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El Grand Cru

País: España
Localidad: 39003 Santander
Dirección: San José, 23
mapa
(34)942075129
Cierra: Domingo
Precio: 18/50 €
Precio menú degustación: 18 y 40 €


  • Galleta de Queso de Oveja y Rúcola
  • Huevo a 62 grados con Ravioli de Morcilla y Caldo de Garbanzos con lemon grass, Citronelle o Hierba Limón
  • Tubo de Calamar con su Tartar con Miga Borracha de Tinta Negra y Vermut Blanco con Roca de Limón
  • Bacalao Negro Macerado en Vino Tinto y Anís con Pil Pil de Pimiento Verde
  • Rabo Deshuesado en su Hueso con Mayonesa de Alcachofa y Leche de Soja, Mantequilla de Tuétano y Distintas Verduras de Temporada
  • Manos de Cerdo con Foie Gras, Setas y Hortalizas

Inspirán este proyecto   Rafael Prieto y José Antonio González, artífices de El Nuevo Molino.  Un negocio mucho más posibilista que el restaurante de lujo y alta cocina, a los que secunda   un joven e inquieto equipo  forjado en el citado establecimiento  y en 10 grandes de la cocina mundial, españoles y extranjeros, Noma incluido.
El primer atractivo lo constituye el local, que luce un look desenfadado, joven, coloquial...ubicado en un lugar privilegiado, entre Plaza de la Porticada y Jesuitas, en una zona estratégica y muy de moda. Luego está la filosofía, un gastrobar, que brinda una barra con 200 vinos por copas, servidas en cristal de lujo, que van de 1.6 a a 25.50, este un champagne Dom Ruinart 1996. Vino españoles y extranjeros en un alarde nunca visto y que atestigua una ilusión y una vocación que bien podríamos considerar de enfermizas. ¿Es rentable tanto descorche?
Todo este se compagina con dos temas independientes y/o complementarios. En la parte superior 10 mesas sin mantel en que ofrecen una cocina informal creativa posibilista. Por 18 € te ofrecen un menú compuesto de aperitivo, 2 platos, postre, agua y copa de vino. Por ejemplo, una magnifica galleta, con pasta brisa, que cobija una crema de queso de oveja entremezclada con un licuado de rúcola, que depara tonos campestres, lácteos y herbáceos. Para continuar con un huevo a baja temperatura, en este caso a 62 grados, crudo y caliente, explosivo, que se suculentiza con un ravioli de morcilla cántabra refinada y livianizada por los chefs, nadando todo en un expresivo caldo de garbanzos aromatizado y refrescado con lemon grass, citronelle o hierba limón. No puede ser más recurrente y efectivo. Memoria histórica con forma de potaje finolis impregnado de imaginación. Plato estrella es el calamar, con dos posturas, un tubo enroscado con incisiones romboidales, al más puro estilo chino, pasado por la plancha, terso y sabroso y un tartar, dados crudos ilustrados, que se dispone todo ello en compañía de una miga borracha de tinta negra y vermut blanco y de una roca de limón. Vamos, que se aprecia la intención. No le va a la zaga la torrija de pan caramelizada, en la más cercana identidad brioche, que se termina de culminar gulescamente con una crema de avellanas y un helado de zanahoria y hierba luisa. Otros testimonios: el bacalao negro de Islandia, macerado en vino tinto y anís, que se potencia con un delicado y estirado pil pil de pimiento verde, además de hortalizas. O el rabo de vaca guisado y deshuesado, que se presenta dentro de su hueso, con muchos y trabajados complementos: una mayonesa de alcachofa y leche de soja, unas lascas de mantequilla de tuétano y diferente verduras, más o menos exóticas, a tenor del mercado, todas ellas al dente.
Y una tercera posibilidad, la mesa gourmet, en el sótano, frente a la cocina, que se reserva entre 4 y 12 comensales, que por 40 € se les brinda un menú degustación sorpresa, interactuando con los cocineros. A partir de aquí todo se puede concertar, número de platos, precio y alergias, gustativas o corporales.
Inaugurado a finales del noviembre de 2012. Calificación provisional.



