Un vino con mucha identidad propia y de la zona. Se expresa bastante mejor en boca que en nariz, sacando un mosaico de sensaciones sutilmente manifestadas. Por el paladar corren apreciaciones dulces, amargas, tánicas, manifestadas con sobria elegancia y siempre muy compensadamente, sin que sobresalga otra cosa que el conjunto y la calidad.
65% merlot y 35% cabernet sauvignon. La crianza alcanzo 12 meses en barricas de roble francés, el 25% nuevas. De este vino se elaboran 80.000 botellas.