Un vino muy especial, personalísimo, a lo que contribuye la variedad de la uva blanca, timorasso, autóctona del sudeste del Piamonte, de la que esta bodega tiene plantadas desde 1990 2,2 ha, que le proporcionan una producción anual aproximada de 6.200 botellas y 300 magnum.
Con la edad consigue una asombrosa, mejor, increíble madurez y complejidad sin perder vitalidad. Tiene exuberantes aromas: frutales, de crianza sin madera, florales, miel…, que se suceden en nariz y en boca. En ésta aparecen otras sensaciones, siempre delicadas, aterciopeladas, equilibradas (todo él es redondo), como acidez y amargor, también corpulencia, que le dan mucha enjundia, mucho empaque y, sobre todo, muchísimo encanto.