8,5

Viña Arana 06


La Rioja Alta

Tipo: Tinto
País: España
Zona: La Rioja
Localidad: 26200 Haro (La Rioja)
Dirección: Avda. de Vizcaya, s/n.
(+34) 941310346
Año de fundación: 1890
Producción (botellas): 2,5 Millones
Hectáreas y ubicación: 330 Rodezno, Cenicero, Briones y Fuenmayor
Marcas: : Gran Reserva 890, Marqués de Haro Gran Reserva, Gran Reserva 904, Viña Ardanza, Viña Arana y Viña Alberdi
Precio: 12 €


 Más vivo que nunca, en un giro de identidad, que busca la frescura. Intensidad aromática muy relevante, destacando su elegancia y complejidad, con notoria presencia de la fruta, principalmente fresas y arandanos, a la que suceden notas dulces y amargas de vainilla,  toffée, cacao y tabaco. Aterciopelamiento  y redondez que se refrendan en el paladar, con taninos sedosos, dulces y armónicos, con la típica acidez que   siempre le han caracterizado. Retrogusto largo y amplio, en los que predomina su larga crianza, con matices que reproducen las notas  especiadas: vainilla, canela y caramelo.

Aunque es casi en su totalidad tempranillo procedente de Rodezno y Labastida lleva un pequeño porcentaje de mazuelo (5%) de la primera localidad  Permaneció criando en barricas de roble americano durante tres años. Pasó a cristal en diciembre de 2012. 


Carne de Caballo, Ni Que Fuera el de Atila...

 Caius Apicius (EFE) 

