness, meatiness and salt minimization. At the same level are the chorizo –unique– and the cod, immaculate and juicy like no other salted fish of its kind, which can rub shoulders with or even beat the most virtuous pil-pil versions, just to mention a summa cum laude recipe. And here goes another utterly original proposal of the chef which offers an unknown consistency of the cephalopod: oysters tempered on the embers and lain over boiled seaweed; sea plus sea, pure ocean with a hint of countryside. The same can be said about the red shrimps, the king crayfish and the sea cucumbers, all charcoal-grilled and served with baby beans or Swiss chard, depending on the season. Or about the cod cheeks, offered with a delicate and slender green sauce. The same philosophy is applied to the grilled mushrooms, which vary according to the season of year, accompanied with aubergine or beet and their juice; modern haute cuisine based on the most elemental and charming fire, definitely. Another proposal in the same line is the egg yolk offered with potato cream and white truffle; impeccable and exuberant. The dishes brim with incredible imagination, essentiality and intelligent concretion, that is a fact. Like the wood-steamed mussels with carrot juice and powdered choricero chili peppers. And what can we say about the daring and extremely noble hamburger or the paprika sausage, made with Joselito Iberian pork (fresh cuts of presa, secreto and head, to be exact), seasoned with choricero chili peppers, garlic and salt, browned outside, but raw and red inside, impregnated with the rustic quality of the embers, and lain over a base of potatoes that look like gnocchi. The infinity of amazing ideas is worthy of a real culinary artist, like the grilled turtledove or the woodcock with beet and chestnuts.
The chef is obsessed with going back to the origins, to nature and naturality: smoked butter, toast of Iberian belly pork, creamy and aromatic scrambled eggs with meadow mushrooms, smoked and unbeatable layers of anchovies, insolent charcoal-grilled caviar, on its own; marrow with truffle and celery; straw-grilled escargots served with pieces of Iberian belly pork over some typical Vizcaya sauce; cod tripe lain over some crunchy cod skin; eel with its crunchy skin and its gelatinous meat, together with a pumpkin terrine and Cayenne pepper; veal chop… The dishes we tasted here were real 10/10 proposals regarding raw material, doneness, charcoal-grilled accompaniments and creativity, far more artistic and avant-garde than the ones proposed by all the eccentric showmen of what they call “haute cuisine”.
Two superb desserts follow the same line: the muffins and the charcoal-roasted apple with smoked milk ice cream.
Far from the French academism and from the Michelin philosophy, this is one of the most genuine and talented cuisine in the world. A cuisine that has been able to be itself and that has no reason to envy the best restaurants on the planet.



9,5

Etxebarri

Bittor Arguinzóniz
Bittor Arguinzóniz
Pays: Spain
Localité: 48291 Atxondo (Vizcaya)
Adresse: Plaza San Juan, 1
mapa
(+34) 946583042
Jours de fermeture: Every evening except Saturdays and Mondays; August and Christmas
Prix à la carte: 100/200 €
Prix menu de dégustation: 120 €


  • Tosta de Anchoa en Semi-Salazón
  • Ostras
  • Ostras a la Parrilla con Algas
  • Mejillones con Jugo de Zanahoria y Polvo de Choriceros
  • Mejillones con Jugo de Zanahoria y Polvo de Choriceros
  • Gamba Roja a la Parrilla
  • Kokotxas a la Brasa con Emulsión de Aceite y Perejil
  • Yema con Crema de Patata y Trufa Blanca
  • Bacalao a la Brasa con Pil Pil
  • Tórtola a la parrilla con remolacha y castañas
  • Tórtola a la Parrilla con Remolacha y Castañas
  • Manzana Asada con Helado de Leche Ahumada a la Brasa

