Un vino muy especial, de espíritu joven, vivaz, con el que hay que hacerse, al que seguramente se amará después de conocerle y entenderle. Su enorme personalidad le hace sorprender y, sin embargo, es fácil. Llaman poderosamente en nariz y en boca las sensaciones amargas, que recuerdan a almendras, cacao, tostados… muy agradables y estimulantes. Tiene frutas negras, taninos, madera, complejidad y mucho futuro.
75% merlot y 25% cabernet franc. Crianza en barricas nuevas durante 18 meses.