Al parecer, el caballo de Atila ha vuelto a galopar por Europa occidental estas últimas semanas, con la consiguiente alarma de la población, a la que los viejos historiadores convencieron de que por donde pasaba la montura del caudillo huno no volvía a crecer la hierba.
Esta vez no se trataba de eso, y la alarma, más que de la población en general, fue de las diversas organizaciones de defensa de los consumidores, que, entre otras cosas, para eso están, y que han cumplido su misión de poner el grito en el cielo... porque el caballo de Atila, y otros corceles al parecer procedentes de oriente, han aparecido donde no debían estar: en hamburguesas que se presuponía hechas con carne de vacuno.
Bueno, la cosa pudo quedarse ahí. Al fin y al cabo, la carne de caballo (de potro, se dice para venderla mejor) no presenta ningún problema para la salud humana... salvo que esté en mal estado, caso en el que es igual de nociva que la de vaca o cerdo en similares condiciones. O sea: sanitariamente, no hay problemas.
El problema está, primero, en la falta de trazabilidad de un producto.La carne de caballo es inofensiva, pero podría suceder lo mismo con algo que no lo fuera: que apareciese subrepticiamente en un alimento elaborado. Así que lo que se pide es transparencia en el etiquetado, para empezar.
Lo que ya me ha sorprendido más es que en estos últimos días haya habido críticos gastronómicos y cocineros que han salido en los medios cantando las virtudes que, a su juicio, tiene la carne de caballo, tanto vista desde el ángulo nutritivo como desde el gastronómico. Unos y otros han olvidado que el rechazo general a la carne de caballo deriva exclusivamente de razones psicológicas y culturales... y contra eso no hay argumentos válidos: habría que "reiniciar" a cada consumidor, y no es fácil ni se hace en dos días.
En Europa occidental (no, desde luego, en el Reino Unido) se comió carne de caballo con normalidad. Y se come, menos, pero se come. Entre los recuerdos de mi infancia, en los años 50, están los de carnicerías sobre cuya puerta se exhibía una cabeza de caballo hecha en madera: allí se vendía carne equina. A un nivel más personal, recuerdo que en casa de una de mis tías no era raro que se comprase carne de potro; de lo que no soy consciente es de haberla probado.
Y a estas alturas he perdido muchas curiosidades. Me gustan los caballos, pero no me planteo comérmelos. Prefiero admirarlos. No puedo considerarlos animales de carne, sino hermosos compañeros del hombre. Y entiendo los motivos por los que la hipofagia no resulta atractiva.
Parece, de todos modos, que el caballo fue la principal fuente de proteínas animales de nuestros más remotos ancestros, a juzgar por los restos de trampas y yacimientos de caballos muertos encontrados... y por el hecho de que el caballo es el animal más representado (sí, más que bisontes y ciervos) en las pinturas rupestres de escenas de caza.
Pero el hombre pronto vio en el caballo otras cosas. Lo usó como ayudante en las faenas agrícolas, como animal de tiro, como montura, como compañero en la guerra, como protagonista de sus diversiones preferidas, caso de las carreras de cuadrigas... Lo inmediato fue poner nombre a los caballos; y un animal al que se le pone nombre o lo da a un recinto público (hipódromo), no se come.
Puedo imaginarme a Calígula (cosas peores hizo) merendándose a Incitatus, pero no a Alejandro comiéndose a Bucéfalo, ni al Cid a Babieca. Ni a don Quijote hincándole el diente a Rocinante, y no sólo por la falta de carnes del rocín...
Por otra parte, el hombre se vio obligado a comer caballos en situaciones de extrema necesidad: asedios, guerras, hambrunas... Comida de malos tiempos no apetece en los buenos. Y, además, ¿quiénes comían caballo? Los romanos, desde luego, no; pero los bárbaros, de los germanos a los hunos, sí. Y los mongoles después. Es decir: el caballo es comida de tiempos de hambre y, además, es comida de bárbaro, de salvajes... que, curiosamente, fueron los mejores jinetes del mundo. Quita, quita.
Y, encima, de paganos: en 732, el mismo año que Carlos Martel paró a los musulmanes en Poitiers, el papa Gregorio III prohibió tajantemente el consumo de carne de caballo, porque los germanos aún no cristianizados sacrificaban a sus dioses caballos salvajes y luego se los comían.
Son, como ven, muchos y muy viejos prejuicios contra el consumo de la carne de caballo. Quizá en muchos casos sean, además, prejuicios de los que mucha gente no es consciente, pero que al final han generado ese rechazo psicológico. Que sí, que a lo mejor además de una carne sana y nutritiva está rica, pero... Nada es más destructivo que una conjunción adversativa, y "pero" es la más usada. Malo que algo tenga "peros", aunque sean psicológicos.



Crece el Escándalo: las Albóndigas de Ikea y los Canelones La Cocinera Contienen Caballo

Agencias:

El escándalo de la carne de caballo sigue creciendo en Europa. Inspectores de la República Checa han encontrado carne equina en las albóndigas vendidas en las tiendas de la multinacional Ikea, mientras que en España se ha detectado en el relleno de los canelos de la marca La Cocinera.

Las autoridades checas han confirmado que los paquetes de albóndigas congeladas que contenían caballo estaban hechas en Suecia y etiquetadas como de ternera y cerdo, y su destino eran las tiendas de la multinacional donde se ofrecen productos típicos del país escandinavo. En concreto, han frenado la comercialización de alrededor de 760 kilos de estas albóndigas fraudulentas.

Además, el país centroeuropeo también ha detectado carne de caballo en hamburguesas importadas de Polonia, a lo que hay que unir la encontrada en lasaña importada desde Italia y vendida en los supermercados Tesco la semana pasada.

Primer Caso de Producto Hecho en España

Mientras, en España, el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha dicho este lunes que se ha detectado un primer caso de fraude por la presencia de carne de caballo en "canelones con relleno de carne" etiquetados como vacuno y que se ha informado del caso a las comunidades autónomas y empresas afectadas.

Fuentes del Ministerio consultadas por Europa Press precisaron que el positivo detectado corresponde a la marca La Cocinera, propiedad de la multinacional suiza Nestlé.

Nestlé ya se vio obligada la semana pasada a retirar tortellini y raviolis de carne de la marca Buitoni, a la venta en España e Italia, así como de la lasaña a la boloñesa Gourmand, producida en Francia y dirigida a la hostelería.