Bittor Arginzoniz has become part of the annals of gastronomy as the creator of haute cuisine on the grill, which makes for a never-ending pilgrimage of chefs and gourmets from all over the world to Axpe. No one gives credit to what this super intelligent grill-master has done; in his investigative zeal, he has replaced oak charcoal with woods, for they are much more aromatic, natural and healthy. He uses one or another depending on the ingredient to be grilled—oak for fish and vines for meats, sometimes olive wood, for others vine shoots. And he has invented ingenious tools: pans with strainer-like grilles, pans with lasered millimeter-sized holes, flat diminutive fish kettles, a grill inspired by an oven and heated from above and below, breaking radically away from all precedents and substantially altering the resulting chop, and the last, a large pot with a hole in the centre, as if it were a volcano, used to wood-steam certain shellfish, such as mussels.
He has incorporated new concepts brimming with ingenuity: omitting the double cooking—in water and saucepan—of eels and submitting them directly to the heat of the embers; he has de-boned and “unfolded” anchovies to spread out both sides of the belly, then superimposed two fish, one opened over the other to make “one anchovy from two” to maximize the juiciness of their meat—it comes out perfectly pink and never better, since they are only cooked on the skin side—he has also learned to magically combine the creaminess of risotto with direct insertion of smoke into the rice; and, among other things, he has consummated a revolution in chops.
The infinity of legendary proposals are all charcoal-grilled. The most famous might be the grilled elvers, so clairvoyant and accurate. Not far behind is the half-salted anchovy, the best in the world, which is synonymous with naturality, freshness, meatiness and salt minimization. At the same level are the chorizo –unique– and the cod, immaculate and juicy like no other salted fish of its kind, which can rub shoulders with or even beat the most virtuous pil-pil versions, just to mention a summa cum laude recipe. And here goes another utterly original proposal of the chef which offers an unknown consistency of the cephalopod: oysters tempered on the embers and lain over boiled seaweed; sea plus sea, pure ocean with a hint of countryside. The same can be said about the red shrimps, the king crayfish and the sea cucumbers, all charcoal-grilled and served with baby beans or Swiss chard, depending on the season. Or about the cod cheeks, offered with a delicate and slender green sauce. The same philosophy is applied to the grilled mushrooms, which vary according to the season of year, accompanied with aubergine or beet and their juice; modern haute cuisine based on the most elemental and charming fire, definitely. Another proposal in the same line is the egg yolk offered with potato cream and white truffle; impeccable and exuberant. The dishes brim with incredible imagination, essentiality and intelligent concretion, that is a fact. Like the wood-steamed mussels with carrot juice and powdered choricero chili peppers. And what can we say about the daring and extremely noble hamburger or the paprika sausage, made with Joselito Iberian pork (fresh cuts of presa, secreto and head, to be exact), seasoned with choricero chili peppers, garlic and salt, browned outside, but raw and red inside, impregnated with the rustic quality of the embers, and lain over a base of potatoes that look like gnocchi. The infinity of amazing ideas is worthy of a real culinary artist, like the grilled turtledove or the woodcock with beet and chestnuts.
The chef is obsessed with going back to the origins, to nature and naturality: smoked butter, toast of Iberian belly pork, creamy and aromatic scrambled eggs with meadow mushrooms, smoked and unbeatable layers of anchovies, insolent charcoal-grilled caviar, on its own; marrow with truffle and celery; straw-grilled escargots served with pieces of Iberian belly pork over some typical Vizcaya sauce; cod tripe lain over some crunchy cod skin; eel with its crunchy skin and its gelatinous meat, together with a pumpkin terrine and Cayenne pepper; veal chop… The dishes we tasted here were real 10/10 proposals regarding raw material, doneness, charcoal-grilled accompaniments and creativity, far more artistic and avant-garde than the ones proposed by all the eccentric showmen of what they call “haute cuisine”.
Two superb desserts follow the same line: the muffins and the charcoal-roasted apple with smoked milk ice cream.
Far from the French academism and from the Michelin philosophy, this is one of the most genuine and talented cuisine in the world. A cuisine that has been able to be itself and that has no reason to envy the best restaurants on the planet.



9,5

Etxebarri

Bittor Arguinzóniz
Bittor Arguinzóniz
Pays: Spain
Localité: 48291 Atxondo (Vizcaya)
Adresse: Plaza San Juan, 1
mapa
(+34) 946583042
Jours de fermeture: Every evening except Saturdays and Mondays; August and Christmas
Prix à la carte: 100/200 €
Prix menu de dégustation: 120 €


  • Tosta de Anchoa en Semi-Salazón
  • Ostras
  • Ostras a la Parrilla con Algas
  • Mejillones con Jugo de Zanahoria y Polvo de Choriceros
  • Mejillones con Jugo de Zanahoria y Polvo de Choriceros
  • Gamba Roja a la Parrilla
  • Kokotxas a la Brasa con Emulsión de Aceite y Perejil
  • Yema con Crema de Patata y Trufa Blanca
  • Bacalao a la Brasa con Pil Pil
  • Tórtola a la parrilla con remolacha y castañas
  • Tórtola a la Parrilla con Remolacha y Castañas
  • Manzana Asada con Helado de Leche Ahumada a la Brasa

