Abuelas y nonas. De antes y de ahora

A veces nos preguntamos porqué en la cocina de nuestras abuelas se armaban tremendos platos y uno ni se daba cuenta.
Otras, porqué –y a pesar de eso- las recordamos las 25 horas del día con gesto amable, incluso cuando algo les salía mal.
Pero, tampoco olvidemos que siempre existieron anécdotas incómodas donde se podía vislumbrar algo fuera de regla, un rol (sumiso?) encubierto que estallaba cuando el abuelo señalaba alguna falla cocineril de la pobre nona y ella, sonrojada y nerviosa desaparecía como por arte de magia del comedor.

¡Liberen a las abuelas!



Estar en la Inopia

Era un sábado cualquiera. Me desperté en el límite de la hora para el “brunch”. Un sol radiante inundaba la ciudad de Barcelona. Vaqueros, camiseta, el casco… y listo para zampar algo. Se presentaba ante un mí un día intenso, seguro. Recogí a un buen amigo en el mítico bar “Altamira” (sólo apto para valientes), donde cada mañana, cortado a cortado, el café se infusiona en mi organismo. Cerca de las 2 del mediodía se planteaba la gran pregunta del día: ¿dónde comemos hoy?



La cocina ¿es cosa de hombres?

Cuando tratamos temas de los que no tenemos una idea muy concreta o sobre los que contamos con un leve asidero en la experiencia, solemos guiarnos por el sentido común. Pero, si es cierto que es el menos común de los sentidos, hoy le agregamos una perlita negra que se llama generalización.



Moléculas del mundo en Apicius

Quiero conocerles. En algunos foros se comenta que hay personas que cocinan moléculas. ¿Estarán buenas? Simplemente lo pienso y me entran escalofríos. ¿A qué sabrán? Esta moda de definir como “cocina molecular” la cocina que se apoya en la técnica y en el trabajo de algunos científicos para explicar los porqués de distintos procesos es propia de caza-tendencias. Incluso la “gastronomía molecular”, nacida en la década de los 80 de manos de científicos aficionados a la gastronomía, jamás investigó elementos tan habituales hoy en día como los espesantes, gelificantes o emulsionantes...



¿Entiendes?

No entiendo nada. Ha sido sentarme al mediodía en casa, ponerme con un Rochefort de Rochefort y llevarme la sorpresa. José Bono dice que dimite. Por lo menos eso dice él. Esto de la política es curioso. En cuanto menos te lo esperas te pegan la patada, bonitas palabras y si te he visto no me acuerdo. Es todo muy difícil de entender, y más aún según la emisora de radio que escuches.



Novedades Gastronómicas en Sevilla

El cierre a finales de 2005 del bar Casablanca en la calle Zaragoza 50, que durante muchos años ha sido el más glorioso santuario de la tapa andaluza, ha supuesto una inesperada sorpresa y, sin duda, una pérdida irreparable para la ciudad. Por estas tierras siempre se ha dicho que todos los días perdiz, cansa; y al parecer, Manolo Casablanca, que ha hecho mutis por el foro, se había cansado de la incesante presión de público que cada día soportaba el establecimiento.



Banana Split

Al rico limón helado… ¿Cuál debe ser la próxima revolución? La de los postres. La de los postres y la del pan (ya cabalgaremos sobre el mundo de la harina). Gentes conscientes de la importancia de esta partida apuestan duro por una formación real y realista.



La tradición refinada de Maher

Es el restaurante donde como siempre cuando viajo al norte de España. A veces me he quedado a dormir en una de las habitaciones del pequeño y bien equipado hotelito de la misma propiedad. No hay ruidos. Se duerme, como en los tebeos antiguos, a pierna suelta. Zzzzzz…



La Sirena es un oasis de sensatez

Acabo de comer un sabroso potaje de garbanzos con costilla de cerdo, chorizo, espinacas, patatas y huevo duro (8’50 euros). Ha sido en la cervecería La Principal (Valencia). Antes, comer era esto, o en todo caso, costaba más caro cuando el restaurante practicaba la gastronomía de influencia francesa. Pero el producto casi siempre mandaba.



Quique Dacosta revoluciona el arroz

Es el primer gran libro que estudia científicamente, desde un punto de vista técnico y también culinario / gastronómico, el arroz. Lo firma Quique Dacosta (Jarandilla de la Vera, Cáceres, 1972), nuestro magnífico y coronado cocinero creativo.