"Desde primeros de febrero venimos haciendo análisis en los puntos de consumo y una de las muestras ha dado resultado positivo, con restos de ADN de caballo", ha indicado en declaraciones a la prensa en Bruselas, en donde Arias Cañete discutirá con sus colegas europeos los últimos acontecimientos de esta crisis que afecta ya a varios países de la UE.

Arias Cañete ha evitado dar detalles sobre el origen de la muestra que ha dado positivo y se ha limitado a señalar que se trataba de "canelones con relleno de carne en la península ibérica" y que dicha prueba ha sido "tomada en Madrid". "Hemos informado ya a las Comunidades Autónomas, a las autoridades de consumo y a las empresas afectadas", ha añadido.

Un Programa Europeo Para Detectar el Fraude

Con este ejemplo, el ministro ha querido destacar que España "se ha anticipado" al plan europeo pactado por los 27 para realizar test con los que rastrear en todos los países de la UE rastros de ADN de caballo en los alimentos transformados y comercializados como vacuno. También deben realizar pruebas para detectar la eventual presencia de un analgésico de uso animal llamado fenilbutazona.

El programa de control lanzado a escala europea comenzará con las pruebas formalmente el próximo 1 de marzo, durante un periodo de un mes prorrogable dos meses más, con el objetivo de que los primeros resultados sean públicos el 15 de abril.

El Ministerio trabaja en coordinación con las Comunidades Autónomas para articular el procedimiento y que el trabajo sea "lo más eficaz posible", ha explicado Arias Cañete, que ha apuntado que España realiza pruebas similares desde principios de este mes.

Sobre la necesidad de revisar las normas europeas en materia de etiquetado, tal y como defiende con fuerza Francia, el ministro español se ha mostrado cauto, ya que considera que no es "necesario en este momento". "Lo que hace falta es hacerlas cumplir (las normas)", ha indicado a la prensa, para incidir en que existen reglas que regulan el etiquetado pero que hay que perseguir los casos de "fraude".

"Lo que hay que hacer ahora es hacer caer todo el peso de la ley sobre los que han infringido los procedimientos, no creo que se deba aprovechar la ocasión para hacer cambios de normas, cuando realmente la normativa comunitaria permite seguir la trazabilidad perfectamente y garantiza que los consumidores estén protegidos", ha zanjado.



El Colibrí y Su Familia

El colibrí es un ave  multicolor que no se parece en nada a las de otras zonas del mundo. No hay ninguna tan bonita como el denominado colibrí: plumas conjugadas de todos los colores del arco iris en los matices más vivos que un artista puede imaginarse, patas débiles y cortas, cola extraña y adornada. Es el único pájaro que puede volar hacia atrás, provocando un ruido tipo susurro al revolotear sin parar.

Pues este es el mote que el bueno de Martín -Berasategui- le puso a Alberto Ferruz, feje de cocina y socio del restaurante Bon Amb (Jávea -Alicante) cuando trabajaba ya hace años por aquellas cocinas con otros tantos alumnos aventajados que dejaron atrás el ser promesa y hoy en día son realidad culinaria cada uno con restaurante propio. Su cocina delata personalidad revoltosa e inquieta pero a la vez viva de colores y matices, personalidad propia y definida. Sonríe por dentro pero evita reír por fuera. Quiere agradar y ser amable pero no tomarse confianza con el cliente, necesita mostrar todo lo que tiene dentro  a nivel personal y profesional y trasmitir que solo hay un camino, esfuerzo, horas, dedicación y pasión por lo que haces. Técnica, refinamiento y muy buenas maneras, de casta le viene al galgo. Se basa en cocinas de élite pero se niega a copiar y pegar, manipula alimentos con estándares de exigencia y calidad pero aporta su propia manipulación. Ese es nuestro colibrí.