Bittor Arginzoniz has become part of the annals of gastronomy as the creator of haute cuisine on the grill, which makes for a never-ending pilgrimage of chefs and gourmets from all over the world to Axpe. No one gives credit to what this super intelligent grill-master has done; in his investigative zeal, he has replaced oak charcoal with woods, for they are much more aromatic, natural and healthy. He uses one or another depending on the ingredient to be grilled—oak for fish and vines for meats, sometimes olive wood, for others vine shoots. And he has invented ingenious tools: pans with strainer-like grilles, pans with lasered millimeter-sized holes, flat diminutive fish kettles, a grill inspired by an oven and heated from above and below, breaking radically away from all precedents and substantially altering the resulting chop, and the last, a large pot with a hole in the centre, as if it were a volcano, used to wood-steam certain shellfish, such as mussels.
He has incorporated new concepts brimming with ingenuity: omitting the double cooking—in water and saucepan—of eels and submitting them directly to the heat of the embers; he has de-boned and “unfolded” anchovies to spread out both sides of the belly, then superimposed two fish, one opened over the other to make “one anchovy from two” to maximize the juiciness of their meat—it comes out perfectly pink and never better, since they are only cooked on the skin side—he has also learned to magically combine the creaminess of risotto with direct insertion of smoke into the rice; and, among other things, he has consummated a revolution in chops.
The infinity of legendary proposals are all charcoal-grilled. The most famous might be the grilled elvers, so clairvoyant and accurate. Not far behind is the half-salted anchovy, the best in the world, which is synonymous with naturality, freshness, meatiness and salt minimization. At the same level are the chorizo –unique– and the cod, immaculate and juicy like no other salted fish of its kind, which can rub shoulders with or even beat the most virtuous pil-pil versions, just to mention a summa cum laude recipe. And here goes another utterly original proposal of the chef which offers an unknown consistency of the cephalopod: oysters tempered on the embers and lain over boiled seaweed; sea plus sea, pure ocean with a hint of countryside. The same can be said about the red shrimps, the king crayfish and the sea cucumbers, all charcoal-grilled and served with baby beans or Swiss chard, depending on the season. Or about the cod cheeks, offered with a delicate and slender green sauce. The same philosophy is applied to the grilled mushrooms, which vary according to the season of year, accompanied with aubergine or beet and their juice; modern haute cuisine based on the most elemental and charming fire, definitely. Another proposal in the same line is the egg yolk offered with potato cream and white truffle; impeccable and exuberant. The dishes brim with incredible imagination, essentiality and intelligent concretion, that is a fact. Like the wood-steamed mussels with carrot juice and powdered choricero chili peppers. And what can we say about the daring and extremely noble hamburger or the paprika sausage, made with Joselito Iberian pork (fresh cuts of presa, secreto and head, to be exact), seasoned with choricero chili peppers, garlic and salt, browned outside, but raw and red inside, impregnated with the rustic quality of the embers, and lain over a base of potatoes that look like gnocchi. The infinity of amazing ideas is worthy of a real culinary artist, like the grilled turtledove or the woodcock with beet and chestnuts.
The chef is obsessed with going back to the origins, to nature and naturality: smoked butter, toast of Iberian belly pork, creamy and aromatic scrambled eggs with meadow mushrooms, smoked and unbeatable layers of anchovies, insolent charcoal-grilled caviar, on its own; marrow with truffle and celery; straw-grilled escargots served with pieces of Iberian belly pork over some typical Vizcaya sauce; cod tripe lain over some crunchy cod skin; eel with its crunchy skin and its gelatinous meat, together with a pumpkin terrine and Cayenne pepper; veal chop… The dishes we tasted here were real 10/10 proposals regarding raw material, doneness, charcoal-grilled accompaniments and creativity, far more artistic and avant-garde than the ones proposed by all the eccentric showmen of what they call “haute cuisine”.
Two superb desserts follow the same line: the muffins and the charcoal-roasted apple with smoked milk ice cream.
Far from the French academism and from the Michelin philosophy, this is one of the most genuine and talented cuisine in the world. A cuisine that has been able to be itself and that has no reason to envy the best restaurants on the planet.



César Anca, Ganador del Premio Mejor Tapa Comunidad Valenciana 2011