Respecto a su familia del pajarito, ¡quién va a ser! su brigada de cocina y el equipo de sala.  Brigada conjuntada, equilibrada, estructurada jerárquicamente, proporcionando pluralidad de elaboraciones bien finalizadas en cada una de sus partidas, cada una especializada en diversas tareas, equilibrando y conjugando la división del propio trabajo. Solo el colibrí sabrá lo que le ha costado y le cuesta mantener este nivel óptimo. ¡Y el equipo de sala que!, pues un equipo de gente con ganas de trabajar, agradar y saber escuchar las peticiones de cada cliente. Un equipo abierto de mente, con definido protocolo de trabajo, estricto en normas pero entendiendo  que se puede ser cercano y asequible. Perfecta planificación y puesta en escena, aspectos fundamentales en oferta de productos, platos a la carta y menús elaborados; bebidas, vinos y licores muy personalizados y acordes con el nivel de exigencia; pase de snacks -aperitivos- y pan apetitosos; desarrollo continuo y armonioso durante la sesión de la comida. Minuciosa reservas de mesas con selección horaria de entrada de clientes para dar el mejor servicio a un nivel alto, sin demoras ni dilaciones, evitando y adelantándose a cualquier imprevisto que no se nota un ápice en sala. Pablo (jefe de sala y sumellier) vende cepas, no etiquetas; vende calidad y personalidad; vende recuerdos y nostalgia; vende pasado y presente, se sumerge en el terruño de los viñedos para darte a entender que vas beber y que vas a experimentar. Dime de dónde vienes y te diré a dónde vas y encima a caballo ganador: “si no es de tu agrado y parecer lo que te ofrezco pasamos a otra cosa más acertada al momento y tu propio parecer”.  Y si es que algo define a este equipo es el susurro continuo que se puede percibir plasmado en la sinergia desde la salida de platos de la cocina a la mesa al propio servicio sobre mantel.

Un servicio categóricamente cercano y familia, pero muy profesional, serio y distante, que sabe lo que vender, cuando, como y a quién. Mejor dicho sabe lo que ofrecer y convence en maneras y explicaciones, avalado por las elaboraciones de la cocina, que en presentación, estructura, materia prima y acabado no dejan indiferentes al comensal. No hay reproches entre los polluelos: o todos triunfan o todos fracasan. Es un todo, es una familia, es un equipo que viven y trabajan en un mismo nido. Ellos esperan el sentir del público, que la gente repita, que quede fascinada y que recuerden el momento vivido en su casa, los reconocimientos ya vendrán poco a poco y tanto si parecen excesivos como se puedan quedar cortos, en esta vida todo hay que que digerirlo con la solvencia y tranquilidad, siguiendo la línea trazada desde el primer momento.

Si se puede definir la cocina en las propias palabras de Alberto, nos encontramos con: “producto, producto, más producto y tiempos de cocción”. Casi nada pajarito. Por cierto no esperen ir al restaurante a comprobar si alguno de ellos vuelan hacia atrás, yo por lo menos no lo he vivido.

 



8,5

Neo Punta Esencia 10


Bodegas y Viñedos Neo

Tipo: Tinto
País: España
Zona: Ribera del Duero
Localidad: 09391 Castrillo de la Vega (Burgos).
Dirección: Ctra. Nacional 122, km 274,5
+34)947514393
Año de fundación: 1999
Producción (botellas): 90.000 botellas.
Hectáreas y ubicación: 7 en el pago de Cabarroso
Marcas: Sentido, Neo y Neo Punta Esencia
Precio: 30 €


 Refrenda la impresión captada desde su nacimiento: un vino concebido con vocación de destacar. Aromas muy intensos, nítidos y fluidos a frutas negras con un enriquecedor trasfondo de madera, sobrio en su efectividad. Entrada suave y dulce, tras la que se manifiesta una significativa concentración, mostrando mucho empaque, un tenue amargor, una fina tonicidad, apreciable acidez y hasta cierta calidez. Ahí firme en sus básicos.
100% tinta del país. Permaneció durante 24 meses en barricas nuevas de roble francés. 4.600 botellas.



8,5

Neo 09


Bodegas y Viñedos Neo

Tipo: Tinto
País: España
Zona: Ribera del Duero
Localidad: 09391 Castrillo de la Vega (Burgos).
Dirección: Ctra. Nacional 122, km 274,5
+34)947514393
Año de fundación: 1999
Producción (botellas): 90.000 botellas.
Hectáreas y ubicación: 7 en el pago de Cabarroso
Marcas: Sentido, Neo y Neo Punta Esencia
Precio: 23 €


  Se aprecia mucha, muchísima fruta negra, que aporta sensaciones a bosque, frescas, salpicadas de otras derivadas de la crianza, con suaves tostados, realmente complementarias. En boca ratifica el carácter, la concentración, el frescor, el amargor, la carnosidad, la tanicidad…tantas y tantas cosas que le confieren la notoriedad. En fin, una consecuencia de una bodega que trabaja a conciencia, que pone todos los medios para hacer vinos con cierta enjundia: uva, rendimientos limitados, madera, elaboración y cantidad.
100% tinta del país. Crió durante 15 meses en barricas de robles Allier y americano. Embotellado en a principios de 2011. 22.000 botellas.

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No Sabes lo que Engordan los Alimentos: el Sistema para Contar Calorías es Erróneo

Miguel Ayuso. El Confidencial. 

Cada vez más personas se preocupan por lo que engorda una u otra comida y hay quién cuenta las calorías de los alimentos como si les fuera la vida en ello. Pero,¿tienen los alimentos las calorías que realmente creemos? ¿Podemos fiarnos de las etiquetas? Pocos saben que la forma en que se calculan las calorías de una u otra comida, se basa en un método desarrollado por el químico estadounidenseWilbur Olin Atwarter a finales del siglo XIX, y apenas ha cambiado desde entonces.
El sistema Atwater ha sido siempre fuente de disputa pero, dado que nadie ha propuesto hasta la fecha una alternativa viable, se sigue usando para etiquetar todos los alimentos, algo que podría cambiar si la propuesta de Richard Wrangham,profesor de antropología biológica en Harvard sale adelante. En una conferencia impartida en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, en sus siglas en inglés), Wrangham ha insistido en la necesidad de acabar con la convención de Atwater y acordar un nuevo sistema para contabilizar las calorías.
El sistema ideado hace más de un siglo por Atwarter consiste, en resumidas cuentas, en asignar un número determinado de calorías a cada tipo de nutriente. Lo único que tienen que hacer los fabricantes de alimentos es calcular cuánta proteína, carbohidratos y grasa tienen sus productos y utilizar el método de Atwater para conocer sus calorías.
Las calorías de los alimentos con fibra y las legumbres son menores de lo que pensamosEn opinión del profesor de Harvard, el sistema ideado por Atwater es eficaz para contar las calorías de comidas fácilmente digeribles, como puede ser el pan o la fruta, pero sobreestima notablemente el valor calórico de los alimentos que requieren un alto esfuerzo de digestión o no se digieren en su totalidad en el intestino delgado, como las legumbres o los cereales integrales. Según Wragham el etiquetado de este tipo de productos tiene errores sistemáticos de entre el 10 y el 20%, una diferencia que, asegura, puede ser determinante a la hora de diseñar una dieta.
Los alimentos ganan calorías al cocinarse
Estos problemas del sistema Atwater no son una novedad. Tal como Wrangham reconoció en la conferencia, han sido advertidos por numerosos especialistas desde hace muchos años, pero nunca han sido considerados lo suficientemente importantes como cambiar la forma en que se calculan las calorías. El resultado de esto, asegura el biólogo, es que “el público tiene una información errónea sobre el contenido calórico de la mayoría de los alimentos”.
Los errores del método Atwater no terminan con los alimentos ricos en fibra, y más difíciles de digerir, también afectan a los alimentos procesados, cada vez más habituales en los lineales de los supermercados y obviados completamente por el sistema de medición de calorías. Según Wrangham, “los alimentos crudos son siempre menos calóricos que cuando son cocinados”, algo que nunca se tiene en cuenta al medir las calorías. Cualquier producto procesado tiene, por tanto, más calorías de las que se asegura en la etiqueta, algo que el biólogo considera un engaño en toda regla.

“Hay dos razones por las que la comida cruda tiene menos calorías que la cocinada”, explicó Wrangham en su conferencia. “Se digiere peor y las partes digeridas son más costosas de descomponer”. En opinión del biólogo, las etiquetas de los alimentos cocinados se equivocan a la baja en un porcentaje que varía del 10 y el 30%. Visto lo visto, ¿comer alimentos crudos es recomendable para adelgazar? “Es una buena manera de perder peso”, aseguró Wrangham, “pero hay que ser cuidadoso con su consumo a largo plazo y no es recomendable para los niños”.
Debemos saber qué estamos comiendo, y por qué
Encontrar una alternativa al sistema Atwater, tal como reconoció Wrangham, no es sencilla. Aún no se ha desarrollado un método eficaz para medir las calorías de los alimentos cocinados y apenas hay experimentos que valoren la incidencia del proceso de digestión en el aporte calórico. En la conferencia, el biólogo ha instado a la comunidad científica a explorar con determinación el asunto ya que, en su opinión, un correcto etiquetado hará que los consumidores tomen decisiones más inteligentes sobre lo que comen.
Para Wrangham somos lo que comemos, y es importante que sepamos valorar cómo ha cambiado la ingesta de alimentos a lo largo de la historia, no sólo para luchar contra la obesidad, sino para entender nuestra evolución como especie. El biólogo de Harvard es autor del libro Catching Fire: How Cooking Made Us Human(“Prendiendo fuego: cómo cocinar nos hace humanos”, Basic Books) en el que asegura que la invención de la cocina fue más importante para el surgimiento de la humanidad que la agricultura, la ganadería o el desarrollo de herramientas, pues, ésta liberó a los seres humanos de tener que pasar la mitad del día masticando alimentos crudos (como el resto de primates), y pudieron dedicarse a otras actividades más productivas.



Vuelve Alberto Chicote: El Cocinero Ha Recibido Más de 300 Solicitudes de Ayuda

Alberto Chicote revive esta semana su televisiva Pesadilla en la cocina con la grabación de la segunda temporada del exitoso programa, bote salvavidas para restaurantes al borde de la quiebra y aliado de los inspectores de Sanidad.
El equipo de producción de este espacio de La Sexta ha recibido para esta nueva etapa "más de 300 peticiones" de auxilio de restaurantes, más las que le llegan al cocinero madrileño, detalla en una entrevista con Efe, lo que demuestra su enorme repercusión.
Tras poner los pelos de punta a una audiencia a la que descubrió lo que se oculta en algunas cocinas, Chicote vuelve a la carga "con tanto o más ilusión que entonces", pese a reconocer que "muchas veces" ha tenido ganas de "salir corriendo" de algunos establecimientos.
"En el que peor lo pasé fue en El Castro de Lugo y me dio mucha rabia que cerrase". Da Vinci, en Moraira, también cerró. Sólo dos de los doce restaurantes asesorados en la primera temporada, aunque para el popular cocinero resulta "muy frustrante".
"Piensas que le podríamos haber dado la oportunidad a otro, ya que hay tantas peticiones de ayuda", aunque aclara que él está fuera del equipo de selección para que el programa "sea lo más fresco posible". La clave está, asegura, en que él y el espectador entran "al mismo tiempo" al ruinoso negocio.
"Todo es real", defiende Chicote, quien sostiene que si bien lo que muestra el programa "no supone una representatividad de toda la hostelería española", esos lugares con cocinas sucias y mal gestionados existen.
"Y no son sólo los que hemos visto nosotros, sino que hay muchos más, y lo sé porque vía redes sociales recibo docenas de mensajes: Ven aquí que hay uno así en mi pueblo, al lado de mi casa, de mi trabajo".
Por eso en este trabajo también se ha convertido en un aliado de la Inspección de Sanidad. "Un inspector me dio las gracias por lo que estaba haciendo y una inspectora desmentía que Pesadilla en la cocina fuese un montaje al reconocer que había visto muchos restaurantes como esos".
Entre sus frases memorables de la primera temporada está la que dijo al respecto sobre la cocina de El Castro de Lugo, a cuyo frente estaba la 'cocinera' devota de San Pancracio: "Como vengan los inspectores de Sanidad no te lo cierran, te lo queman".
"Nunca había entrado en un restaurante en las condiciones de los que visitamos ahora, pero ahora sé que hay mucho que aportar y estamos convencidos de que así lo seguiremos haciendo en la segunda temporada", cuya fecha de emisión aún no se ha anunciado.
Profesionalmente, no opina que su dedicación televisiva le perjudique como cocinero: "No he olvidado nada de lo que sabía hacer antes y la cocina me sigue gustando igual que antes", aunque reconoce que sí le ha costado alguna renuncia.
"Sí hay una cosa que hago menos que antes y que para mí es muy importante es que tengo menos tiempo para leer. Creo que es lo más significativo porque soy un lector compulsivo; por lo demás, mi vida sigue siendo exactamente igual que antes y voy a procurar que sea así porque me gustaba y me sigue gustando", asevera.
Muy satisfecho con Pesadilla, defiende que este "fenómeno" ha logrado que "la gente se interese por lo ocurre en la cocina, porque lo que se hace ahí es lo que nos metemos por la boca", y que "se valore el trabajo que supone mantener un restaurante en buenas condiciones".
También desalienta a los que, desconociéndolo todo sobre el mundo de la hostelería, ven en ella una oportunidad de negocio en esta crisis: "Montar un restaurante sin tener ni idea no es tan sencillo".
Mientras continúa grabando la segunda temporada, se ultima la publicación de un libro con las mejores recetas que ha aportado a los restaurantes participantes, que saldrá a la venta el 26 de marzo.
Sigue así la estela del éxito del chef británico Gordom Ramsey, al frente deKitchen Nightmares al que, subraya, no imita porque no es "un actor". "Nos parecemos en todo y nada: el objetivo es reflotar un restaurante al borde de la quiebra y darle una oportunidad que, de no haber sido por nosotros, no hubiera tenido. Me siento superorgulloso cuando lo conseguimos".



Nestlé Retira de España Pasta Buitoni y Lasaña Gourmand en Francia por Contener Caballo

Europa Press

 El grupo alimentario suizo Nestlé ha comunicado la retirada de los productos refrigerados tortellini y raviolis de carne de la marca 'Buitoni', a la venta en España e Italia, así como de la lasaña a la boloñesa 'Gourmand', producida en Francia y dirigida a la hostelería, tras encontrar trazas de ADN de caballo en niveles superiores al umbral del 1%. Detienen a tres personas en Reino Unido por el escándalo de la carne de caballo.

"Este hecho no supone ningún riesgo para la salud de nuestros consumidores, pero el error en el etiquetado hace que los productos no cumplan con lo que los consumidores esperan de nosotros", indicó la multinacional.

En este sentido, Nestlé ha procedido a retirar estos productos y a reemplazarlos por otros que hayan pasado el test que determina que se trata 100% de ADN de carne de ternera.

En este sentido, Nestlé ha procedido a retirar estos productos y a reemplazarlos por otros que hayan pasado el test que determina que se trata 100% de ADN de carne de ternera.  

Asimismo, la compañía helvética señala que, después de la aparición en Reino Unido de las primeras informaciones relacionadas con un etiquetado fraudulento de carne de ternera, ha profundizado en los análisis que lleva a cabo en sus productos y en las materias primas que utiliza en Europa. 

"En estos momentos, hemos procedido a inmovilizar todo nuestro producto terminado elaborado con carne de ternera suministrada por la firma alemana H.J. Schypke, subcontratada por uno de nuestros proveedores, JBS Toledo", indicó la compañía, después de detectar trazas de ADN de caballo en dos productos fabricados con carne de ternera suministrada por H.J. Schypke.